- ¿Qué querías hablar conmigo? El fuerte viento alborota su melena, lo que lo hacía verse aún mejor. - No le puedes contar nada. - ¿A qué te refieres exactamente? - pregunté. - A lo que ha pasado entre nosotros - aún seguía sin entender de que estaba hablando y debió ver mi confusión - estoy hablando de los besos y los encuentros que hemos tenido. - ¿Por qué? Gabriel se sentó en el muro del edifico con la piernas hacía afuera y lo imité intentando disimular el temor que tenía por caer 40 pisos. Dio un profundo suspiro y continuó diciendo. - No fuimos creados para dar o recibir amor y menos para realizar alguna clase de afecto, todo lo que pueda estar relacionado es prohibido. - ¿Eso quiere decir que nunca habías hecho cosas como esas? - ¡No! No seas tan ingenua - eso había doli