un ángel caido

FRAGMENTOS AGRIETADOS (2)

(Miky)

paso una semana después de la visita de esos dos angeles, la madre no me odio a pesar de lo que pasó con su hija, a pesar de eso ella quería que me quedara a su lado, después de tanto tiempo ya me había echo parte de su familia, Pero lamentablemente no me podía quedar, esa mocosa seguiría atacando asta que le dé al querubín, y no podía poner en peligro a esta familia, así que solo me despedí, con la falsa promesa de que volvería, por supuesto le aclare dónde estaba enterrada su verdadera hija y con lágrimas en los ojos del pequeño Yukito, me fui sin mirar atrás.

Regrese con tetsuo el mi primer humano que me quiso por lo que soy y me aceptó sin cuestionar nada de mi, al llegar a la mansión, me detuve por un momento en la puerta, no quería pasar aún, había dejado aún lado la mision por quedarme con aquella familia, no tenía excusa, mucho menos miedo, no volví a experimentar aquel miedo como el que tuve cuando padre me arranco las alas, pero antes de que decidiera abrir la puerta, Roussel la abre desde adentro, se quedó parado por unos minutos antes de reaccionar y abrazarme, levantándome del suelo.

R-tetsuo está de mal humor *susurro en mi oído antes de bajarme y apartarse un poco*

Le agradecí por la información y me adentre a la mansión, camine de nuevo por aquellos pasillos largos y envueltos de eco, aunque la primera vez no sentí este ambiente tan pesado, llegué a la oficina de tetsuo y toque suavemente la puerta.

T-pasa......

Un escalofrío recorrió mi espalda, su voz resonó por el largo pasillo como eco, envolviendo me por completo, rápidamente me calme y sin titubear entre a su oficina, en el se encontraba un tipo extraño, alto y castaño, vestía con ropas negras, se levantó del asiento y me miró con desprecio.

??-tu...? tu eres la número 1? aquella de la que tanto eh escuchado..? “solo eres una rata insignificante”

Sonreí con desdén Pero lo hice aún lado acercándome al escritorio de padres, aunque antes de tratar de justificar mis palabras el hablo con voz sería y calmada.

T-como as estado hija.....

-padre yo....

T-como as estado?

-bien.....

T-me alegra y que te trae de vuelta?

-nesecito

T-nesecitas?, cuando yo necesite algo donde estabas miky?

-yo.....

T-quiero que conoscas a kuro, el tomara tu lugar

-que?

T-necesito a alguien que se quede y regrese no a un simple....

-*me pongo de pie con un tes temible y exigente* tu no tienes el derecho a cambiarme solo porque si..... yo no te pertenezco...... *saco un cuchillo que lanzo hacia kuro rasguñando ligeramente su rostro* y una escoria tan insignificante no podrá......

En ese momento fui interrumpida por tetsuo dándome un abrazo, bloqueando mis manos por completo.

T-regresaste, me alegra tenerte de vuelta....

Mi rabia se calmó, no le acepte el abrazo, Pero tampoco lo aparte, su extraña forma de apreciar me me hacía dudar de mi misma, corrió a aquel tipo de el salón y comenzamos a hablar, le platique lo que pasó con aquella familia y la razón del porque me quedé con aquella madre más tiempo de lo normal, también le comenté sobre el ataque de los soldados y que tenía que buscar al querubín, ya que si seguía en la tierra sin mis alas podría morir, y si muero como un humano jamás podría regresar al cielo, nunca más. El acepto mi petición, Pero con la condición de llevar a alguien conmigo, Haci que después de un largo debate, decidí aceptar a Roussel como mi acompañante.

Pero antes tenía que pasar por un amigo, “Lu” un pequeño diablo que, desde que me aleje de aquel querubín, a estado siguiendo me a dónde fuera que valla, era fastidioso, Pero un buen a compañía te, bueno solo en ciertos momentos, había meses en los que desaparecía por completo, Pero siempre lograba volverme a encontrar, excepto los años que decidí cambiar mi aspecto, por alguna razón desapareció de su radar, sin entender porque, Pero realmente lo necesito para conseguir mis alas.

Pero nunca me imaginé que vería a quel ser de luz que tanto sonreía, de esa forma tan deprimente y sombría, y lo más extraño era que no recordaba nada de quién era, que era, o quien era yo.

“Esto llevará un tiempo”.