Zeus

Capítulo 22 parte 1

CAESAR

Cálmate Caesar, queremos información sobre Cronos y luego eliminar a sus seguidores, pero no queremos llamar mucho la atención derramando más sangre innecesaria.

“No me digas qué hacer, estoy intentando arreglar lo que ustedes malograron milenios atrás.”

Y por eso mismo los elegimos, son nuestros guerreros, pero no es necesario que te desquites de esa manera. Entiendo que estes frustrado, pero…

“No estoy frustrado”

¿Crees que no me he dado cuenta? Desde que regresaron del compromiso de la hermana de la humana elegida, no han sido como antes. La humana se rehúsa verte y tú estás frustrado por eso.

“No sé de qué me hablas”

El suspiro frustrado de Zeus se hizo notar, pero no dijo nada más, solo le siguió el silencio.

Yo también me sentía así, Zeus tenía razón y eso me hacía enojar aún más. Estas dos semanas fueron un infierno para mí. Pensé que luego de la fiesta de compromiso de su hermana, mi ninfa y yo podríamos recordar lo bien que pasamos, esos momentos tan candentes donde fue mía una y otra vez, deseaba demasiado volver a tocar ese pequeño y suave cuerpo, deseaba su excitación en mi boca, deseaba ver cómo se corría con mis dedos, mi boca y mi polla. Lo necesitaba tanto como respirar, solo tenerla unas pocas veces no fueron suficiente, no estuvo ni cerca de saciarme. Era como un adicto que necesitaba su droga, yo necesitaba sus caricias, sus besos, deseaba sus suaves manos recorrer mi cuerpo, anhelaba escuchar su risa y ver su rostro nublado por el deseo, yo necesitaba ver ese sonrojo que se apoderaba de su cuerpo cada vez que se sonrojaba. Lo necesitaba tan malditamente… y tan malditamente no lo tenía.

Decidí darle un tiempo a solas cuando regresamos de la fiesta de compromiso porque sabía que debía tener problemas lidiando con sus sentimientos residuales, lo entendí, pero en el interior los celos me estaban matando porque no deseaba que sintiera el mínimo cariño por ese humano débil, quería ser yo el que consumiera todos sus pensamientos y ocupara todo el espacio en su mente. Sin embargo, lo entendí, y le di ese espacio.