Capítulo 3

1577 Words
Bajé el arma cuando distinguí que quien se acercaba era Fabián. —¿Ibas a dispararme?—preguntó con una sonrisa llegando hasta mí y dándome un dulce beso en los labios.—Pensaba que me amabas —Me asustaste, y sí te amo, lo sabes—dije separando nuestras bocas solo lo necesario para poder hablar y dejando que me envolviera en un abrazo. Fabián había sido el médico que me atendió aquella tarde y siguió muy de cerca mi recuperación. Después de eso fue inevitable que nos acercaramos más hasta que acabamos siendo pareja. Yo realmente estaba enamorada de él y sabía que él también lo estaba de mí. Me lo demostraba cada día con su apoyo, su cariño y presencia. Fabián no aprobaba mi decisión de cobrar venganza por el asesinato de mi padre, pero a pesar de ello se había mantenido a mi lado sabiendo lo que hacía. Nunca había tenido miedo de contarle lo que había hecho o de llegar a buscar consuelo en sus brazos tras arrebatar una vida, sabía que él nunca me juzgaría y que siempre estaría para mí—¿Qué haces aquí? ¿No tenías guardia hasta tarde hoy? —Si, la tenía—dijo alegremente jugando con mi nariz—pero realicé una reservación en ese restaurante francés que tanto te gusta, y que tan buenos momentos nos ha dado y hablé con mi jefe para cambiar la guardia para mañana en la noche. Sé que mi chica hoy me necesita y necesita muchos mimos—Besó mis labios con gran ternura y adoración. No sabía que era lo que había hecho para merecer a un hombre así en mi vida pero Fabián era lo mejor que me había pasado tras tanta desgracia. Me conocía tan bien que rara vez se equivocaba respecto a algo y tenía razón, hoy necesitaba demasiado atenciones y cariños—Suegro, espero no te moleste que me la llevé por un rato, te prometo que ya mañana te la devuelvo con una sonrisa en su rostro. No pude evitar sonreír por sus palabras. Las pocas veces que dejaba que Fabián me acompañara a venir a ver a papá él siempre actuaba igual, como sí papá estuviera realmente ahí y nos escuchara y era algo que me encantaba y nunca le podría agradecer. —Nos vemos mañana papá, prometo que vendré más temprano y pasaré la tarde contigo. Te quiero, nunca lo olvides—dije besando la lápida y tomando la mano de Fabián para marcharnos. *** Llegamos al restaurante un par de horas más tarde de que salimos del cementerio. Habíamos pasado por nuestro apartamento para que yo pudiera cambiarme por una ropa más adecuada. Los vaqueros y la camisa de mangas que llevaba no estaban en el mejor de los estados y tampoco eran el conjunto más idóneo para ir a un restaurante pijo como lo era Bon Appétit. Elegí un vestido de corte inglés rojo vino que se ajustaba perfectamente en los lugares indicados, dándome un estilo elegante a la par de sensual. El maître nos guío hasta el reservado que siempre ocupabamos. Adoraba este restaurante y tenía un significado muy especial para nosotros dos. Aquí fue donde comenzamos nuestra relación, donde Fabián me pidió que viviéramos juntos, aquí celebramos nuestro primer aniversario, sin dudas era un lugar muy singular y personal para nosotros dos. Además de que la comida era excelente. —¿Me vas a decir el motivo de la cena?—dije sonriente probando la ensalada que habíamos ordenado como entrada. Cómo siempre estaba exquisita y el ambiente del lugar el más oportuno. En combinación con la compañía de mi novio la noche no podía ser más perfecta. No tenía la más mínima duda de lo que sentía por Fabián y de lo feliz que me hacía. —¿Hace falta un motivo para que cenemos fuera y tengamos una bella velada?—respondió él en cambio y fue mi confirmación de que realmente había un motivo. —No, pero si para que la cena y la bella velada sea en este restaurante. —Pues voy a tener que decepcionarte mi reina. Pero creo que podré compensar esa decepción en la suite de hotel que reserve para nosotros—dijo y todos los poros de su cuerpo gritaban que era mentira, le conocía demasiado bien y sabía cuando tramaba algo, y esta noche lo estaba haciendo. Decidí sonreír y seguirle el juego, ya me había quedado claro que no me lo diría, así que tenía que esperar a que me diera la sorpresa. La cena fue espectacular y las atenciones de Fabián más aún. Pasó toda la noche sin revelar nada de lo que fuera que se traía entre manos y yo tampoco volví a preguntar. Cuando nos sirvieron el postre la melodía de Esta mujer de Ha-Ash inundó todo el lugar y yo sonreí al escuchar los primeros acordes, era mi canción favorita, me identificaba demasiado con ella porque a pesar de ser una mujer fuerte que era capaz de luchar por lo que fuera en la vida, había días que necesitaba el apoyo de alguien más, necesitaba saber que habían personas que me amaban y estaban junto a mí para tener la voluntad necesaria de poder enfrentar las dificultades que me presentaba la vida, poder superar todos los obstáculos, personas que me dijeran que todo estaría bien y que me ayudaran a superar las tragedias. Fabián se levantó y se arrodilló frente a mí y no pude evitar que mis ojos se anegaran de lágrimas a causa de la emoción. Podría ser una mujer fría, cruel y objetiva que ya no creía que la vida pudiera ofrecerle nada bueno, pero en el fondo seguía siendo esa mujer espontánea, apasionada y cándida que valoraba las pequeñas cosas que la vida le brindaba y creía que el mañana podría ser mejor. —¿Te gustaría dejar que este hombre aquí esté junto a ti cuando apagues la luz? ¿Me dejas abrazar tu vida cada vez que lo necesites?—preguntó mostrando un bello anillo de oro con un pequeño brillante en el centro, pero lo que más me emocionó fueron sus palabras, como utilizó las frases de la canción que más me gustaban para pedirme que me casara con él. —Solo si dejas que en los días yo cure tu alma—le respondí un segundo antes de besarle y pude escuchar varios vítores por todo el restaurante lo cual me hizo sonreír aún más. Fabián colocó el anillo en mi dedo y volvió a sentarse en su mesa con una hermosa sonrisa en su rostro. —Al final si tenía razón y te traías algo—le dije apuntandole con el tenedor mientras probaba el pastel de chocolate. Él río sonoramente y yo sonreí al escuchar el sonido de su risa, era maravilloso. —Siempre tienes la razón ¿No?—dijo y yo asentí divertida—Quería sorprenderte. Creo que ya es momento de que llevemos la relación al siguiente nivel, yo te amo como nunca he amado a nadie y si tú me amas la mitad de lo que lo hago yo seré el hombre más feliz de este mundo, aunque ya lo soy solo porque dijeras que sí. Además ¿Qué mejor que una sorpresa para ayudarte a liberar la tensión del día que tuviste hoy? No te creas que me pasó desapercibida la herida que tienes en el brazo. Y bueno también si te cogía por sorpresa no podrías decirme que no. No pude evitar reír por su último comentario, ¿En serio creyó que le diría que no? Fui a responderle en el momento en que sonó mi teléfono y ví que era Gisselle. —Cielo perdona pero tengo que responder puede ser importante—le dije y besé su mejilla antes de salir del reservado para contestar la llamada—Por tu bien espero que sea algo importante Gisselle, acabas de jorobar un momento bastante significativo. —Lo siento Alex, pero debes venir urgente para la mansión. Descubrimos algo que puede ser crucial y Benjamín te quiere aquí para ayer. —¿Qué es lo que descubrieron? —No te lo puedo decir por teléfono, solo ven por favor es importante, era la oportunidad que estábamos buscando solo que no tenemos tiempo que perder para poder hacer que funcione. Colgué la llamada y volví al reservado, no sabía como se lo tomaría Fabián pero esperaba que comprendiera que era algo importante. Le expliqué rápidamente y su cara no fue la mejor pero no dijo nada al respecto. En el trayecto hasta la mansión tampoco fue diferente y al llegar no quiso entrar, pero me tranquilizó la forma amorosa en la que despidió de mí lo cual me mostró que todo estaba bien entre nosotros. Entré apresuradamente al despacho de Ben y allí encontré a todos reunidos, incluso Danilo a quien me alegro ver que estaba bien, algo débil pero bien. —Alexa hasta que al fin llegas—dijo Ben con voz autoritaria, fui a responderle pero me interrumpió impidiéndome hablar—Gisselle descubrió que Mauricio Diestevan, la mano derecha del cabrón de Aracelio Iglesias que nos ha arruinado la vida, vendrá por una semana a la ciudad, se piensa hospedar en el hotel nacional. Esta es nuestra oportunidad, sí logramos llegar a él tendremos acceso a toda la red de Aracelio y podremos destruirle desde dentro.
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