Tu eres importante.

625 Words
Parecía un sueño, como si no fuera verdad lo que estaba pasando; era otra versión de él, más linda y cariñosa. Nuestros labios se unieron en un beso lento y tierno, y mis manos se deslizaron por debajo de su camisa, tocando la piel de su espalda. - Estoy bien, no estoy incómoda en lo absoluto. - Su aliento golpeó mi cara, tan caliente y pesado; con eso tuvo para posicionarse y tomar mis caderas con suavidad pero firmeza. - Entonces puedo hacerlo ya. - Subí un poco su camisa para que no le estorbara o se ensuciara; estaba lista y lo atraje más a mí. - Sí, puedes... - Apretó mis caderas y, con suavidad, entró en mí, soltando un jadeo de satisfacción para luego besarme y empezar a moverse lentamente. - Está bien así... No te lastimo, cariño. - Era tan tierno al hacerlo que me era imposible creerlo; era un poco extraño sentir eso. - No, lo estás haciendo bien... - Seguimos con las caricias y besos; cada jadeo y gemido era suave y necesitado. No sé por qué quería un poco más fuerte; él lo hacía de maravilla, pero mi cuerpo lo deseaba un poco más rápido. No sabía cómo decírselo; su boca estaba en mis pechos, besándolos y chupándolos sin dejar de moverse, mientras mis manos jugaban con su cabello y gemía. - Necesito más, un poco más... Por favor - Dejó de moverse y su cuerpo se estremeció; un gemido salió de él, y sus manos bajaron a mis muslos, apretándolos. - Un... un poco más... fuerte, ¿puedo... hacerlo? - Su voz era casi un murmullo ronco y agudo; no sé por qué me dio escalofríos en la columna. - Sí, puedes hacerlo... te lo estoy pidiendo - No dijo nada más y abrió un poco más mis piernas para empezar a moverse un poco más fuerte y rápido, lo que hizo que mi cabeza se echara hacia atrás, soltando un gemido de placer. Lo estaba disfrutando; me gustaba cómo me lo estaba haciendo. Su boca seguía en mis pechos, succionando uno de mis pezones y tirando de él para luego ir con el otro. Me daba descargas por todo el cuerpo, lo que me excitaba y me hacía gemir de placer. Se alejó y se detuvo para quitarse el chaleco, junto con la corbata y la camisa. - Te necesito, cariño... No quiero dejarte... No pienso ir ahora a donde pensaba ir; que se esperen, tú eres importante. - Sus manos fueron al cierre de mi vestido, deslizándolo con rapidez para quitarme el vestido. Tuvo que salir de mí para quitarme y quitarse él el pantalón y los zapatos; esto se salió de control. Nuevamente se acomodó en mi entrando con cuidado, moviéndose al mismo ritmo sin llegar a lastimarme. - Cariño... Te amo, te amo mucho, mi amor. - Se escuchaba tan sincero, le estaba creyendo; este lado suyo me gustaba, me encantaba. No sé cómo es que llegamos a estar solo cinco minutos a una hora haciéndolo una y otra vez. Teníamos los cuerpos sudados y yo ya estaba cansada, pero él no; eso es lo que no cambia: su resistencia. Ya mis gemidos y jadeos eran cansados y bajos. - Solo una vez más, cariño... Un poco más y ya termino, ¿sí?... Te prometo que te voy a compensar esto. - Tuve que aguantar un poco más; además, yo también estaba por terminar. Sentir cómo aceleraba sus embestidas mientras nuestras miradas se unían no era la misma; era diferente, más relajada a pesar de estar a punto de correrse. No nos tomó mucho tiempo llegar al orgasmo juntos, ver cómo cerraba sus ojos con fuerza y su cuerpo temblaba al llegar al orgasmo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD