Mike

Les hablaré un poco de mí. Mi nombre es Mariana Jiménez, soy de un pequeño país llamado Costa Rica, digo pequeño refiriéndome al tamaño de mi hermosa tierra, la cualidad es grande en tradiciones y valores. Tengo 18 años y fui la dichosa ganadora de una beca deportiva en la universidad UCLA en los Ángeles, teniendo así que viajar a Estados Unidos a iniciar una nueva vida, muy lejos de mis padres y de mi hermana menor. Con lágrimas en los ojos me despedí de mis padres y subí al avión rumbo a los Ángeles. Desperté por el sonido del anuncio de una azafata, avisando que estamos por llegar, entré emocionada y nerviosa asomé la cabeza por el vidrio del avión y pude ver el hermoso aeropuerto, saqué mi teléfono y tomé una foto. Al aterrizar fui por mi equipaje y tomé un taxi rumbo a mi nuevo hogar, que es, con unos completos desconocidos, ya que la universidad fue la que me controló donde vivir, realmente espero que sean buenas personas. -¡Llegamos! - Dijo el chófer del Taxi. Miré por la ventana y frente a mí se encuentra una gran y hermosa casa blanca. -¿Está seguro que es aquí? -Pregunté sin poder creerlo. -Esta fue la dirección que usted me entregó escrita en el pape -Contestó el Le di otra mirada a la casa y bajé del auto, el taxista salió de auto, abrió el maletero y me ayudó a sacar las maletas, le pague y perdió rápidamente unas cuadras más adelante. Fui hasta la entrada de la casa y toqué el timbre, escuche varias voces y pasos, hasta que la puerta se abrió dejando a una señora, no mayor de cuarenta años, con un elegante vestido blanco. -Amor, Mariana acaba de llegar-Le dijo al que supongo, es su esposo-Pasa cariño, te esperaba esperando, espero te guste la casa, mi nombre es Karen y él -Señaló a un hombre de unos cuarenta años, vestido muy elegante .-Es mi esposo Will- -Mucho gusto-Dijo Will-¿Te ayudo con eso? -Señaló mi equipaje -Si, por favor-Contesté. El señor me sonrió y rápidamente comenzó a subir mi equipaje. -Cariño, tu habitación está subiendo las escaleras, junto a tu cuarto está el cuarto de estudio que lo puedes usar cuando gustes, junto al cuarto de estudio está la habitación de mi hija Laura y junto a tu cuarto, del otro lado está la habitación de mi hijo Mike, lo que quería presentar pero él salió con sus amigos. Espero te sientas un gusto con nosotros y disculpa por no poder ir por ti al aeropuerto, lo que pasa es lo que tuvimos mucho trabajo y lo hecho en estos momentos vamos de salida, ya que tendremos una cena en honor a Will por haber conseguido un trato con una gran empresa -Hablaba Karen mientras subíamos las escaleras. Una vez en mi cuarto. -Muchas gracias, el cuarto está precioso- agradecí al entrar y verlo. Ambos son ellos.-Nuestra casa es tú casa-Dijo Will -Ahora nos vamos para que te acomodes, la cena está en el microondas y tenemos netflix para que te distraigas, creo que volveremos tarde, así que de un solo, buenas noches cariño- -Buenas noches - Le dije a Karen a lo que ella solo sonrió - Y felicidades Don Will- -Dime Will y gracias- Ambos bajaron, unos minutos después escuché que se marchaban en su auto. Empecé a ordenar mi cuarto y cuando finalmente terminé, bajé a ver que hay en el microondas, al abrirlo encontré dos pedazos de pizza, los calenté, fui hasta el refri y me serví jugo de naranja, llevé todo al desayuno y empecé a comer, cuando terminé fui a la sala y encendí el tele, pasé varias horas mirando la tele, hasta que un auto llegó, unos minutos después de la puerta principal de la casa se abrió y una pareja entre besos llegó a la casa, subió las escaleras sin parar de besarse y entrar en uno de los cuartos sin percatarse de que yo me encontré en la sala. Así que eso hace el hijo de Karen y Will cuando no están pensados Sin prestar mucha atención a lo que acababa de pasar seguí mirando la televisión, un rato después escuché pasos por la escalera, luego escuché la puerta principal abrirse y cerrarse de golpe, nuevamente escuché pasos en las escaleras y un chico alto pasó junto a mí, fue hasta la cocina, abrió la refrigeradora, sacó jugo, se sirvió y después vino hasta la sala y se envió a mi lado. -¿Y tú eres? - Pregunté con aires de grandeza y total descaro, dándose el lujo de no mirarme. -Supongo que tú eres el hijo de Karen ¿no? - Pregunté con sarcasmo. Al escucharme giró su cabeza en mi dirección y se quedó mirándome de arriba a abajo. -Supones bien, pero yo pregunté primero- -Bueno, la universidad hizo algún tipo de trato con tus padres y ahora también vivo aquí-Contesté sin demostrar emoción alguna. -¡Genial! -Dijo con molestia notable, giró su cabeza de vuelta a la tele y me ignoró por completo, lo cual no me importa en lo más mínimo, ya que con solo escuchar unas cuantas de sus palabras me afecta y me sobró para que la pizza me cayera mal. No sé ni qué puedo esperar de vivir con este pedazo de ser humano.