10 Febrero 2018 Moscú, Rusia Olivia come el pan con asco. Jamás había comido pan de esa manera y con agua menos. Empieza a llorar y lo lanza a la puerta con rabia. Se levanta del asqueroso colchon y camina en círculo, sus lágrimas empiezan a salir. Piensa en como era su vida antes del secuestro. La confianza que le tenía a Jhonny y a su propio primo. Cae al piso a llorar cuando le da vuelta al asunto y ve la gravedad: encerrada con unos desconocidos, no está comiendo bien, la golpean y sus ataques de epilepsia han vuelto. Llora, golpea el piso y hala su cabello con rabia. No siente dolor, solo impotencia y desilusión. —Me acompañarás a un lugar —dice Artur parado con las manos en los bolsillos. —No iré a ningún lado —contesta Olivia sentándose en el piso. —Aqui se hace lo que yo q

