**NICKY** Interesante. No se trata de vestidos. Ni de tiendas. Ni de lujo. Lo que le ofrezco no es una compra, sino una elección. Una rendija de control. Y en su mundo, devastado y reciente, eso puede sentirse como oxígeno. —¿Qué tipo de ropa? —pregunta al fin, con la voz baja, pero clara. Sonrió. No por diversión. Por estrategia. Por avance. —La que tú quieras. No lo digo por gentileza. Lo digo porque lo necesito. Necesito verla elegir. Necesito ver en qué se convierte cuando deja de sobrevivir por un instante y comienza, apenas, a reconstruirse. Y si para lograrlo debo ser quien le dé esa primera opción… entonces que así sea. Pero la adaptación ha comenzado. Y con ella, todo lo demás. Ella estaba demasiado absorta en sí misma como para notar que la observaba. Y, por primera v

