Capítulo 38

2664 Words
—Acelera poco a poco. —Decía Liam a la castaña. La joven se encontraba montada en la moto de su padre, su corazón se quería salir del pecho a causa de que estaba enfrentando uno de sus miedos. Liam y la castaña hicieron un trato, él aprendería a nadar y ella dejaría de tener miedo a las motos. Así es, los dos estaban enfrentando sus más grandes temores. —¡No puedo! —Se quejo la castaña sin siquiera intentarlo. —¿Cómo lo sabes?, ni siquiera lo has tratado. —No quiero. Angie se bajó de la moto con la intención de huir. —¿Dónde crees que vas? —Liam la tomo de la cintura impidiendo que diera un paso más. —Si te vas dejare la puerta con llave. —¿Estas usando chantajes conmigo? —Si, así que sube a esa moto y acelera de a poco. —Liam se encontraba molesto por el comportamiento de la castaña, ella no era de las chicas que huía tan fácilmente. Angie le había mostrado que no se rendía con cosas tan simples y que no le tenía miedo a nada. ¿Entonces por qué se acobardaba?, era muy infantil de su parte. —¡No! La castaña se cruzó de brazos decidida a no obedecer. —No es lo que acordamos hermosa, prometiste enseñarme a nadar y yo te enseñaría a conducir. Liam estaba siendo paciente a pesar de que estaba por explotar. Llevaba una hora mostrándole todo sobre la moto, le dio varias vueltas para que ella se sintiera más cómoda y ahora que era el turno de ella se negaba a intentarlo. —No me importa. —Angie se dio la vuelta para volver a casa. Liam respiro hondo y dejó que se marchara. La tarde paso con lentitud, cada minuto se sentía una eternidad. Liam se quedó en el mismo lugar esperando que Angie regresara, pero no fue así, la castaña definitivamente rompió el trato. “Muy bien así es como lo quieres”, pensó Liam subiendo a la moto y volviendo a casa. Angie estaba sentada en el corredor junto a Amalia, la confirmación del embarazo la tenía con los nervios hasta el cielo. Amalia se encontraba llorando nuevamente, Gabriel trataba de evitarla a toda costa. Dejando la puerta con seguro para que ella no lo buscara durante la noche. A pesar de que Ángel platico con él, el joven estaba confundido, quería espacio para procesar lo que estaba sucediendo. —Si está embarazada. —Se dirigió Angie hacia Liam cuando el subía las gradas. Liam paso de largo ignorándola por completo, ni siquiera le dio una mirada. — ¿Liam? —Lo llamo ella. —Creo que si se molestó. —¿Por qué? —Preguntó Lía. —Nada importante, mamá dice que no es bueno que llores en ese estado. Vamos alégrate, imagina que sea una niña la que tendrás todo lo que le vamos a comprar. Vestido, faldas, chores. ¡Dios!, que es lo que no hay para niñas. La castaña se sentía emocionada de saber que su madre y su mejor amiga tendrían un bebé. —Si mi mamá tiene una niña las vestiremos iguales. Igual si son niños. La castaña hablaba y hablaba sin parar, mientras que Lía se encontraba perdida en sus preocupaciones. ¿Qué pasaría con ella y Gabriel?. ¿A caso él no la quería?. él dijo que se haría cargo de todos los gastos, no hablo de que estarían juntos. —Iré a dormir un poco, no me siento muy bien. —Está bien, descansa, yo preparare algo para comer, mi estómago me está pidiendo cena. Liam se acostó en la cama, faltaba pocos días para su viaje, tal vez esa era la razón por la que también se encontraba molesto, la presión que le hacia su padre para no deshacerse de las empresas, la insistencia de la que decía ser su abuela para que firmara. Y el abogado que le insistía que no era lo que su abuelo y madre querían. Sentía que estaba traicionando la memoria de su madre, que al firmar los papeles no habría vuelta atrás. —Liam, la cena esta lista. —La castaña entro a la habitación y se acomodó en la cama. —— preparé las bolitas de queso que tanto te gustaron. Liam tenía los ojos cerrados, estaba recostado en la cama a pesar de no estar dormido, una de sus manos la coloco sobre sus ojos para así tapar la luz y que esta no lo molestara. —¿Liam? —Lo llamo la castaña moviéndolo un poco. —¿estas molesto? —El seguía sin contestar, apretó la mandíbula mostrando que si estaba molesto. La castaña se quitó los zapatos subiendo a la cama y colocándose sobre el joven en horcajadas. Liam apretó más los dientes, Angie no entendía la importancia de hacer un trato y eso le molestaba que a ella no le importara. —¿estas molesto? —La castaña dejo un casto beso en los labios de Liam, el joven trato de no saborear el dulce sabor de sus besos, hacia su mayor esfuerzo por no abrir los ojos y tomarla del cuello para devorar esos labios que tanto le encantaban. —¿No me dirás nada?, ¿en verdad me estas ignorando? —Le pregunto ella moviendo las cinturas sobre el m*****o de Liam. El joven apretó los puños queriendo controlar sus hormonas, el problema que aun que él quería mostrarle que no por un beso el olvidaría como ella se marchó dejándolo solo. su pene no le interesaba el enojo de él, no estaban de acuerdo, su m*****o no le importaba lo que hizo la castaña. —No te enojes yo te quiero. —Le dijo la castaña cuando sintió lo duro que él se estaba poniendo. —me perdonas. —Volvió a besarlo. Liam abrió los ojos la tomó de la cintura quitándola de encima, para dejarla en la cama acostada. —Sal. —Le dijo el joven sentándose en la cama. —Gracias por la comida, pero no tengo hambre. Por favor déjame solo. —¿Enserio te enojarás por una tontería? Liam la miro incrédulo, negó mientras se puso de pie. —Cuando aprendas a ver la importancia de un trato entonces me buscas. —Liam tomo la puerta, espero a que la castaña saliera para cerrarla con llave. ¿Por qué era tan importante para Liam un trato?, porque así él sabía en quien podía confiar, por esa razón hacer el trato con Lucia le hizo recordar a su madre. Podía confiar en ella a ciegas como solía hacerlo con su mejor amigo. Angie se molestó sin entender por qué Liam la trato de esa manera, ella no quiso intentar acelerar la moto, no era la gran cosa. "No tenía por qué enojarse". Pensó bajando las gradas. En el comedor solo se encontraba la señora Margaret y Lía quienes ya habían comenzado a comer. —¿Y Liam? — Pregunto Amalia al ver que solo la castaña bajaba. —No quiere comer, ¿Gabriel no bajó? —No tiene hambre —Contesto Lía con la mirada triste. La cena trascurrió en silencio, Angie creía que el enojo se le pasaría rápido a Liam, pero al parecer esta vez el joven si estaba molesto. —Esta noche micrófono abierto dará mil dólares al ganador. —Dijo Lía viendo el celular. —como extraño participar. La joven hizo a un lado el celular para así ayudar a lavar los trastes a su amiga. —¿Mil dólares? —Pregunto la castaña. —Antes solo daban cien, deberíamos ir. —No sería lo correcto, si tu padre se da cuenta entonces si nos encierra para siempre. Le dijo Lía entre risa. —Papá es un ángel, no haría eso. La castaña se quedó pensando por un momento, miro a su amiga y decidió que sería buena idea participar. —Iremos, si ganamos los mil dólares será para mi futuro sobrino. La castaña tomo a su amiga y se dirigieron a la habitación. En su armario busco la ropa adecuada para ambas, después de vestirse salieron por la puerta trasera ya que esa no hacía mucho ruido. Las dos jóvenes caminaron entre el huerto de la abuela, cruzaron el potrero y el riachuelo, corrieron en los terrenos del vecino para llegar a la calle que conectaba con el pueblo. —Porque presiento que no está bien. —Dijo Amalia tomándose de la mano de su amiga. —Lía no seas ave de mal agüero, no es la primera vez que participamos. ¿dime si tu madre se dio cuenta o mi padre? —Mamá si lo sabía, solo que no le importaba. Las dos jóvenes entraron al local, las luces segaron los ojos de ambas impidiendo que caminaran bien, por el hecho que estas provocaron pequeños mareos. —¿Que ha hecho Gustavo con el local? —Pregunto Lía. —Esto parece más un bar que aquel lugar que ayudó tu padre a construir. —Si papá se da cuenta que ya no es un sitio donde puedes disfrutar en familia se va a decepcionar. —¡Angie! —Grito Mateo con los brazos abiertos. — Mi hermosa Angie, mi ricitos de oro. Lía y Angie dieron un paso atrás por el comportamiento del gorila, Mateo quiso abrazar a la castaña sin embargo esta coloco su mano frente a él para detenerlo. —Alto ahí, bestia rabiosa. —Grito Amalia a causa de la música. —Ella ya tiene dueño. No quieres que Liam te rompa la nariz de nuevo. —Por esta belleza pueden romperme los huesos. —El joven tenía la cerveza ya en la cabeza. Su alegría y la manera en cómo arrastraba la lengua lo confirmaba. —¿Qué haces aquí? —Le pregunto la castaña. —¿estas por los mil dólares? —Si, ¿ustedes también? —Las jóvenes asintieron mirando la tarima. —¿Sabes quienes participaran? Los tres caminaron hacia una mesa donde se encontraban otros compañeros, comenzaron a platicar sobre quienes participarían. Amalia aun sentía que no era correcto, que algo malo iba a pasar, en cambio Angie estaba emocionada de poder participar a pesar de saber que una de las concursantes era de las mejores y que estaba claro que ella seria la ganadora. Eso no impidió que ella se escribiera en la competencia, con unas cuantas cervezas en cima le envió un audio a Liam. —Eres un idiota. —Dijo con la lengua trabada. —Me dolió la manera en que me echaste de tu habitación. —Una lágrima salió de su mejilla y la voz le tembló. —Estoy molesta, contigo porque me echaste como un perro y yo te quiero. —el nudo en la garganta apenas y la dejaba hablar. —me dolió mucho, por eso esta noche te voy a olvidar. Solo esta noche mañana te recuerdo si es que no sigues enojado. Mateo le quito el celular para entregarle otra cerveza. —¡Hey!, eso es mío. —Vamos mi chica hermosa, estamos aquí para disfrutar. Liam se despertó a causa del revoltijo en su estómago, ya que no cenó tenía demasiada hambre. Bajó a la cocina para buscar las bolitas de queso que Angie preparo para él, supuestamente. Estaba cenando cuando Gabriel también bajó, al parecer el niño tampoco había bajado a cenar y su estómago le estaba exigiendo comida. Comenzaron a comer sin decir nada, cuando a Liam le cayó un mensaje. era la castaña, quiso ignorarlo, pero la curiosidad de saber que decía le ganó. Al fondo se escuchaba música, voces que no se entendían, la joven había tomado y no se encontraba en la casa. —¿Es Angie? —Pregunto Gabriel sorprendido. —¿Dónde fue? —No lo se. Liam marco de inmediato, al tercer timbre contestaron. —Angie está ocupada, cuando terminemos le digo que te marque. —La voz de aquella persona que contestó el celular de Angie, él la conocía perfectamente bien, era él gorila como lo llamaba la castaña. Liam apretó la mano en un puño, estaba por hablar cuando Mateo le corto la llamada. —¡Imbécil! —Liam dejo su comida y salió hacia la habitación de Angie, creyendo que ahí estaba Amalia. Tardo más en subir que en bajar. —Amalia tampoco está, ¿dónde habrán ido?, es muy tarde para que estén afuera. —Tengo una idea de donde puedan estar. Gabriel y Liam tomaron la moto de Ángel para dirigirse a Micrófono abierto. Entraron al lugar buscando con la mirada a las jóvenes. No se sabía quién estaba más enojado si Liam que no entendía que hacía Angie con Mateo, o Gabriel que no entendía como Amalia en su estado, decidiera estar en un bar donde había bebidas alcohólicas y drogas. —¿Están listos para el siguiente participante? —Grito una mujer por un micrófono, las personas gritaron y aplaudieron de exaltación. —Ahí está Lía. —Dijo Liam apuntando a una mesa. Gabriel camino hacia ella furioso, la tomó del brazo al estar junto a ella. —¿Qué haces aquí?, ¿acaso no pensaste en nuestro bebé?, ¿cómo se te ocurre salir y venir a este lugar embarazada? Lía se asustó al ver a Gabriel, su brazo dolía donde el la sostenía. Ella lo sabía, se lo dijo a Angie que no estaba bien salir a esa hora y menos que Angie tomara cerveza. Lía en su estado no quiso ni tomar agua, ella sabía que no era correcto beber de embaces abiertos a pesar de conocer a sus compañeros no les acepto nada. —¡Gabriel me estas lastimando! —¿En serio? —Pregunto con burla. —Sabes cómo me sentí al saber que no estabas en casa, Lía estas embarazada no puedes estar bebiendo cerveza ni mucho menos salir de noche. —¿Dónde está Angie? —Liam se quedó un poco atrás buscando a la castaña al no verla por ningún lado se preocupó y decidió interrumpir a Gabriel y a Amalia. —Esta tras escenario. —¿Que está haciendo ahí? Liam no termino de preguntar cuando un joven salió cantando la canción de “IMPOSIBLE AMOR DE MATISSE Y GUAYNAA"”. "Ella es, así como la vez, tiene un toque de dulzura y de maldad a la vez, te desarma solamente con mirarla" —Ve a buscarla, nos vamos. —Dijo Gabriel soltándola. "Ella va como una tempestad, segura de que tiene algo más que las demás. Cuando la vi, si la quise solo para mí". Lía se puso de pie, mirando a los dos jóvenes en el escenario. "Y aunque nadie sabe bien lo que hay que hacer". "Para enamorarla, yeah". "hoy yo voy a descifrar a esa mujer". La mirada de Gabriel y Ángel también se dirigieron a ellos, Gabriel no se sorprendió de ver a su hermana salir mientras las personas gritaban y aplaudían. "No, no lo creo. No pierdas tiempo, no. No mandes flores ni nada. Aunque tú quieras, yo no quiero". La castaña vestía con un vestido rojo, sus labios del mismo color. Se miraba hermosa de eso no había duda, sus risos caía como resortes a causa de sus movimientos. Para Liam no era una sorpresa del talento que ella tenía, sonrió al verla cantar con gran entusiasmo olvidando que estaba molesto en ese momento. Se quedo anonadado al verla, Gabriel le entrego una servilleta burlándose de él. Y entonces salió Mateo. “Imposible amor. Es talladura a mano de escultor. Resplandeciente como el sol. Constelación de lunares, esa espalda y ese alrededor”. Le recordó, porque estaba ahí, porque estaba molesto. Liam sintió como la sangre le hervía al ver como el idiota tomaba a Angie de la cintura mientras cantaba, lo que más le dolía es que ella lo permitía.
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