NARRA CIARA ALLEN
Lo que ha dicho, su amenaza, me eriza la piel y me pone a temblar por completo. Y es que no son solamente las palabras que ha lanzado las que me provocan semejante reacción, sino su actitud: oscura, perversa y endiabladamente maligna.
Sin embargo, trato de mantenerme serena para no alterarlo más y soy convincente a la hora de actuar, porque me destapa la boca y logro hablar con calma, como si no pasara nada.
—Señor Jones, usted tiene toda la razón. Yo he estado haciendo mal mi trabajo, pero creo que la mejor forma de arreglarlo es poniendo una queja en Recursos Humano
Únicamente espero que alguien allá afuera se haya dado cuenta de lo que ha pasado y venga en mi ayuda.
Tom Jones se mueve despacio, muy despacio hacia mí y me lanza una mirada cargada de algo que jamás
