En lo que iba a subir al carro, Damián gritó mi nombre, al verlo venía corriendo, el sudor se deslizaba por su rostro. — Por favor no te vayas, no fue mi intención ser majadero, quédate. — Que el señor no se me acerque — le dije a ella — ya vámonos. Ella me cubrió e impidió que Damián se acercara a mí, una vez que estuve dentro, la empleada que había mandado Bri, entró al coche. — Por favor espera — Damián se acercó al carro — no te vayas. Intentó abrir, pero la puerta del carro estaba con seguro, el coche arrancó y se fue, Damián maldijo hasta que no lo pude escuchar. — ¿Adónde quiere que la lleve señorita Black? — A mi apartamento, por favor. Ella me llevó a mi apartamento, entre y puse el seguro, mi celular comenzó a sonar, al ver que era Damián quien llamaba decidí apag

