*HABLA, FERNANDO* Por fin está aquí, la miro de pies a cabeza, es una belleza de mujer, aunque nunca me guio por las apariencias, ella está asustada, la miro que ve para todos lados, más sin embargo admiro su valentía. —¡Te piensas quedar ahí parada! —¿Estás solo? No veo ningún empleado. —Hoy es su día libre. ¿Hay algún problema? —¡Vamos a estar solos! —Jajaja Me tienes miedo. —No os conozco, si he venido es porque usted me cumplió y yo también cumplo mi palabra. —Eso da mucho que decir de ti, entra te doy mi palabra que no pasara nada que tu no quieras. —Confiaré ¡¡porque sé que cumple su palabra!! Ella entra a la casa, pensé que pasaríamos toda la noche en la puerta de mi casa, la miro caminar con desconfianza, le muestro la sala, pero ella me pregunta por la cocina, se toma m

