Premonición
Zulema
Han pasado 5 años después de que subí a ese avión sin mirar atrás. Sosteniendo un sobre con un resultado positivo que no puede compartir.
Mi decepción, impotencia y un corazón roto por algo que pensé que duraría más que mi matrimonio. Una ilusión, una aventura que quizás no debí arriesgar.
Sabía que cuando cayera de esa montaña rusa las posibilidades de volver a subir juntos serían positivas. Pero me engañe, creí y ahora aquí estoy de nuevo sola.
Aunque dude por un momento continuar con aquel resultado positivo. Mis ganas de seguir, de luchar, se extinguieron con ese rechazo, esa indiferencia. Lo peor es como termino, como una cosa hizo cambiar todo.
La culpable según él era yo. La omisión de una información que escapaba de mis manos, la reserva y promesa por otro lado.
Lo peor es que desde que lo conocí después de ese avión, después de salvar la vida a su hijo. Él lo sabía. Sabía lo que conlleva estar conmigo.
Pero prefirió la salida más fácil, el temor y arrancarme de su vida. Sin derecho a una oportunidad.
Un amor intenso y profundo. En tan poco tiempo, sucedió, lo sentimos, lo disfrutamos. Pero todo se acabó.
Al volver con tantas emociones acumuladas, impotencia de ser excluida de esa forma. Solo me refugié en mis hermanas, ellas me apoyaron a seguir. Mi ex esposo se volvió un soporte y amigo. El amigo de aquel hombre y Carolina se convirtieron en parte de mi vida incondicionalmente.
Ivana y Karina nunca dejaron de decirme lo valiente y fuerte que era. Todos ellos fueron suficiente para llenar ese vacío. Esa ausencia.
Uno en un millón, nunca olvide esas palabras de aquel médico.
Ese uno, me tocó a mi.
Tocan mi puerta de la oficina y me sacan de mis pensamientos, ha pasado tanto tiempo pero cuando veo la foto en mi escritorio es inevitable pensar.
¿Pudo ser distinto? ........ pienso y luego niego con la cabeza, el quizás no existe, el hubiese, mucho menos.
—Adelante —Doy pase a qué ingresen.
—Buen día Zule —Ella ingresa con documentos en la mano —¿Y esa cara? —Ella me evalua, hasta que su mirada se posa en el portaretrato. —Estas pensando en él.
—Suspiro —No es lo que parece —Dejo el cuadro en mi escritorio.
—Esa mirada perdida ya la conozco, son 5 años amiga, debes dejarlo ir. —Ella se acerca y se sienta frente a mi.
—Es difícil, cuando todos los días al verlos me lo recuerdan. —Ella me hace una mueca de resignación.
—Vale, lo sé quería. Por eso te digo que es tiempo que debes de salir con otras personas —Me coge la mano —Date la oportunidad.
—Tengo responsabilidad Karina, no solo varios negocios ahora, una familia, y hasta un perro. No es fácil. — Le aprieto la mano —¿Quien querrá a una mujer así de complicada?.
—Muchos y lo sabes —Me suelta la mano y me apunta con el dedo —Tú, sabes cuántos hombres, no solo clientes, trabajadores o conocidos, solo vienen para verte a ti. Oye eres una mujer atractiva, empresaria, buena madre. Eres el paquete completo.
—Suspiro resignada —Vamos a hablar de trabajo que eso me es más importante ahora.
—Pues no Zulema —Karina coloca sus manos en forma de jarra —He escogido tres pretendientes, tienes a Max el hombre madurito, con dinero y empresario. Tienes a Salvador, el es el colágeno, bueno solo tienes 8 años manor pero babea por ti y tambíen tiene buena posición económica y es abogado. Por último tienes a Fransisco este es de tu edad. Bueno solo es un arquitecto no empresario, pero se ve buenachon. —Vuelve a apuntarme con el dedo —Ahora escoge, se que ninguno es tan rico con el de España pero van acordé con la realidad aquí.
— No voy a exponer a nadie a estas tontas ideas tuyas —Digo ya cansada por su insistencia —Ya tienen a quien decir papá y ese es Marcos. No necesito complicar más mi vida.
—Amiga no puedes cerrarte a esa mala vivencia. —Se para y viene a mi—Esa relación solo duró un poco más de un mes.—Me abraza —No puedes pensar que todas serán iguales. No lo conozco y por lo que me dijo Ivana, se que esa relación si fue intensa. Pero no te niegues a esa posibilidad de rehacer tu vida.
—No es miedo, solo que nadie me atrae —Y eso es verdad.
—Porque eso, aun te sigues aferrando a él —Se separa y me hace mirarla —No te hagas la ciega, él ya rehizo su vida incluso se va a casar con otra. —Me duele escuchar eso, me lastima —Lo siento amiga, necesitas pisar tierra.
—Ok, dejame pensarlo y tomar una decisión —Le ofresco —Dame una semana y tendré el nombre del candidato.
—Ok, está bien, solo una semana. —Me señala —O tendrás que aceptar las citas que te agende con cada tipo que se me ocurra. —Amenaza.
—Karinaa .... —Esta se encoge de hombros.
—Ivana viene el próximo mes y me dijo que tenemos que salir en pareja. —Dice ella — Y ya no puedes utilizar a Marcos porque hasta el ya se dió por vencido y está iniciando una nueva relación.
Y me alegro por eso, al volver el quiso que estuviéramos, que fuéramos una familia que me aceptaba con todo, pero yo ya no lo amaba. No solo podía estar por conformismo, no podía usarlo. Aunque a su insistencia lo intentamos pero nos dimos cuenta que esa relación nunca sería igual. Así que decidimos ser solo padres y conservar ese cariño para dar amor a ellos.
Cambio de tema solo de trabajo. Avanzo unas cosas y se retira a supervisar más sedes. Así son todas las mañanas. Ella después de mi regreso acepto trabajar conmigo. Sabía que necesitaba un apoyo, no solo en lo laboral sino también en lo emocional.
Ahora no solo tengo 3 locales sino 6, estoy muy orgullosa de como pese a todo pronóstico puede sacar a flote mi negocio.
Recibo una videollamada y es de mis hermanas. Ese clásico sonido y ringtone que tiene no ha variado en tantos años.
—Hola —Saludo mientras miro la pantalla.
—Hello —Dice Catalina.
—Hola Zule —Dice Rubí
A qué debo esta llamada tan temprano. Alguna pelea de papá y mamá?
—No para nada, eso no se puede ocultar en el w******p familiar. —Y tiene toda la razón, mi mamá es intensa con los mensajes.
—¿Entonces?—Digo despreocupada.
—Zulema, volvimos a soñar con esas premoniciones —Dejo de escribir y ahora sí volteo a verlas al teléfono.
—¿Cómo dijiste? —Nececito que me detallen.
—Ambas tuvimos sueños premonitorios —Dice Cata muy sería.
—Si Zu, es un niño el que se enferma —Habla ahora Rubí.
—¿Que más descubrieron? —Pregunto.
—No mucho, si te acuerdas del sueño de hace unos 5 años, daba a conocer que necesitábamos que tú sigas adelante con ese resultado positivo. Aceptarás y lucharas para salir adelante contra todo pronóstico. No fue fácil, lo sabemos pero lo conseguiste. El resultado de eso, podrías salvar la vida de uno de nosotros. O alguien cercano.
— Ese sueño volvió a aparecer. Ambas soñamos y ahora nos revela que es un niño, quien está en peligro y necesitará de ti y de ellos para sobrevivir.
—¿Tú no has tenido una premonición aún? —Pregunta Rubí.
—No —Digo mientras me cojo la cabeza e introduzco mis dedos en mi cabello para masajear —Saben que lo volví a bloquear. Ese don me hizo mucho daño. —Me alejo de él —No quiero saber más, si algo debe de pasar lo afrontaremos como cualquier humano. —Mi corazón duele. Solo me tortura saber si soy yo quien tuvo el un error, o fue él.