Aileen me llevó a la cama en donde me ayudó a secar mi cabello, me acostó y tomó mis llaves.
— Iré donde el tío Andrés para que me lleve a la escuela, quizás la tía Rea pueda cuidarte.
— Cariño recuerda que no tienes colegio, pensaba ir a hablar hoy con la directora para ver si te reciben.
— No lo recordaba, supongo que es la costumbre.
— Dame cinco minutos para reponerme y así ir al colegio — sacudí mi nariz — no va a ser ni la primera, ni la última vez que me enfermo.
— No, iré donde el tío Andrés y la tía Rea para que te ayuden. Es cierto que no es la primera vez que te enfermas, pero la diferencia es que ahora sí tenemos a alguien con quien acudir.
Aileen se fue del apartamento y yo quedé en la cama, saqué el termómetro que mantenía en la gaveta de mi mesita de noche y le tomé la
