Leoni POV
En el gran salón de la fortaleza, la atmósfera era densa, cargada de tensión. Las luces danzaban en las paredes, reflejadas por la caída de agua que caía suavemente, creando un murmullo que contrastaba con el debate acalorado entre los hermanos dragones. Kavan, con su piel brillando en toques azules a la luz tenue, apoyaba sus manos en la mesa de piedra, mientras Darren se movía de un lado a otro reflejando su inquietud.
- No podemos permitir que Drage espere más. - insistió Darren, con la voz profunda resonando en el amplio espacio - Si no toma a Leoni como su compañera, será un peligro para todos nosotros.
- Pero ¿Y si no está listo? - interrumpió Marat, su tono defensivo apenas disimulando la preocupación en su mirada. - Ya hemos visto lo difícil que es lidiar con eso para el dragón que se vincula. La conexión es compleja; no podemos presionarlo.
Kavan, cruzado de brazos, frunció el ceño mientras escuchaba.
- Lo que no comprenden es que, al hacerlo, estamos poniendo en riesgo a todos. No solo a Drage, sino a nuestra familia y nuestra especie.
La discusión continuó, cada uno tratando de argumentar su posición. Sin embargo, la puerta del salón se abrió de golpe y Leoni entró, con la mirada desafiante como un rayo. La joven había estado en la entrada durante todo el debate y ahora, su rostro estaba iluminado por una mezcla de enojo y determinación.
- ¿Qué es todo este ruido? - exclamó, cruzando los brazos con un gesto que hizo que los dragones se sintieran repentinamente como niños atrapados en un lío - ¿Se supone que ustedes son seres poderosos y sabios?
Kean abrió la boca para hablar, pero fue interrumpido por Leoni, quien continuó.
- No puedo creer que estén discutiendo de esta manera. ¡Como si no tuvieran nada mejor que hacer!
Darren intentó explicarle, pero ella levantó la mano.
- ¡No! Ustedes no tienen idea de lo que significa para Drage. Este vínculo es algo profundo y complejo. No es un simple juego de tomar una compañera o no. No pueden obligarlo a hacer algo que no quiere.
La habitación quedó en un silencio incómodo, los dragones observando a la joven con asombro. Era como si una fuerza invisible hubiera pasado por encima de ellos, recordándoles que, a pesar de su poder, había cosas que no podían controlar.
- Cuñada… - empezó Kavan, pero ella no le dio la oportunidad.
- No quiero escuchar excusas. Ustedes tienen el poder de hacer grandes cosas y, sin embargo, se comportan como si todo se tratara de un juego ¡Él es su hermano! - su voz se elevó, resonando con la autoridad que solo un compañero podría tener.
Marat fue el primero en romper el silencio.
- Tienes razón, cuñada. Nos hemos dejado llevar por el miedo, pero si no, ya sabes...Podría ser peligroso para nosotros...
El gran salón estaba impregnado de una tensión palpable y Leoni, aún en el umbral de la puerta, se sintió invadida por la inquietud. Mientras sus miradas se encontraban, la energía del lugar se transformó y no pudo evitar que su frustración burbujeara a la superficie.
- Cuñada, no es lo que piensas - comenzó a decir Kavan, pero ella lo interrumpió.
- ¡No me digas que no es lo que pienso! He estado escuchando cada palabra. Ustedes se están comportando como si esto fuera un asunto solo entre dragones, como si no hubiera nada en juego para mí ¿Se han olvidado de que soy parte de esto también?
Los dragones intercambiaron miradas nerviosas. La fuerza de su discurso era indiscutible y mientras cada uno trataba de encontrar las palabras adecuadas, el silencio se volvió denso.
- No es que queramos excluirte, cuñada. - dijo Darren finalmente, dando un paso adelante - Es solo que estamos preocupados por lo que podría pasar si Drage no te toma como su compañera.
- ¿Qué podría pasar? - inquirió ella, su tono desafiando a cada uno de ellos a ser completamente honestos - ¿Qué hay en juego?
Marat tomó la delantera, sabiendo que era crucial ser claro.
- Drage tiene un vínculo especial contigo. Si no lo acepta, si no te toma, esa conexión podría afectarle. Y eso… - vaciló un momento, tratando de elegir las palabras adecuadas - podría hacer que su poder se desestabilice. Podría perder el control.
Leoni se quedó boquiabierta, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar.
- ¿Perder el control? ¿Qué significa eso?
Kavan se acercó, su expresión seria y cargada de preocupación.
- Los dragones como Drage no son solo bestias; somos seres de poder increíble. Pero cuando un dragón no acepta a su compañera o atrasa el vínculo, algo en su interior se quiebra. Es como si su esencia misma se rasgara. La desesperación puede consumirlo.
- También afecta a los dragones de su familia. - agregó Darren
Ella dio un paso atrás, el peso de sus palabras golpeándola. Las imágenes de un Drage fuera de control comenzaron a formarse en su mente.
- No puedo permitir que eso suceda.
- Es por eso que queremos que lo pienses bien. Necesitamos tu ayuda. Drage es el más poderoso de nosotros y el más antiguo. No sabemos que tan fuerte podría ser... - dijo Darren con voz suave - No queremos que te sientas presionada, pero es un camino complicado.
- No estoy aquí para hacer las cosas difíciles. - replicó Leoni, el fuego en su corazón encendiéndose aún más - Estoy aquí porque quiero ser parte de esto. Quiero que Drage me elija, pero también quiero entender qué está en juego.
La habitación se quedó en silencio por un momento, cada dragón reconociendo la fuerza de su deseo de ser parte de este mundo, de su conexión con Drage.
Kavan fue el primero en romper el silencio.
- Es bueno saber que lo entiendes, Leoni. Pero recuerda que no puedes hacer esto sola. - advirtió - Nos tienes para ayudarte, pero eres la única que puede hacerlo...
- No estoy tratando de hacer esto sola. Quiero ser su compañera, pero necesito saber cómo ayudarlo - Su voz era firme, llena de determinación.
Kean asintió, su expresión mostrando una mezcla de respeto y comprensión.
- No somos buenos en estas cosas, cuñada, pero creo que puedo hablar debido a que yo tengo a mi compañera también... - le dijo - Si el no toma la iniciativa, tu tendrás que hacerlo...
- ¿Yo? - preguntó incrédula.
- Tendrás que seducirlo para que el vínculo sea consumado... - dijo Kean avergonzado con las mejillas rojas.
- Yo...yo... No tengo ninguna experiencia... - susurró, pero los dragones la escucharon.
- Sólo puedo decirte que sigas tu instinto... - le dijo Marat con calma - Deja que la conexión te guíe...
- Drage necesita a alguien que lo ancle, que lo mantenga centrado. Tu presencia es vital para su estabilidad y no solo para la suya, sino también para la de todos nosotros, cuñada. - dijo Darren con afecto.
- Lamentamos ponerte en esta situación incómoda, pero te necesitamos. - concluyó Kean.
Leoni tomó una respiración profunda, sintiendo cómo la ansiedad se disipaba poco a poco, pero la incertidumbre la cubrió.
- Lo haré... - dijo decidida.
Con esa simple promesa y un nuevo entendimiento se formó entre ellos, creando un lazo más fuerte.
La luz del día se filtraba a través de las ventanas del salón, iluminando el camino que tendrían que recorrer juntos. Aunque el desafío que enfrentaban era formidable, Leoni estaba dispuesta a enfrentarlo con Drage a su lado. Y así, con la determinación en sus corazones, los dragones asintieron para ayudarla a cumplir con su destino.