Obsesión de papi

Complementos

-Mi amor, no me tengas miedo-Se agachó para mirar directo a mis ojos.-

-Sólo dígame quién es y que es lo que está pasando porque no entiendo. -dije sin dejar de sollozar-.

-Ya mi pequeñita, ya, no llores -trataba de acariciar mi mejilla-.

-¡No me toque! -solo tapé mi rostro y empecé a llorar desconsoladamente.

-Amor, sé que esto es díficil pero yo te adoro, daría todo por ti, nunca te haría daño. -decía con una voz confortable-.

-Por favor lléveme a mi casa. -dije con la cabeza gacha y en un tono casi suplicante-.

-Esta es tu casa ahora.-Empezaba a sentirse tenso.

-¡Nononono!

-¡No quiero rabietas!-me señaló y quedé quieta.

Después fui cargada hasta una cocina demasiado grande como para vivir un sólo hombre, además tenía tanta comida que podría alimentar a 30 familias, toda la comida se veía muy rica y yo, sinceramente, estaba muy hambrienta. El empezó a cocinar huevos con tocino y chocolate. Olía delicioso y yo esperaba impaciente dando saltitos en mi asiento sin darme cuenta.

-¿M-me puede decir cómo se llama? -dije con un tono autoritario, pero que sonó ridículo con mi aguda voz.

-Por fin hablas mi bebé. -dijo con sorpresa.

-Me llamo Kemal. Aunque la mayoría de personas me llaman Sr Beaumont, me respetan y ya te darás cuenta porque tendrás muchas personas a tu servicio para que no te falte nada, mi amor.

-Yo... no quiero tener todo esto, yo sólo quiero estar en mi casa y hacer lo que hago todos los días y ya...

-Escúchame Alli, yo te amo, quiero que lo entiendas y...

-¡Usted no me ama! ¡Ni siquiera me conoce, no sabe nada de mí!

-Primero, sí que te conozco, y segundo, NO me interrumpas cuando hablo.

-A ver, qué conoce de mí- me crucé de brazos.

-Sé que te llamas Allison Berennice, que tienes 18 años, que tu color favorito es el rosa, que te encantan las manzanas, sobretodo las verdes, porque no son tan dulces. Sé que te encanta leer, y que eres una niña muy sensible y educada. También ... sé que tus padres murieron hace poco, que tu relación con ellos no era muy buena, pues eran sobreprotectores, lo siento mucho mi princesita, pero ahora me tienes a mí, yo nunca te dejaría, yo pagaría con el dolor más profundo y agonizante si con eso consigo la inmortalidad para ti y para mí y poder hacerte feliz toda la vida.

-E-eso no dice nada, ¿Además, como sabe todo eso?

-Yo pagué por tus cosas, las de tu casa... para que pudieras sacar al menos las cosas de tu cuarto antes del embargo, además tengo contactos que me cuentan.

-¿U-usted es abogado?-

-Sí, mi amor.

Empecé a llorar desconsoladamente, porque ahora entiendo que su propósito al haberme traído aquí, fue cobrar todo lo que pagó por mí.

-E-esque yo n-no tengo cómo pagar todo lo que u-usted ha pagado p-por mí...

-Alto ahí. Yo no te estoy pidiendo nada Alli, ni lo haré, no sería justo contigo. Y sé que piensas que quiero algo más... pero yo no soy un pervertido-Se aclara la voz- Yo sólo quiero cuidarte mimarte, hacerte sentir bien ,tenerte como mi bebé.

-¿C-como su bebé?

-Sí mi amor, espero que cumplas con mis reglas, porque de lo contrario habrá un castigo. Y no te gustará. ¿Entendido?

-Yo no emití ningún sonido, ya que estaba demasiado asustada.

Entonces me enseñó un biberón con leche de chocolate.

-N-no quiero eso.

-soltó un suspiro- En algún momento lo tendrás que usar, mi amor. Cómete lo demás y el biberón lo dejaremos para luego.

Kemal

Dios, no puedo creer que tengo a mi princesa conmigo. Es mucho más hermoso de lo que me imaginé, es mucho más hermosa y tierna de lo que me imaginé. Dejé que se bañara sola, aunque estuve preocupado todo el tiempo, mi bebé podía resbalarse. Aunque casi muero de ternura cuando escuché que mi pequeñita reía cada vez que las burbujas explotaban en el agua. Luego preparé un outfit que no sabía si le gustaría, pero que es rosa, así que espero que le encante.