Prólogo I

949 Words
Según Hesiodo, el primer ente que existió era el Caos, es el primer ser que vivió en toda la galaxia [...] A continuación, la informe fuerza natural del Caos generó a la Tierra (Gea, Gaia), la madre de todas las cosas y el Tártaro, el heredero del caos primordial. Ahora Gea, sin ayuda de nadie, engendró a un ser igual a ella misma capaz de cubrirla por entera, el Cielo Estrellado [...] Enseguida Urano se coronó como rey de este ordenamiento cósmico. [...] Gea tuvo que callar otro quejido y guardarlo en su interior, ¿cuánto tiempo más tendría que soportar aquella injusticia? Con su hijo y esposo Urano habían creado cosas muy preciosas, ahora plantas y animales poblaban todo ese mundo, también surgieron montañas, mares y ríos, aquella deidad parecía feliz, pero todo cambiaría pronto. Aquella felicidad se había ido hace mucho, aquel rey abusaba de su poder y comenzó a retener a sus propios hijos en el Tártaro, en el fondo de su ser. Al ver que el primero no era una simple personificación de los elementos, sino que tenía una forma humana, una forma más perfecta que la que él tenía, eran gigantes y poseían un poder que igualaba al de su padre, tuvo temor de que le arrebatara su estatus como rey y por ende comenzó a encarcelarlos a todos sin opción de ver la luz, guardados en la más profunda oscuridad. La pobre Gea no sólo tenía que soportar aquel dolor en silencio, sino que veía cómo el padre de sus hijos sentía gozo por lo que hacía no sólo una, sino varias veces. Tuvo que ver, sufrir, callar muchas veces y estaba harta, tan cansada que olvidó el cariño que tenía hacia su esposo. Gea olvidó que su esposo veía todo. Gea olvidó el basto poder de Urano al tener aquellas premoniciones. Gea esperaba que pronto la justicia divina llegara y que alguno de sus hijos pudiera terminar con aquel abuso, así que produjo un tipo de acero muy brillante, forjando una hoz y habló con sus hijos. “Hijos míos, si siguen mi plan, podremos poner fin a los maltratos de su padre” Intentó convencerlos, pero ninguno respondió a su llamado pues todos tenían miedo de su padre abusivo. Solo Cronos, el más joven, el de mente más retorcida, el más terrible de sus hijos y el que se llenó de un intenso odio hacia su padre por haberlos encerrado, se llenó de valor y respondió a las plegarias de su madre. “Madre, nuestro horrible padre significa nada para mí, yo seguiré tu plan al pie de la letra y con gusto nos vengaré, acabaremos con él y lo veré sufrir, así como te hizo sufrir a ti” Gea se puso eufórica de la emoción y le explicó el plan, puso en sus manos la hoz que había forjado y llamó a Urano quien ansioso por intimar, se extendió sobre ella. Cronos quien estaba en su escondite, salió y teniendo la hoz en su mano le cortó la fuente de su poder, sus genitales, arrojándolos poco después al mar. Urano quien aún se encontraba conmocionado por lo que había sucedido, maldijo a Cronos “te maldigo, a ti que me traicionaste y destruiste mi reino, así como tú me derrocaste, tus hijos harán lo mismo contigo y tu reino terminará” Así Cronos se convirtió en el soberano absoluto del mundo, liderando a sus hermanos y se casó con Rea, su hermana mayor. Pero tras la noticia de su primer embarazo, Cronos comenzó a mostrar sus verdaderos colores recordando siempre las palabras de su padre, le robó a su madre el poder sobre la tierra y a su hermano el poder sobre el mar, y no contento con eso se comió a sus hijos asegurándose de no perder su soberanía ni su poder. Pero Rea harta de la situación le pidió consejo a su madre, Gea, quien estaba enojada y decepcionada porque su querido hijo, el que la ayudó a poner fin al abuso de su padre, le robó poder de todo y encerró a sus hermanos ciclopes y hecatónquiros en el Tártaro. Apoyó a su hija y engañó a Cronos quien, en vez de comerse a su hijo, se comió una piedra en su lugar. Es así que Zeus, se escondió hasta que fue lo suficientemente adulto como para darle una pócima con la que Cronos vomitó a sus hijos y le declaró la guerra, comenzando la era de la titanomaquia. Duró diez años la guerra entre titanes y dioses, pero finalmente los dioses olímpicos ganaron, convirtiéndose Zeus en el nuevo soberano de todo y todos, encerrando a Cronos y a los titanes que habían participado en su bando en el tártaro por toda la eternidad…o al menos ese era el plan, pero Cronos logró escapar de aquel encierro junto a todos sus hermanos, no se supo cómo, no se supo quién ayudó, lo único que se supo es que Cronos y su séquito tan pronto como fueron liberados desaparecieron, pero Zeus aún se encontraba nervioso por no saber el paradero de su padre. Estaba seguro que Cronos no se quedaría quieto y que querría recuperar su trono. Las décadas pasaron, muchas deidades aparecieron, incluso hubo una época donde la humanidad los adoraba y esa adoración se convirtió en la fuente de poder de los olímpicos, al fin Zeus y sus hermanos parecían estar más relajados, tranquilos de que Cronos solo había desaparecido y comenzaron por fin a disfrutar de su poder. Pero pronto empezaron a notar que sus poderes disminuían de un momento a otro, eso solo significaba que la humanidad estaba dejando de creer en ellos.
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