Capítulo 1.

1341 Words
—¿Quieres un poco más?— Pregunto estirando el tazón con trozos de diferentes frutas. —Si, gracias.— Colocó el tener en un trozo de sandía para llevárselo a su boca. —Este día a sido muy agradable, ¿verdad pequeña?— Acario la mejilla de la niña. —Gracias por invitarnos.— Se acercó al chico para dejar un beso en sus labios. —No tienes que agradecer amor, te mirabas tan estresada por la universidad que creí que sería bueno que tuviéramos un picnic los tres.— Tomo entré sus brazos a la pequeña para levantarla por los aires. —Esta hermosa niña necesitaba salir a divertirse.— Sonrió al escuchar la risa de la niña. Volvió a sentarla en la manta para darle un vaso entrenador con jugo. —¿Que deberíamos de hacer después del picnic?— Preguntó ansiedad o ahora keira quien después hace meses había logrado cambiar su nombre. —Podemos ir a casa y ver alguna película juntos.— Se acercó para rodearla con sus brazos. keira asintió, su corazón se sentía tan pleno en esos momentos. —Suena maravillosa esa idea.— Recargo su cabeza en el pecho del chico, sintió con calidez el abrazo que estaba recibiendo en esos momentos. La pequeña estiró sus brazos queriendo, keira se separó para tomarla en brazos y levantarse. —Si nos atrapas haré tu postre favorito está noche.— Dicho eso corrió con la niña en sus brazos quién tan solo reía. Un divertido juego había iniciado entre ellos. El chico se levantó llendo tras de ellas con unas sonrisa divertida. —¡Tendrás que preparar el pay de limón que tanto me gusta!— Exclamó cuando las agarró abrazandolas a ambas, para después tomar a la pequeña en sus brazos junto a keira y empezar a jugar. —¡Eso es trampa no, nos diste tiempo de correr más rápido.¡— Soltó keira sonriendo. Horas después. La hermosa niña se encontraba sentada en la cama viendo entretenidamente la película de pie pequeño junto a keira quien tenía la cabeza en el pecho del chico recostado en el colchón. Habían terminado de cenar y comer el postre que habían mencionado horas atrás. —Pronto iniciarán las vacaciones.— Mencionó keira con voz baja. —¿Estas seguro de querer viajar con nosotras Jayden?— Preguntó. —¿Jayden?— Preguntó ofendido. —Perdón, sabes que no soy muy fan de los apodos amor.— Hablo divertida por la situación. —¿Vez como el amor suena más bonito?— Dijo. —Y si, estoy seguro.— Beso su cabeza. —¿Por que tan derrepe me preguntas eso?¿Es por qué no quieres que vaya? Si es así sabes que puedes ir sola no hay ningún problema en ello.— Hablo seguro de sus palabras. Keira negó. —No es eso. es solo que tengo miedo de regresar a Nueva York.— Confesó ó con voz baja, sentía una sensación rara en su pecho. —No tienes por qué temer, el destinó quiso que nos volviéramos a encontrar después de tanto tiempo así que te protegeré con mi vida.— Aseguró el chico quién tenía sentimientos puros y verdaderos hacia keira. —Quién diría que el niño que me molestaba en Kinder y en segundaria se volvería mi novio.— Bromeó en un intento de relajar el ambiente. El chico soltó una risa. —En mi defensa solo quería llamar tú atención.— Dijo Jayden. —Y ¿Como no hacerlo si pegaste un chicle en mi cabello?— Recordó dándole un pequeño golpe en el pecho de el. —Lo siento, solo era un niño.— Se defendió con inocencia. La película había llegado a su fin sin siquiera darse cuenta. —¿Te quedarás a dormir, verdad?— Preguntó keira, levantandose para tomar a la niña. Jayden asintió. —Tomare una ducha, si no te molesta.— Se levantó de la cama. —Sabes que no me molesta, hay ropa tuya en el armario iré a acostarla.— Hablo, para salir de la habitación. ¿El por qué tenía ropa de jayden en su armario? La respuesta era simple, llevaban siendo parejas hace ya seis meses y aún que fueran pocos lo conocía desde que iban en preescolar por lo que la confianza que se tenían era demasiado grande como para que el pasará la noche con ella. Jayden había sido su mayor soporte cuando se mudó de país reencontrandose en la biblioteca de su universidad, ¿Quién diría que el destino los uniría de esa manera? Keira había pasado la mayor parte del tiempo deprimida por la decisión que había tomado, no comía como era debido y el insomnio se había vuelto su mayor compañía por las noches, noches las cuales pasaba llorando al no tener a Nicolás a su lado. Hasta que llego ese día en que tuvo que ir a buscar un libro, su cuerpo cansado apenas y podía dar algunos pasos pero quería dar lo mejor de sí misma. Había recorrido las yemas de sus dedos por los libros leyendo mentalmente los nombres esperando dar con el necesario hasta que lo encontró y en un vago intento de querer sacarlo sin saber cómo fue que sucedió empujó otro haciendo que el libro cayera y escuchando el quejido de una persona, asustada y preocupada rodeo la estantería encontrando a un chico agachado subando con sus manos donde había sido el golpe, el chico se levantó al escuchar las disculpas de keira. Se quedaron observando algunos segundos hasta que sus mentes viajaron al pasado y los recuerdos llegaron a ellos. ********** —¿Ansiedad?— Preguntó el chico aún sobando su cabeza. Ansiedad asintió —¿Jayden?— Preguntó esperando ese fuera su nombre y no lo estuviera confundiendo. El chico asintió con una sonrisa. —Me alegra volver a verte.— Hablo Jayde. —A mi también me alegra volver a ver aún que me hubiera gustado fuera de otra forma. ¿Estas bien? ¿Duele mucho?— Preguntó preocupada. —Siento mucho lo sucedido, no sé ni qué fue lo que pasó yo solo tome un libro.— Explicó avergonzada. —No te preocupes fue un accidente, además si es culpa de alguien sería de mi tenis ya que tuve que agacharme para amarrarlo— Río rascando su nuca. ********** Horas después. Soltó un suspiro agotador para levantarse en silencio para así no perturbar el sueño de su novio. Tomo la caja que guardaba en su mesa de noche para caminar al balcón de su hogar. El frió recorrió su cuerpo sintiendo su cuerpo temblabar. Observó el cielo nocturno para después sacar un cigarro y colocarlo en sus labios, tomo el encendedor que estaba dentro de la caja para encenderlo. Dio una calada para sentir sus pulmones llenarse de ese humo que sabía era dañino para su salud para después soltarlo. Giro un poco su rostro para verificar que haya cerrado correctamente la puerta corrediza y así el olor no entrara a la habitación, observó la maleta que está aún lado de la mesa de noche para volver a inhalar el humo. Dentro de dos días volvería a Nueva York la idea no era tan grata pero había prometido a su amiga ir. Y aún que no quisiera admirlo tenía una pequeña esperanza de volver a ver aún que sea de lejos a su niño, lo ansiaba demaciado pero el miedo era más poderoso como para querer pasar desapercibida, todo era un dolió en su cabeza no quería que el pasado la encontrará ya que aún que sonará egoísta era feliz como estába. El cigarro se había ya consumido casi por completo dejando solo la colilla. Después de haber pesado lo suficiente decido volver a entrar no sin antes lavarse los dientes, se acostó en la cama acercándose a jayden y abrazándolo por la espalda. Por fin sabía lo que era el amor y tenía miedo de perderlo. ******** "Que vicio es mirarte cuando sonríes."
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