Aprecié el intenso tono azulado en su mirada brillar como si dentro de esa hermosa coloración hubiese algo que los hiciera resplandecer con mayor intensidad. Se apartó de mí, sujetando mi mano con delicadeza. Avanzábamos por la ribera, contemplaba un cielo despejado con todas esas estrellas titilando enérgicamente, parecían más cercanas que en ningún otro cielo antes distinguido por mis ojos. El viento ondeaba mis ropas con suavidad. En el horizonte se veía surgir el amanecer, iba de su mano disfrutando de una vista incomparable.
Asida dulcemente de su mano fuerte, me llevó hasta una gran roca que había al costado de la playa, las olas acariciaban sus bordes con suavidad. La rodeamos, tan grande que pudimos treparnos, con su ayuda fue fácil darme cuenta que era alta y que por sí misma hu
