Secuestro

1660 Words
Después de dos semanas en el psicólogo, me he estado sintiendo mucho mejor de ánimo, aunque siempre pensando en mis padres. Ya habían pasado meses pero he mantenido a mis padres intactos en mi memoria. Hasta que un día... -¡Dale! ¡Dale! Piummmm -Mierda, si no me hubieras ganado diría que eres adorable. -¡Mira! -¡No puede ser! Con todas esas fichas puedes reclamar el oso más grande. -¡Voy por elll! Hoy hemos estado todo el día junto con Alex, en el centro comercial viendo ropa (a pesar de que no compramos nada) comiendo nuggets, refrescos, y lo más emocionante, jugando maquinitas. Ya llevamos bastante tickets entre las dos. -Hola, ¿Me podrías dar el oso grande que está allá? -¿Tus tickets? Dijo un joven no muy alto, lindo, pero con un grano inmenso a un lado de su labio mientras levantaba una ceja. -Aquí están, son todos estos. -dije orgullosa con una sonrisa. -Vaya, entonces eres muy buena, pero... No te lo daré a menos que... Me des tu número. -¿Qué? Pero yo los gané. Lo merezco. -le respondí frunciendo el ceño. -Sí, pero yo trabajo aquí y yo decido que no te lo daré hasta que me des tu número y ... Un beso. -dijo con una cara supuestamente "coqueta", pero que parecía más de terror. Pero en ese momento sentí una gran sombra respirando en mi nuca. Sin embargo, estaba demasiado molesta como para prestarle atención. -Claro que no, ¡Yo quiero mi osito! -dije casi gritando-. -Qué niñata patética. Solo te estoy pidiendo un beso, aunque seguramente ni habrás dado el primero. -Entréguele su premio y déjela en paz, imbécil. Entonces escuché una voz profunda, mágica y casi soñadora. Sin embargo, solo pude ver que él estaba de espaldas, y qué espalda tan ancha... Y otra cosa, era el hombre más alto y fuerte que visto jamás, incluso supera a Felipe , y su aroma era precioso e hipnotizante. Y entonces recordé. Ese aroma era el aroma que había dejado aquella persona que me dejó la nota y las flores. Yo solo agarraba la mano de Alex con tanta fuerza que ella me miraba asustada. -T-ten niña. -El empleado me entregó el oso, temblando-. De repente aquella hermosa y electrizante voz emitió: -Ve para tu casa, sé una buena niña. Y entonces corrí lo más rápido y lejos que pude, arrastrando a Alex a mi lado. -¿Qué mierda fue eso, Alli? ¿Crees que sea el del carro? -hizo una mueca de sorpresa/horror/alegría. -B-bueno yo n-no se, mi corazón late muy fuerte... Aunque si fuera el no lo pude ver -lo dije con tristeza. -Bueno pues te digo que lo poco que vi, es uno de los hombres más sexys que he visto. ¡Ah! -Pero se ve muy grande Alex, ha de tener unos 30... -Bueno, ¿Y qué? Tú ya eres una adulta, además te ha cuidado mucho y ¿No viste como te defendió? -Sí, pero es que el no deja de seguirme, ni siquiera cuando vengo a jugar... No sé, me pone nerviosa, además en serio es muy grande... Después volvimos a mi casa, donde vimos películas, comimos palomitas de maíz y refresco, y charlamos hasta muy tarde. Ya es otro día, Alex me ha dicho que hoy tiene planeado que vayamos a un bar, acompañadas de dos de sus amigos, ella iría con una llamado Chris, y yo con uno llamado Sebastián. Alex se fue a su casa a vestirse y ponerse linda, yo, mientras tanto, hice todo el quehacer, ya que mi departamento estaba bastante descuidado. Preparé también mi outfit, aunque no era tan sexy como el de Alex. Ella llegó a las 7:30 por mí, vestida con un precioso vestido rojo ceñido a su cuerpo curvilíneo, unos tacones plateados y una cartera del mismo color. El rojo de su vestido combina perfectamente con su pelo rizado y alborotado, al igual que con sus labios del mismo color. -Wow, Alex, pareces como de veintialgo -Dije mientras admiraba su look. -Lo sé bebé, lo sé. -respondió haciendo muecas con su cara "de diva" -¿Y tú qué te vas a poner? A las 9 ya debemos estar allá. Además... Sebastián está ansioso por conocerte. -alzó sus cejas de manera coqueta- -¿Enserio? - Dije con poco interés. -Sí, dice que le pareces muy linda y quiere conocerte más. Obviamente los voy a presentar. Yo, por otra parte, me vestí con una blusa a cuadros rosa, igual que la falda, con una camiseta blanca y unos tenis blancos converse. Solamente alicé mi cabello con el mismo peine, y me puse un poco de rímel y gloss. -Bien, vamos. -dije ya lista. -¡Te ves genial! Aunque muy niña. -La expresión de Alex cambio de un segundo a otro. -Puede que sí, pero no quiero engañar a nadie con mi edad. -Yayaya, bien, vamos. Cuando íbamos saliendo para buscar un taxi, vi cómo el auto n***o estaba de nuevo siguiéndome, más cerca que nunca, y sin darme cuenta empecé a caminar con más cuidado, incluso tratando de lucir un poco más bonita arreglando mi cabello, pues sé que me está viendo. Al subirnos al taxi lo perdí de vista, y me olvidé de el. Cuando llegamos al bar, el ambiente era algo pesado, pude distinguir los olores a marihuana, cigarrillo y alcohol. Incluso olía a muerto en los baños. -Venn Alli. -dijo Alex emocionada. -Te presento a Alli, Sebastián. Alli, el es Sebastián. -H-hola. -dije tímida. -Hola. -Sebastián se inclinó y besó mi mano. -Qué formal. -dije riendo y esto le pareció tierno a él. Me di cuenta de que en realidad ninguno es cita de Alex. Chris suele acompañar a Sebastián solo porque al estar acompañado de el, le dejan las drogar más baratas. Según me dijo Alex, su novio está esperándola acá. Sebastián es alto, de pelo n***o azabache y es bastante blanco. Se viste muy bien y me doy cuenta de que es bastante educado, me cae bien. Por otro lado, Chris, es rubio de ojos color miel. Diría que es guapo, pero tiene unas grandes bolsas y ojeras bajo sus ojos, sus mejillas lucen chupadas y su cara parece de calavera, además es muy grosero y atrevido. Después de tomar un poco, y de por supuesto, yo poniéndome muy borracha debido a que nunca había tomado, Sebastián tuvo que irse ya que su padre enfermó y su mamá le dijo que estuviera allá lo más pronto posible. Cuándo el se fue, Chris se sentó a hablar conmigo, Alex está con su novio no sé donde. Yo solo trato de permanecer viva de esta borrachera. Entonces, al prestarle atención, me fijé que Chris miraba mucho mis pechos. Traté de evadir su mirada pero era muy fija y de terror. Después me di cuenta de que está muy drogado. -Oye, apuesto a que eres virgen, ¿no? -me preguntó, arrastrando las palabras. -¿Qué? ¿Por qué esa pregunta? -Me puse roja, a pesar de mi estado. -Jaja, vamos, no seas mojigata, hablemos de eso. -puso su brazo al rededor de mí. -No quiero. Yo ya me voy. Alex está con su novio y el la está cuidando. -No, espera. Al intentar levantarme de la silla, Chris me alzó y arrinconó en una esquina del bar. Estaba besando mi cuello, tocando mis pechos por encima de la blusa, y tocando mi trasero por debajo de mi falda. Yo solo podía llorar y gritar, sin saber si alguien me podría escuchar. Luego de algunos segundos un puño salió de la nada, lanzando a Chris muy lejos, yo, entre mi poca conciencia, pude correr hasta la salida, pero el cambio de aire me hizo daño, así que vomité hasta que caí desmayada en el pavimento. ?????????????? Cuando Alli desperté, me di cuenta de que no estaba en mi cuarto, ni en mi casa. Miré a mi alrededor y estaba en un cuarto con paredes rosadas y lilas y tenía muchos peluches muy lindos, había un baño y todo era muy hermoso , había también un clóset muy grande. Me di cuenta también de que estaba en una cuna y me aterroricé porque no sabía dónde me encontraba ni quien me había traído a un lugar tan extraño como este. Luego me vi en un espejo y estaba sin maquillaje y con un onesie de gatita, muy lindo, si tan solo no estuviera en esta situación... la cuna además tenía unas barras de las cuales ella no me podía deshacer. Al entrar en cuenta de que estoy secuestrada, solo pude llorar cada vez más fuerte. Entonces escuché pasos acelerados dirigidos hacia esta habitación. -Papi ya está aquí mi amor, tranquila, ven bebé, ven. Luego fui sacada de aquella cuna mientras lloraba desconsoladamente. El me alzó y yo, inconscientemente, metí mi cabeza en el cuello de esta persona, cuando se paró, dándole la espalda a un espejo, pude ver que es la espalda de la misma persona que me ayudó en los juegos. Y cuando observé por la ventana, vi parqueados unos 9 carros muy lujosos, entre ellos, el carro n***o. Cuando uní los hilos, salté de los brazos de aquél hombre y corrí hasta el baño pero fue en vano, ya que el me agarró por la cintura y me sentó en una mecedora azul pastel. Solo entonces lo pude observar bien, él me miraba con unos ojos penetrantes y un tanto enojados, y su lenguaje corporal demostraba que estaba a la expectativa de mis movimientos. Es muy alto, grande, ancho y musculoso, es uno de los hombres más guapos que he visto nunca. Su piel es blanca, su pelo n***o, al igual que su barba. Sus facciones son fuertes y sus ojos negros. Sus labios gruesos son bastante lindos, y tan solo una de sus manos puede cubrir mi cabeza perfectamente. -¿u-usted quién es?
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