Capítulo 21 parte 5

439 Words
Corrí como si mi vida dependiera de eso y solo cuando vi el taxi en el punto de encuentro pude sentirme más tranquila, cuando subí al taxi y este comenzó a avanzar vi la mansión la sensación de logro, de haber salvado mi vida me llenó. Estaba todo a oscuras como si todo estuviera tranquilo, como si nada perturbara la calma en esa mansión, pero si te fijabas bien podías ver una habitación iluminada, era el fuego que yo misma había provocado y que me imaginaba pronto estaría cubierta por los trabajadores. De lejos parecía una mansión normal, pero sabía los problemas que yo había causado para estar afuera, intenté averiguar si me sentía mal por haber causado problemas, pero no sentí nada de culpa, al contrario, una sensación de alivio me recorrió junto a una enorme tristeza envolviendo mi corazón cuando me puse a pensar en el que se convirtió en mi carcelero, pero también en el dueño de mi corazón porque lo sabía bien, sabía que a pesar del poco tiempo y a pesar de todo lo que me hirió escuchar las palabras de Caesar, él fue la primera persona que me hizo sentir tan amada y aunque fuera mentira, me sentí deseada y hermosa. Caí en cuenta que nunca había sentido una pérdida tan grande desde la muerte de mi padre, entendí que el amor que sentí por Jason no se comparaba a lo que sentía por ese guerrero que me cautivó la primera vez que lo vi. Con Jason era un cosquilleo comparado con esas corrientes eléctricas que Caesar me provocaba solo con una mirada. A él solo le bastaba eso, una mirada y yo ya estaba hecha un charco, sin darme cuenta entregué mi corazón sin reservas, sin que él lo pidiera y sin que yo lo esperara. Esa revelación hizo que la tristeza y el dolor de la pérdida me embriagara mucho más, el pecho me apretaba como si alguien presionara mi corazón con la intención de aplastarlo. Las lágrimas amenazaban con salir, el nudo en la garganta era cada vez más difícil de ignorar. En un intento por controlar mis sentimientos, me despedí de la mansión y de todos los recuerdos que pase en ella, mi secuestro, mi primer encuentro con Caesar, mi primera vez, los besos y abrazos, todo eso ahora se quedaría en esa mansión y muy adentro de mi corazón guardado en siete llaves. Me prometí no volver a sacar los recuerdos de ahora en adelante, seguiría mi camino y todo lo demás quedaría olvidado, me lo prometí mientras admiraba como esa mansión se hacía más y más pequeña.
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