Zeus

Capítulo 17 parte 4

Mi mirada se centró en el origen de la voz nasal que tanto conocía bien y que no había escuchado en estos días. Ahí estaba Lizz, esplendida como siempre, tenía un vestido rosado con blanco con corte corazón y sin mangas, la falda era corta por delante y aumentaba por atrás haciendo la ilusión de cola, como si fuera un vestido que una novia usaría en la recepción de la boda. Los zapatos de taco alto color blanco hacía que se viera mucho más alta y estilizada de lo que realmente era, en su cuello colgaba un collar de oro rosado que combinaba con unos aretes largos del mismo material. Su cabello rubio estaba pulcramente peinado en un moño bajo y una tiara se veía adornando el moño. El maquillaje era rosa y el labial color nude. Todo en su conjunto hacían ver a Lizz como si fuera un ángel caído del cielo. Una parte de mí, la parte que era envidiosa deseaba que se vea mal, que tal vez su vestido no le quedara o que el maquillaje no le combinara bien, pero se veía justamente como lo que era, la protagonista del show. Y a su lado se encontraba Jason vestido con un traje n***o impoluto, camisa negra y corbata rosa, como si quisiera combinar con el vestido de Lizz, su cabello peinado todo hacia atrás lo hacía ver más maduro, Jason era guapo, siempre lo fue y ahora debía admitir que se veía muy bien. Hace algunas semanas hubiera babeado por esa vista, incluso hubiera estado algo avergonzada por poder ver algo así de atractivo, pero ahora no sentía nada, a mi parecer había alguien mucho más atractivo que Jason y ese alguien estaba a mi lado. Mientras Jason tenía ese atractivo elegante, Caesar, mi guerrero, tenía un atractivo salvaje y eso me parecía mucho más interesante y estaba encantada con él. Eché un vistazo al rostro de mi ex prometido esperando ver la emoción, pero lejos de ver eso, un rostro con lo que parecía anhelo me recibía, parecía que deseaba decirme algo, era la primera vez que veía en Jason esa mirada, él era seguro de sí mismo, pero decidí no ahondar más ni preguntar más, él ya no formaba parte de mi vida y tampoco tendría mi atención, así que solo me concentré en mi hermanastra.

— Hola Lizz, te ves muy bien. Por cierto, felicidades por tu compromiso. Espero seas muy feliz en esta nueva etapa de tu vida.

A pesar de todo lo que me había hecho mi hermanastra, las palabras que dije fueron sinceras, esperaba que ella pudiera ser feliz, esperaba que pudiera formar una familia armoniosa y sentirse plena. La incertidumbre llenó la mirada de Lizz por unos segundos, seguro no se esperaba un saludo tan educado de mi parte, no después de saber que el futuro prometido de mi hermanastra era mi ex prometido, ni tampoco un deseo que se notaba tan sincero, pero de mí no iba a recibir alguna acción de reproche o venganza, no valía la pena.

— SI… claro. Gracias, Por cierto, ¿Quién es el caballero que está contigo?

— Bueno, él es…

— Nora querida, viniste.

Todos volteamos a ver a madre que se estaba acercando a nosotros del brazo de Franklin, madre estaba vestida con un vestido rojo que mostraba muy bien sus curvas, su cabello rubio bien peinado y su maquillaje la hacían ver una mujer madura, pero hermosa. Me di cuenta que Lizz heredó los genes de madre, ella era rubia como madre, tenía la misma constitución física de madre, Lizz era una copia de madre, y yo, bueno, yo me parecía más a papá con mi cabello n***o, no me molestaba en absoluto, pero el verlas juntas solo hacía que los recuerdos de mi pasado me atormentaran. Decidí desviar mi vista a Franklin que como siempre vestía un traje caro y me miraba con el desprecio de siempre.

— Madre…Franklin.