Entre mi cielo y mi infierno

Texas ¿Cómo haces para digerir el hecho de que toda tu vida fue una completa mentira? Que tu padre y tu familia no eran tal. Que una mujer loca te robó junto a tu gemelo del hospital, poco después de nacer. Que a tus verdaderos padres les dijeron que tú y tu hermano estaban muertos y por años así lo creyeron, hasta que por un hecho completamente fortuito de la vida puedas después de más de cuatro décadas volver a su vida. Bruno todavía estaba digiriendo todo eso. Hacia dos minutos había sido el jefe de una de las familias de la mafia italiana de Boston. Entonces, un viernes cualquiera cuando su prostituta habitual debía presentarse, en su lugar lo hizo una mujer que arrancó su máscara — la que su padre le había jurado que lo protegería al no develar su rostro a sus enemigos — descubriendo su identidad. Resultó que esa mujer era la madre de Ema, Tammy. La mujer a quién coaccionaron para que diera en un hospital a su hija, más de veinte años antes y con quien ésta se había reencontrado de forma reciente por hechos fortuitos de la vida. Y aparte, Tammy había sido el primer amor del motociclista Sunny. O eso creyó hasta que un operativo policial destruyó a su familia. Con su padre en prisión y su hermano muerto huyó a California, dónde en la universidad conoció un chico que luego sería su amigo con derechos, Nico. Y se convertiría en su mejor amiga y confidente, por tanto no le pareció descabellado acompañarlo a Boston cuando su padre murió. Ema, que había pasado los últimos años en un orfanato, había huido precisamente cuando la vendieron a un burdel por su virginidad al cumplir los 18 años. Pero no a cualquier burdel, sino a uno de la familia mafiosa de Bruno, un burdel que en ese entonces manejaba el psicópata de su primo Lucky Luciano, o el que él creía era su primo en ese entonces. Y cuando la joven huyendo cayó en la puerta de la casa de los Rosseto. Se enamoró de Nico el mayor de los hermanos, y después de algunas complicaciones, se casaron y tuvieron a Gema. Tammy, fue la mujer que arrancó su máscara. Quien resultó ser no sólo la amiga de Nico sino la madre de Ema y la abuela de la pequeña Gema. Quién tres años después, cuando aún no se animaba a decirle a su hija la verdad sobre su origen, secuestraron a su pequeña nieta. Entonces resultó que el policía que, ya conocía a Ema de un momento en que sufrió un accidente, era ese motociclista que fue el primer amor de Tammy. Que había estado trabajando de encubierto en ese momento. Y su nombre no era Sunny sino Braxton. Y por supuesto, era padre de Ema y abuelo de Gema. Y se preguntaran como esto se relaciona con Bruno...pues luego del secuestro una pista decía que su familia tenía que ver con eso. Entonces Tammy, con la ayuda de Melissa una amiga de Ema del orfanato que sí trabajaba en el burdel y había escalado y tenía poder, se infiltró en casa de Bruno para obtener información. Haciéndose pasar por prostituta, a espaldas de Braxton, su objetivo era obtener cualquier dato que fuera de ayuda aunque para eso debiera hacerse pasar por prostituta. Entonces, mientras intentaba seducir a Bruno se dió cuenta de que algo iba mal y arrancó su máscara. Y su horror fue inmenso al darse cuenta de que él y el padre de su hija eran iguales, como clones...más bien gemelos para ser concretos. Entonces, la verdad se empezaría a develar capa por capa como una cebolla. Recuperarían a la niña, y Tammy instigada por su intuición haría una búsqueda en distintas bases de datos de ADN, a las que tenía acceso por su trabajo informal como hacker (el formal era ingeniera de software), y encontraría una coincidencia con un ex marine que trabajó en operaciones encubiertas e inteligencia. Y no era cualquier marine. Era Michael Falcone, el hijo hasta ese entonces 'mayor' de "Los Falcone ".La familia más importante y poderosa del oeste norteamericano. Millonarios desde que habían encontrado petróleo en sus tierras, poco antes de que Bruno y Braxton nacieran a inicios de los '80. Y eso lo llevaba a ese lugar y ese momento. La realidad, era que él nunca realmente había querido ser mafioso. Su padre adoptivo, quién lo compró a esa mujer loca que lo secuestró y lo maltrataba, le había dejado ese legado. Así, mientras él se transformaba en mafioso, ella falleció haciendo que Braxton fuera adoptado por un policía...por eso su 'padre' le hizo usar la máscara, él no supo de su gemelo sino hasta ese momento y quiso proteger de alguna forma al heredero. Lo que nadie imaginó, pues eran niños, es que mientras él sería el sucesor de su padre como capo de la mafia, Braxton se transformaría en policía. Pero cuando los Falcone aparecieron en escena y corroboraron que ellos eran los gemelos primogénitos que creían muertos él ,que tenía un leve grado de autismo y que había sido más bien el contador de la familia y odiado siempre esa "herencia criminal", había logrado finalmente librarse de ello...gracias a las amenazas y el poder de su verdadero padre Mike Falcone. ¿El precio? Abandonar Boston y todo lo que le resultaba conocido, para siempre. Y en ese preciso momento, se encontraba en la casa de los Falcone. En la reunión de reencuentro. Había conocido a su madre y al resto de su verdadera familia. Pero a pesar de que había tanta gente, y eran todos muy amables, él todavía no sabía bien cómo encajaba allí. Había niños por doquier. Hermanos, cuñadas, cuñados, sobrinos, un primo y mucha gente del servicio. Braxton su gemelo, que era sociable por naturaleza, como policía se sentía muy afín a Michael así que había encajado de inmediato. Aparte estaba Tammy, su novia o algo así. Su hija Ema con su yerno Nico y hasta su nieta Gema. Alguien le tiró del pantalón y él miró hacia abajo. Él conocía a esa niña. Era muy bonita, rubia con su vestido de princesa. Le llegaba por las rodillas. El media cerca del metro noventa. Tenía cabello y ojos oscuros. El porte del típico italiano. La niña estiró sus brazos. El evaluó la posibilidad de hacer caso omiso. No le gustaba mucho el contacto con la gente, especialmente que lo tocaran. Pero esa niña era especial, era justamente Gema. Había estado secuestrada, la iban a vender a algún pedófilo antes de que la rescataran. Y ella había sido secuestrada en una vendetta personal de Luciano, su "primo", porque Ema se le había escapado de las manos. En el avión privado que los trasladó a Texas él había intentado disculparse con su sobrina Ema, la hija de Tammy y Braxton. Pero la muchacha estaba enojada y no solo por lo de Gema, sino también por lo del burdel. Así que, aunque no tenía mucha experiencia en el tema, decidió que iba a tomar a la niña en brazos. Él había visto como otros lo hacían allí. Difícil no parecía ser. Contándolos a ellos dos, Bruno y Braxton, eran diez hermanos. Y salvo él y Patrick (el Falcone abogado), el resto estaba casado o en pareja, y la mayoría con hijos. Excepto Connor y su mujer, otro de sus hermanos que aún no había podido tener, todos tenían niños. Ema era la mayor de sus sobrinos, el resto eran pequeños, ninguno llegaba a los 7 u 8 años y había muchos bebés, mellizos, gemelos...él era bueno para matemáticas, pero malo para las personas. Así que aunque podía saber cuantos eran le iba a costar saber sus nombres y relacionarse con ellos, aunque supuso, sería cuestión de tiempo. La niña estaba esperando, entonces le hizo upa, cuidando que su vestido no revelara su ropa interior. — Tú eres igual a Braxton...mi abuelo joven... En algún momento le habían explicado a la niña, que era pequeña pero inteligente, las relaciones de su recién descubierta familia. — Si. Yo soy tu tío abuelo, Bruno...— le explicó. La niña apoyó su pequeña mano en su mejilla. — Me gustas...— le dijo con su vocesita. ¿Cómo se suponía que respondiera a eso? — Tú también eres muy bonita — le respondió y la pequeña se recostó en su hombro. Ema, que estaba atenta a su hija que correteaba por allí junto a sus primos segundos. Y Braxton, que estaba atento a su hermano que se había apartado por un momento, se acercaron. — VEN Gema, deja al tío Bruno tranquilo — dijo Ema de manera protectora, aún mirándolo con cierta reticencia. — No. Me quiero quedar con mi tío abuelo — dijo la pequeña con voz decidida y se aferró más fuerte a él. — Está bien...— dijo él. Estaba pisando hielo delgado en lo que refería a Ema, y si sostener a su hija iba a ser su bandera blanca, se la quedaría. — Está bien Ema, déjalo — dijo Braxton acercándose por detrás y apretando el hombro de su hija mientras lo miraba. Él lo entendía de alguna manera. Ema se dió vuelta y miró a Braxton no muy convencida. — Ve a socializar, yo me quedaré con ellos...o descansa, siéntate con las mujeres, tienes las piernas un poco hinchadas...— Ema estaba esperando su segundo bebé. — Está bien...— dijo con cierta resignación y se marchó. Estaban a la intemperie. Los Falcone habían montado una especie de carpas en el gigante jardín de su casa tipo rancho con varios miles de hectáreas. Ellos estaban en el casco principal. En el casco antiguo, a unos kilómetros de allí, se encontraba la hacienda con los animales. La niña parecía haberse quedado dormida. Él podía sentir su respiración acompasada. Braxton palmeó con cuidado a Bruno. — ¿Estás bien? Era increíble, nunca hubiera imaginado que tenía un gemelo, pero ahora le parecía algo natural como respirar. — Tan bien como se puede estar en medio de esta tribu de gente...— murmuró y Braxton debió contener una carcajada para no despertar a Gema. — Sabes que tenemos antepasados nativos americanos ¿no? — Si, Apaches...lo recuerdo bien — Ese comentario podría resultar ofensivo, por eso lo digo... Bruno resopló. — Los Falcone no parecen ser la clase de gente que se ofende con facilidad — Son nuestra gente ahora Bruno...lo sabes...tú eres parte de esta "tribu" también — dijo Braxton mirándolo a los ojos. — Lo sé, aunque sabes que no encajo...no se que va a ser de mi ahora que abandoné Boston — no tuvo opción. Era un riesgo. Ya el solo hecho de haber podido dejar la mafia era un milagro y los Falcone habían dejado una amenaza muy clara. Se enteró al llegar allí a Texas, si alguien volvía a tocar un pelo de cualquier m*****o de la familia de ellos incluso de la familia adoptiva de Braxton (su padre policía y su hermana médica), serían volados por los aires. Como lo hicieron con su antiguo burdel, donde hubiese ido a parar Ema si no hubiera escapado esa noche, de su venta, de Luciano. —¿De verdad volaron el club con un misil aire tierra? — preguntó todavía asombrado. —Sep. Cortesía de los padres de Amal, la mujer de nuestro hermano Michael — tenían una compañía aeronáutica militar, eran contratistas del estado, y hasta satélites poseían —.Una poco sutil advertencia para que nadie nos vuelva a tocar en Boston...— y lo decía por referencia al secuestro de Gema. Bruno suspiró con pesar. — Extrañaré Boston... — Lo sé, pero tienes muchos enemigos allí. Es peligroso para ti, incluso con la advertencia de nuestro padre y todo... La niña murmuró en sueños y por un instante sintió envidia de ella, tan joven, sin preocupaciones. — Hay vida después de Boston Bruno...tú vida continuará, solo que en otro lugar...y encontrarás tu camino... — Para ti es fácil decirlo. Tienes a Tammy, a tu familia adoptiva. Una hija, una nieta...en cambio yo ¿que tengo? Braxton se puso frente a frente con su hermano. — Tú nos tienes a todos nosotros Bruno. Los Falcone te sostendrán incluso cuando no quieras que nadie te toque...porque son de esa clase de personas, de los que no sueltan...Y ahora, son nuestra familia también...