Mi hermana me mira de arriba abajo, una ceja levantada en cuestionamiento. —¿Adónde vas vestida así, hermana? —pregunta, su tono es juguetón, pero puedo detectar un toque de preocupación. —Ah, solo voy a la universidad a ver unos resultados —respondo, encogiéndome de hombros. —Me siento cómoda así, no necesito impresionar a nadie. ¿De qué estaban hablando? —Tu hermana quiere cambiar de auto —interviene mi padre, su expresión es de resignación mezclada con diversión. Parece que mi hermana ha estado intentando convencerlo de comprarle un auto nuevo. La noticia me sorprende un poco, pero luego recuerdo que mi hermana siempre ha sido la más preocupada por las apariencias en nuestra familia. Sonrío ante la idea de ella conduciendo un auto nuevo, seguro que ya tiene en mente el color y el mod

