Jonathan El vacío se instaló en mi pecho ni bien Eliza dejó la oficina. Quería ir tras ella. Cada fibra de mi ser me gritaba que lo hiciera, que no la dejara marcharse con la mirada herida que me había lanzado antes de cerrar la puerta tras de sí. Casi lo hice. Pero me detuve, porque sabía que había algo que debía enfrentar primero. Este era el momento de tener la conversación que había estado posponiendo, de cerrar un capítulo que no tenía cabida en el futuro que deseaba construir. Natalie. Quería hacerlo de la forma correcta, terminar las cosas de manera decente. Ella se merecía eso, y aunque mis sentimientos por ella no existían, nuestra historia había sido real en algún momento. Pero no podía dejar que continuara. No cuando mi corazón le pertenecía a otra persona. ― ¿Vamos a t

