Capítulo 21 parte 4

430 Words
Estaba tan paranoica porque no me encontraran que mi mente imaginaba distintos escenarios en los que todo salía mal por mi descuido, estuve toda la noche repasando una y otra vez el plan, intentando encontrar fallas y resolviéndolas en mi cabeza hasta que llegó la medianoche y fue momento de iniciar todo. No pude descansar nada, pero mi energía estaba a tope, seguramente era la adrenalina que corriendo por mi cuerpo. Con mis manos temblorosas cambié mi ropa a oscuras, porque no quería que se dieran cuenta que estaba despierta. En el transcurso de las horas cambié de opinión y opté por sí llevarme un par de leggins, dos polos y ropa interior, elegí lo que parecía lo más barato y más cómodo. Como estaba dejando mi laptop, había espacio de sobra para esas cositas y el peso de estas no sugería mucho esfuerzo de mi parte “al menos me llevo algo por las molestias”. También me encargué de alistar un par de sándwiches por si me daba hambre. Salí de la habitación temblando, caminé de puntas intentando hacer el menor ruido posible. Al mirar a mi alrededor todo parecía estar en silencio y a oscuras, solo los pasadizos parecían estar iluminados por las luces de pared, mirándolo bien, parecía una escena de esas películas de terror en las que el asesino se escondía en la oscuridad listo para matar a cualquiera que pase por el pasillo. Ignorando los escalofríos que me recorrían, fui rápidamente hacia el cuarto donde estaban las llaves generales de luz. Una vez allí cogí un pedazo de tela y alcohol que había guardado junto a un encendedor y prendí la punta de la tela. Era lo suficientemente larga como para que el fuego pudiera alcanzarla lentamente dándome el tiempo suficiente como para estar ubicada en la zona de mi escape. Salí rápidamente de la habitación y me escabullí por la puerta trasera escondiéndome en un arbusto y vigilando a los guardias que estaban en la reja de salida. Había corrido lo más rápido que pude sin hacer ruido y esperé. Los segundos parecían minutos largos y ya me estaba desesperando pensando en que quizás la tela se había caído o algún fuerte viendo había apagado la llama, pero pronto escuché una conmoción proveniente del interior de la casa. Los guardias que estaban custodiando las rejas salieron corriendo hacia la mansión gritando con fuerza “hay un incendio en casa” esperé unos segundos más para asegurarme que nadie más iba a venir y luego salí corriendo como alma que lleva el diablo.
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