Prólogo II

1242 Words
Por primera vez en varios años todos los dioses se reunieron y liderados por su rey, fueron a visitar a las Moiras, las deidades del destino, tal vez ellas podrían saber algo sobre lo que pasaba en el mundo humano. “Gran rey Zeus, queridos olímpicos, llegan tarde, es una lástima que vengan a nosotras cuando todo ya está consumado, nunca hemos atendido a todo un grupo, pero como es la última vez que nos vemos se hará una excepción, si desean tanto saber su destino, aquí está: el reino que se conoce está por terminar, pronto los olímpicos y otros seres divinos desaparecerán y la oscuridad llegará al mundo humano. El antiguo rey tiránico está usando una magia poderosa oscura y antigua para derrocarlos, una que ni los dioses pueden romper y aunque se tomó su tiempo él volverá a alzarse sobre las cabezas de los hijos que una vez lo condenaron y esta vez no se detendrá sólo con poseer lo que una vez le fue arrebatado, esta vez la humanidad sufrirá con los dioses, los humanos que aún creen en los olímpicos y los que tienen un corazón puro se irán a lo más profundo de la oscuridad, sus almas no podrán ser salvadas, el inframundo también perecerá, los de corazón parecido a su rey oscuro podrán vivir con la condición que vendan su alma para alimentar el poder del tirano y esta vez nadie podrá detenerlo, nadie podrá encerrarlo porque no habrá alguien más poderoso que él.” Tras escuchar aquella premonición, Zeus sintió por primera vez el miedo, un miedo crudo que recorría todo su cuerpo y le costaba respirar, no se dio cuenta de los susurros y gritos ahogados detrás de él, las Moiras dijeron que ya era tarde, ciertamente en los últimos años se relajaron demasiado y no tomaron importancia de las banderas rojas que se levantaban una a una. La primera señal fueron las guerras que empezaron a suceder más seguido, la avaricia y envidia humana comenzó a corroer sus espíritus mortales, si bien los humanos les rezaban y les daban ofrendas en sus templos, a ellos no les importaba mucho porque disfrutaban de observar cómo esos pequeños y débiles seres peleaban por tierras que claramente les pertenecían a las deidades, era hasta un poco adorable de ver, incluso algunos dioses se disfrazaban y bajaban para participar, otros apostaban por qué bando iba a ganar. La segunda señal era que el odio de los humanos se estaba duplicando exponencialmente, un odio hacia los de su r**a y también hacia las deidades que los crearon, pero no les preocupó porque eran temidos y mientras siguieran adorándolos todo se dejaba pasar. La creación humana no era perfecta, Zeus y los demás estuvieron satisfechos con eso porque si fueran perfectos se parecerían a ellos, y eso no les gustaba para nada, les gustaba el hecho que fueran débiles y propensos a enfermedades y a la muerte porque so demostraba quiénes eran superiores, pero ahora su propia creación se estaba poniendo en su contra, el odio se acumulaba y el olvido se hacía más presente. Ahora que lo pensaba, todo había iniciado desde que Cronos se escapó con sus secuaces, las enfermedades iniciaron justo después de que su padre y su bando escapara, el hambre de guerra y de poder comenzó también por esa época ¿había alguna posibilidad que su padre estaba influyendo en las emociones y decisiones humanas, amplificándolas? Ya era tarde y el dios de todo se sintió arrepentido y desesperado por primera vez en su vida, ahora que se daba cuenta que sus acciones también influían en su creación, quiso remediarlo, pero sobre todo deseaba poder protegerlos de su destino miserable. “¿hay algo que se pueda hacer? No me digan que todo está perdido, debe haber algo, lo que sea” Aunque no lo hicieron notar, diosas del destino se sorprendieron un poco al notar la desesperación del rey arrogante, por un minuto se quedaron en silencio al pensar en las opciones, tal vez si hicieran aquello, pero… ¿estarían dispuestos? “No todo está perdido…si cada uno de ustedes está de acuerdo en dejar ir lo más importante de su esencia divina, de lo que los convierte en lo que son. El rey tirano hizo lo mismo junto a su séquito, buscó cuerpos humanos para poner su espíritu en ellos, ahora son humanos inmortales con espíritus divinos que los guían y aconsejan, sin embargo, ahora mismo esas esencias están dormidas hasta que sea el momento adecuado de despertar, eso no quiere decir que los nuevos contenedores se queden sin hacer nada, el rey tirano dejó tareas precisas que se deben cumplir hasta que él despierte…la única manera de deshacerse de ellos es matándolos con las armas divinas que los olímpicos poseen, pero nada es fácil, con su cuerpo actual es difícil ubicar los contenedores, solo un contenedor puede encontrar a otro contenedor. Tú y los tuyos tendrán que hacer lo mismo y encontrar contenedores adecuados, lo único que podemos hacer por ustedes es enlazar su despertar con la del rey tirano.” En ese momento Zeus tomó una decisión y estaba seguro que las otras deidades también pensaban lo mismo, no iban a irse sin luchar, no permitirían que Cronos volviera a surgir, su orgullo y sus ansias de aniquilarlo lo impedían, no importaba si dejaban su divinidad a un lado, no importaba nada siempre y cuando lucharan contra la misma oscuridad. Al ver la resolución de los dioses, Laquesis, la que echa suerte, una de las diosas del destino decidió por primera vez, ver el futuro de estas deidades por simple curiosidad, pero un manto n***o se regía en su vista haciendo que una risa parecida a un quejido saliera de ella, todo se ponía interesante, ella y sus hermanas que nunca se separaban tuvieron un acuerdo tácito de apoyar sin pedir algo a cambio, solo por el placer de ver lo que pasaba, un placer las recorrió, desde que vieron el mundo su destino estaba sellado, su deber era uno y se regían a eso, pero por primera vez esperaban con ansias el futuro. Ellas no iban a desaparecer, permanecerían en el mundo por siempre o al menos hasta que otro encontrara su debilidad, el para siempre era algo aburrido y no se quejaban, pero entonces aparecieron los olímpicos dándoles la oportunidad de poder observar algo que ellas mismas no podían prevenir, algo que no estaban en sus premoniciones y eso era excitante. ¿quién ganaría? ¿el rey tirano terminaría con la vida de sus hijos? ¿el rey tirano pondría la vida de la humanidad en sus manos? ¿o el rey de todo y sus olímpicos volverían a derrotar a Cronos? ¿se redimirían los dioses por su vida pagana? Muchas preguntas se arremolinaban en su interior y si bien las Moiras habían dicho la verdad, era una verdad a medias, no iba a ser fácil y no solo iban a deshacerse de su esencia que los hacía ellos, iban a tener que pagar un precio por su vida libertina y sus decisiones egoístas, ¿cómo reaccionarían si ellas les dijeran que iban a tener que pagar con sangre, lágrimas y dolor por lo que hicieron en su vida divina? ¿hubieran aceptado si se los advertían? Bueno, eso nunca lo sabrían porque iban a disfrutar mucho más viendo las decisiones que tomarían en un futuro
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