A la mañana siguiente, el jefe pasó a recogerla en su casa para ir a trabajar juntos aunque ella se negara, pero él la obligó hasta que pudo subirla al auto con él.
El jefe no se dirige directamente al lugar de trabajo como debería. La conduce a un parque en un lugar escondido, entonces consigue disfrutar de la chica una y otra vez hasta que todo el auto se balancea.
—Ah... ah... Suficiente... Suficiente, Jefe... Ah…
Cuando él pretendió introducirlo de nuevo, ella tuvo que apresurarse.
—Nosotros... vamos a trabajar.
—Pero todavía no estoy lleno.
—Otros pueden venir y vernos, Jefe... Por favor... Llévame al trabajo... Oh... Auch.
Él sucumbió a sus deseos, pero antes de que se separara de él, le agarró su pezón colorido muy fuerte hasta que ella lloró. Entonces se subió la cremallera
