capitulo 3

4823 Words
Sol hace un pequeño espectáculo de striptease, baila y se quita la ropa lentamente, mientras que muerde su labio inferior y contornea su cuerpo cómo si fuera una verdadera experta. Sus dos amigos la quieren, pero primero querían que ella eligiera a quién prefería. Aúnque a Evan y Logan no les molesta compartir, en absoluto, cuándo se trata de mujeres. Y por eso mismo están encerrados en la habitación del más chico sentados en ambos sillones, masajeando sus propios p***s por encima del traje de bajo, mientras que no pierden vista del espectáculo. —No podré elegir a uno, hoy.— Paroadea mordiendo su labio inferior. —¿En serio?— Evan sonríe y habla ronco. —Lilian dice qué ambos son deliciosos al mismo tiempo y quiero probarlo.— Jadea tocando sus pezones y dejándolos al descubierto. —Quizas podemos darte lo que querés.— Logan sisea, sin dejar de acariciar su hinchado pene. Ellos la complacerán esta media mañana dando sus juramentos. Sería la mejor forma en la qué Evan descargaría energía por haber peleado con su hermana menor y Logan estaba encantado de ayudarlo. —Quiero que hagas venir a mí hermanito.— Demanda Logan. Sol abre sus ojos con lujuria, y se hacerca lentamente hacia el sillón en dónde Evan está sentando, comenzando a sacar su pene de sus apretados pantalones de baño. Él mismo brilla por el líquido preseminal, dándole un aspecto más deseoso, con su ancha cabeza de hongo dispuesta a darle a sol lo que espera y un espectáculo a su hermano. Ella comienza a chupar la polla de Evan. Él es tan grueso y duro como una roca, qué no puede siquiera metérselo sin tener arcadas, pero aquello le gusta y Evan disfruta cuándo la toma con fuerza de su nuca para obligarla a qué se meta más de el en su cabidad bucal. —Tocala.— Demanda Evan, con su mirada en ella, viendo cómo su pene se pierde en aquellos labios gruesos. Observando y deleitándose de cómo de sus ojos caen pequeñas lágrimas que la hacen ahogarse aún más. Logan, sonríe de costado, bajando por completo la única pieza qué tenía en su cuerpo, para ponerse de pie, sin dejar de masturbarse a él mismo, observando la increíble mamada que estaba recibiendo su hermanito menor. Se coloca detrás de ella y baja sin ningún cuidado su colaless de bikini, comienza a gritar su clítoris, de manera lenta. Ella jadea y alza su trasero hacia atrás. Evan la toma con fuerza de su nuca y comienza a levantar su cadera para follarsela más duro, mientras qué se escucha el golpe y la saliva saliendo y entrando de sus labios. Logan maldice cuándo su pene comienza a molestar, sus testículos están llenos de semen que quiere expulsar cuando antes, por eso mismo sus movimientos avanzan con más rapidez, comenzando con su dedo a follar sus labios, los cuales se encuentran muy húmedos, tanto así qué se meten dentro de ella sin ningún problema. Sol está sorbiendo y chupando el pene de Evan cada vez más rápido. —Voy a llegar.— Demanda ronco. Su semen explota fuera de su boca, llenando sus pechos de su delicioso e*****a, mientras qué Logan, a esta altura ya se encuentra lamiendo todo su coño mojado. Sol sacude su trasero, pidiendo cada vez más, mientras que se masajea los pechos desnudos llenos de semen. Evan no pierde el tiempo y la levanta, para llevarla a la cama, Logan le vuelve a dar una deliciosa lamida que la hace estremecer, mientras qué su hermano la acomoda como quiere encima de él, entregándola a Logan. —Creo que está lista.— Sisea sacando su cabeza de su entrada. Relamiendo sus labios y golpeando su v****a con dos dedos. Evan asiente masajeando su pene, la tiene encima de ella, con su m*****o justo en su trasero, ofreciéndosela a su hermano mayor. —Cogetela ya.— Demanda acariciando sus pechos. Logan sonríe negando. —No seas impaciente, enano.— Escupe en su entrada, Sol jadea. Se acuesta sobre ella y pone su pene en su entrada, él frota y masajea su clítoris rosado escondido. Evan le lubrica el trasero y se desliza, al mismo tiempo qué Logan la penetra de una sola estocada. Su trasero está hecho para todo ese pecado y Evan lo sabe. Ella está experimentando por primera vez la doble penetración, gimiendo y disfrutando. Los dos están profundamente dentro de ella, su empuje y bombeo es constante y sincronizado, cómo si no fuera la primera vez que lo hacen. Y claramente no lo es. —Esta tan estrecha.— Sisea Logan atacando sus pechos. Evan sonríe, tomandola de las caderas y con su mano libre acariciando su clítoris. —Tenes que coger su culo.— Sisea mordiendo su cuello. Se ve muy sexy y es una buena puta para ambos. Y por eso mismo los movimientos de los dos se hacen cada vez más fuertes, al punto de que su semen comienza a gotear por sus dos entradas, mientras que su centro explota. —Acostate.— Evan no deja de acariciar su clítoris, ni siquiera cuando sale de ella y sacude su pene. Quieren darle otro tercer orgasmo, y Logan, inmediatamente, se agacha para lamer su propio semen y él de ella. Sus lamidas son tan fuertes qué la hacen temblar y gritar. Evan tapa sus labios y come de sus pecho. —Sh...— Sisea mordiendo su pezón. ~⁠>⁠'⁠)⁠~⁠~⁠~~⁠>⁠'⁠)⁠~⁠~⁠~~⁠>⁠'⁠)⁠~⁠~⁠~~⁠>⁠'⁠)⁠~⁠~⁠~ Ray relame sus labios cuándo se destapa por completo, le incomodaba las sabanas luego de tener sexo y no tenía ningún pudor al respecto de mostrarse desnudo frente a la mujer con la que se acababa de acostar. Sin embargo, parecía que su mal humor no había desaparecido y que el mismo, incluso, había aumentado. —¿Iremos a la fiesta juntos?— Cuestiona coqueta. El mayor de los hermanos Sunin esperaba aquella pregunta en cualquier momento, pero estaba más que claro que ella no había elegido el mejor de los momentos ahora mismo para hacer la misma. Es por eso que no puede evitar suspirar de manera cansada ante su pregunta. —Iré con mis hermanos, podemos vernos allá. Estoy seguro de qué podremos hacerlo en el catamarán.— Propone relamiendo sus labios. Eva abre los suyos con una gran mueca de desilusión en los mismos. —Creí que podríamos llegar juntos.— Murmura frunciendo sus labios. Ray sonríe burlón y niega con la cabeza. —Llevare a mis hermanos a cenar, tenemos una reservación y no quiero perder la misma.— Explica, siendo totalmente sincero. Luego de hablar un poco con Jay comprendió que lo mejor, quizás, era hacer algo en familia y algo que le gustara a Emma, por eso mismo la llevaría a cenar a un hotel muy pintoresco ambientado en los años veinte, que estaba seguro a ella le encantaría. —Entonces nos veremos luego.— Asegura con una sonrisa. —Aha.— Es lo único que él responde. No queriendo decirle que se tendrá que ir más temprano si Emma se aburre, aúnque sabe también que su hermana jamás le pedirá de irse antes si él no lo desea, es demasiado buena y respetuosa en ese aspecto. —¿Estás distraído, que ocurre?— Su conquista de este verano acaricia su pecho y hace un puchero, mientras que ambos se encuentran desnudos. Ray niega con la cabeza mordiendo su labio inferior, mientras que se reincorpora en la cama para dirigirse al baño por una ducha helada. Ya había sido demasiado de caricias y necesitaba despejarse de inmediato y si bien eso es lo que estaba haciendo con Eva, ahora necesitaba dejar de sentirse abrumado por ella y despejar la mente de la mujer que tenía prácticamente encima de su cuerpo a cada hora. —No es nada, Eva.— Le guiña un ojo coqueto esperando que cuándo salga de bañarse ella ya no se encuentre en su habitación. Sin embargo Eva, sonríe gateando por la cama para ir hacia dónde él se encuentra, para poder continuar lo que acaban de terminar en aquella bañadera que él posee por este verano. Ray niega con la cabeza alejándola de su cuerpo con una mueca de negatividad. —Vamos cariño, será divertido.— Susurra relamiendo sus labios de manera coqueta. Ray suspira negando completamente seguro de su decisión. —Ahora no, tengo que ir con mis hermanos a almorzar y no quiero llegar tarde.— Explica cerrando la puerta detrás de ella para dejarla sola, sin ninguna posibilidad a que responda. Eva suelta una maldición en silencio y cierra los ojos recogiendo sus cosas, si había algo que podía admitir ahora mismo es que era un verdadero imán hacía Ray, porque era excelente en lo que hacía, luego se volvía un borde completo y eso no le gustaba para nada, y no había nada que ella hiciera para que él se comportara cómo lo hacía con todos. Jamás le regalaba una sonrisa ni le invitaba un trago, solo la llamaba cuando necesitaba calor, aunque eso ocurría dos veces al día mínimo, no era algo que convenciera del todo a la morena que no dejaba de tener curiosidad y un gran interés por él de querer seguir viéndolo después del verano. ~⁠>⁠'⁠)⁠~⁠~⁠~~⁠>⁠'⁠)⁠~⁠~⁠~~⁠>⁠'⁠)⁠~⁠~⁠~ Emma había decidido volver de la playa y aprovechar que la mayoría de los amigos de sus hermanos se habían retirado, no quería saber a dónde ni porque, pero parecía que la casa estaba en absoluta calma, y creía que sería buena idea cocinar algo para quienes estuvieran, no por cortesía, sinó que para ayudar a sus emociones a calmarse y tener la cabeza en otro asunto que no fuera la reciente charla con Logan, la cuál había levantado algunos pensamientos viejos. Además de que en aquella casa solamente vivían los cuatro hermanos y Jay, quién claramente ya era familia, mientras que los otros tres chicos que se habían unido a su viaje tenían su pequeña casa alquilada a unos pocos metros de ellos. Aúnque, gracias a que esta era más grande y con salida al océano es la que solían utilizar para todas las mañana, tardes y noche. —¿Qué se supone que estás haciendo, miss universo?— jay completamente mojado y nuevamente con sus short de baño se coloca a su lado en la cocina con una ceja arqueada. —Me pinto las uñas.— Responde rodeando los ojos, cortando unos trozos de calamar para hacer rabas. Su respuesta no hace más que obligar al morocho a soltar una carcajada al respecto, tenía que darle puntos por aquella tan buena respuesta. —Estoy seguro de que así no se hace.— Le guiña un ojo quitándole el cuchillo con sus cejas alzadas. Ella lo mira molesta apretando sus labios. —¿No tenes a otra persona a quien molestar, Jay?— Se queja apretando sus puños. Él sonríe burlón mirándola divertido, —Claramente no, miss universo.— Responde corriéndola para comenzar a cortar. Lo mismo que la rubia estaba haciendo. —¡¿Qué estás haciendo? Estoy yo con eso por si no te diste cuenta!— Se queja con un suspiro. Jay la mira obvio, y luego, levanta el cuchillo con una tierna sonrisa en su rostro. —Prefiero que te mantengas lejos de estos, yo hago lo que me digas y vos dirigís… De cualquier manera amas mandonear.— Finaliza la oración con otra sonrisa. Emma suspira cerrando los ojos, intentando no perder los estribos con él, estaba bien que había confianza, pero tampoco cómo para mandarlo al demonio continuamente, aúnque, ganas nunca le faltaban y siempre le sobraban para ser sincera. —¡Sos un completo imbécil, Jay!— Le hace saber cruzándose de brazos. Él hace un puchero ficticio. —Me lo dijiste muchas veces.— Parpadea cínico. —¡Yo no soy tu hobbie para molestar, búscate a otro!— Exclama suspirando. Jay la mira de reojo moviendo su cabeza a un costado. —Solo tengo hambre y no hay delivery disponible para pedir, miss universo, si lo hacemos juntos comemos más rápido, no te tomes todo a la defensiva.— Propone para alivianar el ambiente. Si bien, él esta hablando de verdad, no quería verla cerca de los cuchillos o nada filoso, sabía que un poco se le había ido la mano y que no debía de sentir culpa al respecto, sin embargo, la sentía y necesitaba remediarlo de alguna manera. —Estás muy equivocado si crees que me tomo las cosas a la defensiva, porque no es así.— Sisea arqueando sus cejas. Algo que había aprendido a pasar los años es que con Jay el sarcasmo era la mejor arma. Porque ese es el lenguaje que él utilizaba. —Entonces no te tendría que molestar que te ayude, miss universo, descansa un poco… Siempre estas organizado todo.— Le vuelve a guiñar un ojo coqueto. Ella suspira cerrando los ojos. —¿Y eso que tiene de malo?— Cuestiona cruzándose de brazos. Jay sonríe negando. —Nada.— Murmura al responder. A su pensar, Emma no tenía nada de malo, tampoco se lo iba a decir de manera tan ligera, era la hermana de sus amigos. —Iré a poner la mesa y por las demás cosas, la freidora eléctrica ya está configurada sólo debes empanarlos y tirarlos allí, espero no prendas fuego la cocina.— Murmura parpadeando. Jay suelta una carcajada ante su burla relamiendo sus labios y concentrándose en su tarea al ver que ella se aleja. —Como digas, miss universo.— Murmura. Si se quedaba allí más tiempo lo mandaría al demonio, y ya tenía prácticamente todo el resto en la heladera perfectamente cortado y condimentado, por eso mismo sólo restaba sacarlo y apoyarlo en la mesa. Había optado por hacer una picada de mar, entre otras pequeñas delicias para comer, tenían la suerte de tener a muy pocas cuadras un gran supermercado y por eso mismo se había hecho de una pequeña compra, para nada modesta de insumos de cocina durante todo el verano que Emma había utilizado por completo prácticamente. Jay asiente en absoluto silencio concentrándose en su tarea para poder terminar cuánto antes, no sabía porque pero le gustaba molestar a la pequeña de la familia, y observar cómo se movía por la cocina y la sala de manera tan tranquila, relajada, siempre luciendo cómo una miss universo, algo que siempre le generaba una media sonrisa de costado. Emma se mueve rápidamente quitando el papel film de los bolws que había dejado preparados para que tomaran temperatura, mientras que tira los mismos en el tacho de residuos para luego llevar a la mesa del living y comenzar a colocar todo a su manera. No tenía idea de cuantos serían o si todos sus hermanos comerían, siempre que alguno cocinaba era de esa manera, y si alguien llegaba luego se le guardaba una porción, por eso mismo coloca cinco vasos, creyendo que será suficiente, al igual que los platos y cubiertos, en caso de faltar más lo agregaran luego y no se molestaría al respecto. Se caracterizaba por ser ordenada y tener todo bajo control, pero no era una persona que se alteraba rápidamente si algo se dalia de su eje, tener una persona más a la mesa no era ninguna tragedia, cuando cocinaban todos ellos siempre lo hacían para que sobre, y nunca faltaban alimentos. Incluso, luego Evan y Jay eran los que comían fuera de horarios, gracias a las grandes calorías que quemaban por día con sus entrenamientos tan extensos. Por eso mismo nunca nada se desperdiciaba. —¡Hey, miss universo! ¿Solo los tiro ahí y ya?— Murmura mirando hacia atrás dónde Emma está dejando un pan de campo sobre la tabla de madera a un lado de dónde el morocho esta terminando de rebozar las rabas. —¡Sabía que no sabias hacerlo e ibas a arruinar algo!— Murmura rodeando los ojos. Jay sonríe divertido. —¡Yo no arruino nada, miss universo, sólo que eso es demasiado elegante, pone una olla con aceite y listo!— Responde señalando las ollas comunes. Ella da una ojeada hacía lo que está haciendo y aprieta sus labios asintiendo. —Corta el pan y yo me ocupo de esto, no te preocupes que no tiene nada filoso y puedo hacerlo perfectamente.— Responde con ironía. A lo que él, no puede hacer más que suspirar y dejar que la rubia le quite de sus manos la tabla dónde ya se encontraban todos los aros rebosados. —Sabes que no quise decir eso antes, miss universo, solo bromeaba… Y te quería ayudar.— Explica inflando su pecho y cambiando de cuchillo para cortar el pan cómo Emma le había pedido. La rubia se concentra en su tarea y lo intenta ignorar, mientras que coloca todos los utensilios utilizados hasta el momento en el lavaplatos para ir dejando la cocina ordenada, prolija y limpia, no habiendo mejor placer para ella que el visual ahora mismo. —Puedo sola, Jay, no sos mi amigo y no necesito de tu ayuda.— Sentencia inflando su pecho y quitándole la tabla de madera con el pan cuándo ve que ya está cortado. Sabía que quizás estaba sonando algo borde, pero ya estaba hasta la médula de sus malos comentarios y quizás hoy era el día para explotar. —Eso no significa que no te pueda ayudar.— Arquea sus cejas cruzándose de brazos. Emma sonríe negando con la cabeza al ver su caradurez. —¿Tirándome arena también?— Sonríe maliciosa. Él suelta una pequeña carcajada tomando el puente de su nariz. —Eso fue una maldad, lo admito, miss universo ¡Me descubriste!— Le guiña un ojo para ayudarla a llevar las bebidas a la mesa, en dónde ya Logan y Evan se encuentran sentados. Ella aprovecha su lejanía para suspirar y sentirse mucho más relajada. No entendía porque pero siempre su presencia era extraña. —¡No quiero saber si cocinaste algo!— Logan bromea sabiendo que su amigo vive rodeado de gente que lo atiende en su casa, gracias a que su padre es un funcionario público con grandes empresas su disposición y tienen todos los lujos que desean y más. —Hice mi magia.— Les guiña un ojo divertido. —Ya lo creo.— El menor murmura abriéndose una lata de cerveza para él también. —Evan. ¿Podrías ayudar a tu hermana, no?— Se carajea Jay cuándo se sienta abriendo una de las latas con total calma. Evan se da media vuelta mirando a la rubia terminar de cocinar y seguir metiendo todos los utensilios restantes en el lavaplatos. —Creo que ella puede sóla, además por lo que veo ya recibió tu ayuda y todo. ¡Que privilegio!— Murmura con sus labios apretados. La mirada de Jay lo hace cambiar de parecer, por eso mismo se levanta y niega con la cabeza frustrado. Jay le guiña un ojo a Logan, quien estrecha su cerveza con él a modo de brindis. Realmente se lo merecía. Había puesto en su lugar al pequeño y no había mejor satisfacción que esa. —¡Imbécil!— Se ríe Logan sin quitar los ojos de Evan. Quien llega hacía la rubia y apoya una mano en su hombro. —Yo los saco, anda a sentarte, en serio.— Propone subiendo sus hombros. Emma se da media vuelta y lo observa apretando sus labios. —No es necesario, ya casi término, gracias, Evan.— Asegura con una sonrisa que no llega a sus ojos. Evan niega con la cabeza y muerde su labio inferior quitándole con delicadeza la bandeja de las manos. —Solo quiero ayudarte.— Insiste suspirando. —Lo sé, pero no es necesario.— Sonríe siendo totalmente sincera y amable con él. Evan muerde su labio inferior negando con la cabeza. —Tengo que colaborar con algo, no hice nada hoy.— Murmura moviendo su cabeza a un costado, logrando por cansancio que ella acceda subiendo sus hombros y dejándole el bolws de vidrio en sus manos. —Solo tene cuidado, la manija siempre está caliente.— Le pasa la manopla de cocina para que no se lastime en un accidente domestico posible de evitar. —Gracias.— Responde ronco. Emma carraspea apretando sus labios y avanzando hacía la mesa para tomar asiento a un lado de Logan y frente a Jay, quien está comiendo uno de los quesos perfectamente cortados y ubicados en la tabla. Y no le sorprende ya que ella es la señorita perfección. —¿Me pasas el agua, por favor?— Pide a Logan con delicadeza. Jay la mira bebiendo de su cerveza, no podía ser que ella fuera siempre tan perfecta en todo. Incluso él, siendo deportista, consumía de todo lo que hacía mal y luego descargaba todo en sus entrenamientos. —¡Qué bien huele!— Es Ray quien los sorprende bajando las escaleras. Emma sonríe con sus mejillas ruborizadas y asiente. —Creí que estarías con Eva, o que vendría a almorzar con nosotros.— Bromea logan haciendo unas muecas divertidas. —Hace media hora salió despavorida, yo tome eso como un no.— Jay responde rodeando los ojos. Emma se sirve el agua sin emitir sonido al respecto, mientras que Evan, quien viene con las cosas suelta una carcajada, al igual que Ray. —¡Es algo intensa, realmente… Tuve que hecharla!— Suspira haciendo una mueca con sus labios. Toma asiento a un lado de su hermana en la punta de la mesa, teniendo a Jay del otro lado. —Pobre, parece simpática.— Murmura Emma mordiendo su labio inferior. Su hermano le sonríe subiendo sus manos —Nunca le di esperanzas, así que no me pueden culpar.— se ataja con una divertida carcajada en su rostro. A lo que la rubia arquea sus cejas riendo también ante su comentario. —Hay mujeres a las que no necesitas siquiera darle esperanzas que ellas se las crean solas.— Le recuerda subiendo sus hombros. Jay relame sus labios y la mira divertido. —Entonces es su culpa, miss universo.— Guiña un ojo con una sonrisa de costado. A lo que ella niega con la cabeza haciéndole una mueca de asco ante su respuesta. —¿Qué hay de la fiesta de hoy?— Cuestiona queriendo cambiar de tema, pero Evan se atraganta con un pedazo de pescado al escucharla. Logan lo mira furioso y luego mira de reojo a Ray. —¡Es solo una fiesta en el catamarán que alquilamos, sólo serán unas treinta personas cuánto mucho!— Explica el mayor restándole importancia. —¿En el medio del océano?— Murmura tragando saliva. Jay sonríe entretenido al escucharla mientras que almuerza degustando y disfrutando todo lo que hay en la mesa. —Usualmente las fiestas en barco son en el agua.— Le recuerda divertido. Ray suspira mirando a su amigo con pocas pulgas. —Solo creí que quizás bajaban en alguna playa.— Responde avergonzada antes de que su hermano mayor se pueda disculpar por las palabras de su amigo. —¡Oh, no… En realidad las islas son privadas o selvas y no tenemos autorización para hacer fiesta en ninguna de ellas!— Explica Logan con una mueca de rabia en su rostro. —Á gatas que conseguimos el permiso marítimo.— Evan agrega rodeando los ojos. —Si… No te preocupes igualmente si te aburrís podes ir adentro o nos podemos volver antes. Hay lanchas que van a salir cada una hora.— Asegura Ray mirándola con total sinceridad. Ella sonríe negando con la cabeza. —No hay problema, sólo quería saber que llevar en mi bolso.— Explica obvia. Jay sonríe débilmente, ella siempre tan ordenada, no pudiendo evitar explotar toda su personalidad a cada paso que daba. —Un flota flota seguro.— Jay le guiña un ojo y sus amigos tienen que negar con la cabeza para ocultar una risita traviesa que se les quiere escapar por los labios. Emma suspira mirándolo de mala manera y concentrándose en comer en lo que le queda de tranquilidad. —¡Lo voy a tener en cuenta para cuándo te metas al agua!— Sonríe maliciosa, a lo que él le guiña un ojo. —¿Y qué onda las olas?— Es Evan quien le pregunta a Jay para cambiar el tema de conversación. Mientras que la rubia se dispone a responder algunos mensajes de sus amigas, comentándole cómo están terminando sus vacaciones en Europa. Él niega con la cabeza mientras que se sirve otra botella de cerveza. —Estaban muy tranquilas, pero si no entreno todos los días pierdo el ritmo.— Explica subiendo sus hombros. Emma lo escucha y lo observa de reojo mientras que sigue prendida a su teléfono. —¡Así vas a ganar el título de nuevo, seguro!— Es Logan quien se lo recuerda arqueando sus cejas. —¡Uno más a la colección!— Agrega Evan burlón. Jay suspira mordiendo su labio inferior sin dejar de degustar todas las delicias que tiene enfrente. —Mientras eso me mantenga lejos de las empresas familiares.— Asegura con una media sonrisa de costado. Ray sonríe negando con la cabeza. —Tu padre sólo quiere que tengas una porción del legado.— Le recuerda con un guiño de ojo. Su amigo sube sus hombros de manera desinteresada. —¡Solo quiere jubilarse y que yo tome el mando, y eso no va a pasar ni en mil años luz!— Se carajea divertido. Emma arquea sus cejas y lo mira —Eso es por falta de autoestima interna, claramente.— Le hace saber, teniendo en cuenta que se le escapo por completo ese comentario. Ya que era algo que quería pensar para sus adentros y no decirlo frente a todos. Ahora que lo había dicho no le quedaba más que sonreír con ironía y mirarlo parpadeando. —No tengo baja autoestima.— Responde achinando sus ojos. La rubia suelta una pequeña risita traviesa que tapa inmediatamente con sus manos. —¡Eso es más que claro, solo basta mirarte para saber lo ególatra que sos, me refiero a autoestima interno, no crees que lo puedas llegar a hacer y te da miedo, por eso le huis!— Finaliza subiendo sus hombros, luego de su pequeño análisis. Sus hermanos miran la conversación cómo si se trata de un juego de ping pong, no resultándoles para nada raro lo que ella estaba objetando, porque siempre se llevaban de igual manera e, incluso, era algo divertido para todos. Jay relame sus labios antes de responder y sonríe de costado mirándola solamente a ella, como si no hubiera nadie más en aquella habitación que la rubia que tiene enfrente de él mismo. —No necesito tener baja autoestima o no creer en mí para no querer hacerme cargo de algo que no me interesa.— Sube sus manos obvio. Ella asiente alzando su barbilla. —Pero eso seguramente es importante para tu papa, y vos se lo desprecias continuamente, dejándole en claro que no queres seguir con su herencia y que el día de mañana un complejo de socios capitalistas van a tomar el mando de su firma y van a hacer con ella todo lo que quieran, exceptuando seguir el legado de tu apellido.— Puntualiza poniéndose de pie y tomando su plato para comenzar a levantar la mesa. Él la observa moverse de manera relajada, y disfruta sus palabras, ella siempre tenía las palabras justas, y las decía de una manera tan potente que te hacían creer que de verdad esa era la única verdad absoluta, por eso mismo no puede evitar volver a sonreír mordiendo su labio inferior. Su amigo, Logan, lo mira subiendo sus hombros, y Ray sigue comiendo sin querer decir una sola palabra al respecto para no embarrar más la situación. Todos en aquella mesa sabían que él no iba a responder, porque sí lo hacía no sería de buena manera, y eso era algo genial para destacar de Jay, que siempre sabía comportarse, no se dejaba llevar por las emociones y a pesar de que no tenía ningún problema en gritarle en la cara sus verdades se ahorraba el problema de hacerle pasar un mal rato a la persona con la que se estuviera enfrentando.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD