Nuestro Secreto

Poco a poco mi libertad

Debo decir que no fue una buena noche, los pensamientos no me dejaron dormir, o quizás mis ganas de que amaneciera pronto y pudiera irme de esta casa. Al menos el trabajo me distraía, también el negocio con Helena, llevaba meses implorando que invirtiera en su idea.

La mañana llegó, tomé una ducha, revisé mi rostro en el espejo, debo estar agradecida que aún soy joven, si este matrimonio acaba aún tengo una vida por delante.

Seque muy bien mi cabello, era un negr0 intenso, me encantaba su forma y color, mis labios son gruesos, ojos expresivos y piel canela.

-Soy bella, la verdad soy mucha mujer para James.- susurré

Me vestí con un pantalón blanco ajustado a mi cintura, su bota era ancha, un crop top blanco y mi gabán azul rey, mis zapatos los cubría la tela del pantalón, tomé el bolso y apliqué mucha loción por mi cuerpo.

El portafolio en mis manos y las llaves del auto, desde hoy manejaría yo, paso a paso tendría mi libertad.

-Buen día señora ¿desayunará?- mencionó Ana, observé la mesa y ahí estaba James.-

-No Anita, tengo asuntos en la oficina y voy tarde.- mencioné

Seguí mi camino hacia la cochera, allí estaba mi bello auto, mi mercedes Benz azul me esperaba, me subí con rapidez y lo encendí, pese que hace meses que no lo manejaba, el personal lo mantenía en buenas condiciones.

Pise el acelerador a fondo y salí de la mansión, en verdad necesitaba esto, me sentía libre.

Pasé por una cafetería, pedí un té chai y un panecillo, lo disfruté camino al trabajo.

Al llegar pedí guardar mi auto, pasé a mi oficina, María me esperaba para darme mis pendientes.

-Olivia la constructora Gold’s informan que desean hablar contigo, algunos diseños estructurales les está constado más dinero de lo previsto.-

-Llama a Andres el director de obra, quiero que le haga una inspección a la construcción y me dé un informe, no puedo creer que se salga del presupuesto, todo se diseñó muy bien.- mencioné quitándome mi gabán, me senté en mi escritorio a trabajar.-

-Por otro lado el señor Jhon Sáenz envió un mensaje, preguntó que si irías a la fiesta.-

-Confírmale, dale mi dirección, que por favor me recoja en casa.-

-Pero… ¿el señor Malloy no se enfadará?-

-No es mi problema Mari, dile eso a Jhon.-

-Claro.-

Siguió indicando los pendientes, yo iba respondiendo que debía hacer, había pasado quizás treinta minutos cuando llegó James, lo vi ingresar a mi oficina.

-Déjanos solos María.- mencionó ingresando.-

-Por supuesto señor.- mencionó mi asistente saliendo.-

James se sentó delante de mí, vi como soltó su traje y cruzó sus brazos.

-¿Por qué viniste en auto sola?- preguntó

-Por qué así lo decidí James, es algo que por primera vez fue mi decisión.-

-Sabes que debes estar con el equipo de seguridad.-

-Pues es tu seguridad, no la malgaste en estos dos meses que nos queda de matrimonio.-

-No me voy a divorciar de ti Olivia.-

-Pues yo si, según entendí anoche, nuestro matrimonio tiene una fecha fin, no es necesaria tu firma, ya todo estará listo para entonces.-

-Anoche lo que escuchaste no fue del todo cierto.-

-¿Ah no? Pues me gustaría escuchar que fue mentiras, supongo que la herencia o quizás nuestro matrimonio.-

-Si hubo un acuerdo, pero…-

-Pero nada, ya me respondiste todo, mejor vete de mi vista, no quiero verte por los próximos dos meses.- mencioné

-Hasta entonces soy tu esposo Olivia, te guste o no, me veras.-

-Bien, pues te advierto que en público no volveré a fingir, todos verán mi cara de asco al verte a los ojos.- mencioné

James se puso de pie, vi como ajusto su traje, por lo visto se iría.

-Eres mía Olivia, lo serás hasta que así lo decida.- mencionó y se marchó, la verdad no quiero verlo, su sola presencia me revuelve el alma.-

La mañana pasó rápido, me aliste para ver a Helena, la encontraría en su restaurante, ella y su amor por la cocina.

Tome mi auto y me marché, pude notar que me perseguían los de seguridad, al parecer James les ordenó que lo hiciera.

Entré al restaurante, estaba lleno pero al fondo una mesa que decía reservado, Helena me vio y pidió que fuera con ella.

-¡Amiga! No sabes lo emocionada que estoy.- mencionó abrazándome.-

-Hola Helena, me da gusto verte.-

Nos sentamos en la mesa, nos trajeron dos copas de vino mientras leía el menú.

-Dime que es cierto, vas a invertir en mi.-

-Así es, quiero que me digas todo el plan que tienes, invertiré una gran suma de capital, eso sí te digo, mi hombre no puede aparecer en ninguna parte.-

-¿Qué? ¿Por qué?-

-Es mi condición, seremos socias, pero no quiero mi nombre en los registros, sé que obtendré ganancias pero las destinarás a una cuenta que te daré.-

-Lo que digas amiga.- mencionó Helena

Ella me trajo el plan de trabajo y expansión, debo reconocer que es una chef excepcional, lo único que me preocupa es que es muy desorganizada en cuando las finanzas, es por eso que su restaurante siempre está en líos financieros.-

-Amiga lleva tu la contabilidad y esas cosas, sabes que yo me dedico a la comida.-

-Está bien, por ahora iniciemos con la compra de los nuevos inmuebles, luego cuando ya todo esté listo, asumiré la administración.-

-¡Si! Amiga me haces feliz.-

No crean que soy una mala persona por no apoyar a mi amiga antes, la verdad siempre estaba para pagar sus deudas, ella me propuso mil veces ser socias pero mi trabajo en la compañía me detenía, sé que en dos meses seré una desempleada así que tomaré este nuevo reto.

Estuvimos toda la tarde hablando de la expansión, fui enfática al decirle que se haría según mis indicaciones, ella lideraría la cocina y yo las finanzas.

En la noche me dirigí a casa, la verdad no quería hacerlo pero me sentía cansada, la noche anterior no dormí y ya me estaba cobrando y muy caro.

Tome el auto, puse música a todo volumen, dejé las ventanas a bajo y comencé a cantar, eso al menos hizo que mi mente estuviera distraída.

Llegué a casa, las luces estaban apagadas, eso indicaba que por fin mi familia se había ido, eso me daba tranquilidad.

Saludé a Ana, hoy por primera vez desde que llegué a esta casa no pregunte por James, solo pedí que llevaran mi cena a la habitación, tomaría un baño y me dormiría.

Entre a la bañera, puse algunas velas para que me tranquilizara, mi mente estaba vuelta un caos, tantas preguntas y sin respuesta.

Ana trajo mi comida, me puse pijama y pasé a cenar, quise sentarme en el balcón, la noche estaba fresca.

James llegó, vi todo su esquema de seguridad, solo ruego que no venga a molestar. Dejé mis platos a un lado y pasé a la cama, sé que apenas cerré los ojos quedé profunda.

Cada día era igual, de nuevo éramos dos extraños en este lugar, él y yo no nos cruzábamos, nos evitábamos a toda costa.

El sábado llegó, me preparé para la fiesta, tuve que comprar un vestido nuevo, mi hermana había estropeado mi favorito.

Me vestí de n***o, un escote profundo en el pecho, mi espalda abierta, dejaba mucha piel expuesta. Una abertura en mi pierna derecha que seguro era pecado. Recogí mi cabello, me puse un collar delicado y zarcillos.

Mientras lo hacía pensaba en mi vida de casada, James y yo jamás hablábamos, a menos que fuera necesario. Pero él en cada cumpleaños o aniversario me llenaba de regalos. Desde joyería como vestidos costoso, incluso me regaló el mercedes.

-Nada de esto es mío, James me lo compró, ni siquiera tenía derecho sobre mi misma.- susurré

Ana tocó la puerta, mencionó que Jhon había llegado y me estaba buscando, me aplique algo de aroma y salí.

Mientras bajaba las escaleras me encontré con James, según veo recién llegaba.

-¿Qué hace Jhon aquí?- preguntó

Yo lo ignoré y seguí mi camino, la verdad no tenía por qué darle explicaciones.

-¡Olivia te estoy hablando!- lo escuché decir, abrí la puerta y salí. Efectivamente Jhon estaba esperándome, vestía tan elegante.-

-Buenas noches Jhon.- mencioné

-Olivia wow, estás muy bella.- mencionó besando mi mano.-

-Gracias, también te ves muy guapo esta noche.-

-Creo que seré la envidia de todos los hombres esta noche.- mencionó abriendo la puerta del auto, con cuidado me ayudó a subir, los dos iríamos al evento.-

Por un momento vi hacia la puerta de la casa, James estaba allí de pie, supongo que nos vio irnos juntos, la verdad no me importa.

-¿Por qué tu esposo no fue contigo?-

-El tiene otros asuntos que atender.- mencioné

-Supongo que lo dices por Beatriz, sus declaraciones son algo incomodas.-

-¿Cuáles declaraciones?- pregunté

-¿No viste las noticias?-

-No Jhon no lo hice, dime qué dijo mi hermana.-

-Bueno ella mencionó que tú y Malloy estaban en pleno proceso de divorcio, al parecer él no olvidó a su primero amor así que pronto anunciarían que estaban juntos.-

-Esa mujer no se cansa.-

-¿Es verdad? ¿Lo de tu divorcio?-

-No voy a mentirte así que te diré que…-

No tuve oportunidad de hablar, un auto se atravesó, venía a gran velocidad, Jhon tuvo que frenar, si no lo hacía nos estrellaríamos.

-¡Pero que animal!-gritó Jhon,-

Del auto se bajó alguien que conocía muy bien, James era quien caminaba hacia nosotros, ese loco por poco y nos asesina,

-¿Pero qué le pasa?- preguntó Jhon

James llegó a mi ventana, intentó abrir la puerta pero fue imposible, tenía el seguro puesto, al ver que no podía comenzó a golpear mi ventana.

-Jhon por favor abre la puerta.-

-No, no voy a permitir que ese loco te haga algo.-

-Tranquilo, él no me hará daño, por favor abre la puerta.- mencioné

Jhon quitó el seguro, James abrió la puerta, él me quitó el cinturón de seguridad, tomó mi brazo y me sacó del auto, puedo jurar que sus manos emanaba fuego.

-¿Qué estás haciendo?-pregunte

El no hablaba, me llevó a su auto, ahora me puso el cinturón y cerró la puerta con fuerza. Lo vi subirse e iniciar el viaje, solo apretaba el volante.

-James ¿qué pasa contigo? Dime a donde me llevas.-

-¿Pensabas ir al evento con ese tipo?-

-Si, claro que sí.-

-¿Acaso no eres una mujer casada Olivia?-

-¿Y qué? Soy casada pero no prisionera.-

-Iremos juntos al evento.-

-Yo no quiero ir contigo, mejor ve con Beatriz, tu amada.-

-Para con eso.-

-No, la verdad es que es así, por qué no vas y la recoges; llévala de tu mano y dile que es amor de su vida.-

-No digas tonterías Olivia.-

-Sabes que es la verdad, James por favor dame mi libertad, ve con Beatriz, ella te ama y tú a ella.- mencioné casi en súplica.-

-Yo no la amo.- mencionó sin verme, su vista seguía en el camino.-

-No mientas, ella era tu prometida, los dos se amaban.-

-Olivia escúchame bien, yo jamás he amado a tu hermana.- mencionó observándome.-

-¿Qué? James no mientas tú y ella…-

-Nosotros nada, solo me hice novio de tu hermana para acercarme a tu familia, jamás he tenido sentimientos por ella.-

-No te creo.-

-La verdad no me importa, lo único que debes creer es que yo jamás estaría con esa mujer.-

-Seguro es otro de tus planes.-

-Piensa lo que quieras.- respondió

No volvimos hablar más, al final tenía razón, su destino era la fiesta de los Sáenz, ahora aquí estamos los dos, delante de una gran gala, James se apresuró a tomar mi mano, los dos entraríamos como los esposos Malloy.