El aroma de Dereck se acercaba, y cuando lo vi, un nudo se formó en mi garganta. Estaba serio, palido, su rostro reflejaba una tristeza profunda, casi insoportable, y sus ojos... estaban perdidos, como si mirara hacia un abismo. No entendía qué estaba pasando, cómo había llegado a este punto, pero verlo de esa manera hizo que mi confusión creciera aún más. ¿Por qué él estaba tan afectado? ¿Por qué sus ojos transmitían tanto dolor cuando en realidad todo lo que yo quería hacer era protegerlo? -Ya... Ya estoy aquí.- Dijo en un susurro, apenas audible, su voz quebrada por la tensión del momento. Señalé el espacio vacío a su lado en el césped, y él, como si estuviera en un trance, se sentó lentamente. No me atrevía a mirarlo directamente, no sabía si mi corazón podría soportar ver la expresió

