-¡Hola! - Saludé
-¡Hola! - Contestaron.
Una de ellas, me cambió de arriba abajo, hizo una mueca de asco y siguió en su teléfono.
-Bueno, ya habrá tiempo para más presentaciones, por el momento, vamos a entrenar - Habló el entrenador y rápidamente las chicas fueron se verteron para el entrenamiento, y él se marchó de los camerinos.
Una chica morena, de mi tamaño, ojos color miel y cabello n***o, se me acercó con una gran sonrisa.
-Hola Mariana, mi nombre es Tamara y también soy latina, solo que yo, soy de Colombia, mucho gusto-
-El gusto es mío, Tamara- Le dije sonriendo.
-Bueno, ahora a mover ese cuerpo, que hay que ir a entrenar para demostrar a gringas lo que podemos hacer-.
-¡Oye! Tamara ¿En dónde obtendremos el uniforme?
-Cierto, lo olvidé, estás son las llaves de tu casillero, te espero afuera para calentar -Tamara se fue junto con las demás jugadoras.
Tomé las llaves, el numero 17 grabado en su metal. Asumiendo que las llaves son del casillero 17, rápidamente voy en busca de este, metí las llaves y al abrirlo encontré, espinilleras, medios, una pantaloneta y el chaleco con el número 17 escrito atrás y debajo del número, mi apellido en grande "JIMÉNEZ ". Saqué los tacos de mi bolso y metí el bolso al casillero, me vestí, tomé aire y salí a la cancha.
-Bueno, empecemos con algunos ejercicios de calentamiento, Tiffany ¿qué tal si diriges el calentamiento? -
-Claro, como siempre -La chica que me había hecho mala cara cuando llegué, se puso en el centro del círculo con la cara de satisfacción y comenzó a hacer ejercicios para nosotros los imitáramos.
Así que la bruja se llama Tiffany.
Hicimos algunos calentamientos, iniciando por las piernas y terminando por los brazos.
-Creo que ya calentaron lo suficiente, ahora deben de dar 5 vueltas a la cancha , recuerden que esto se hace por tiempo y las que mejor tiempo hagan podrían ser titulares , así que, den lo mejor de ustedes-
-¿Nerviosa Jiménez?-Preguntó Tamara.
-Un poco-
-No lo estés, si estás aquí es porque eres buena en esto, además, a diferencia de cuando llegué yo que estaba completamente sola , ahora que tú llegaste ,me tienes a mí, así que tranquila-.
-Muchas gracias -
El silbido del entrenador sonó y todas empezamos a correr , las primeras 3 vueltas las di a una velocidad moderada, manteniendo el ritmo y la respiración, la siguiente vuelta aumenté la velocidad y la última, la di a mi velocidad máxima, que aunque llegué antes que mis demás compañeras, no me alcanzó, para superar a Tiffany.
-No sé cómo eran las cosas en tu país, pero espero que estés acostumbrada a ser una segundona porque es lo máximo a lo que llegarás acá, que te quede muy claro- Me quedé en silencio por el estado de Shock en el que me encuentro.
¿Que se cree esta para venir a ofenderme?
Ella se dio la vuelta y se dispuso a caminar , pero antes de que lo hiciera me acerqué a ella y cerca de su oído dije- Me importa muy poco quien eres o quien te creas , pero yo vine aquí a jugar y eso no incluye dejarme pisotear por ti o por nadie ¿quedó claro ? Y por cierto, apenas calentaba, no te hagas ilusiones, esto solo está comenzando- Dicho eso, me fui caminando hasta donde el entrenador quería que fuéramos.
-¿Qué le dijiste?-Preguntó Tamara con una gran y maliciosa sonrisa.
-Solo estaba presentándome con ella y dejando algunas cosas en claro- Reí.
-Me agradas, ya era hora que alguien más también la pusiera en su lugar-.
-¿Cómo la soportan?-.
-Es la capitana y si queremos que el equipo siga unido, debemos tratar de llevarnos como equipo, aunque con las demás estoy segura que sí te llevarás bien, ellas no son tan, tan, tan...-
-Tan Tiffany - Completé la oración de Tamara.
-Exacto, las demás son agradables-
(...)
Al terminar el entrenamiento fui a los vestidores.
-¿Quieres que te espere?- Preguntó Tamara.
-No, ve tranquila, debes morir de hambre -.
-Tienes razón, muero de hambre, te veo en la cafetería-
-Claro , ahí te veo- Tamara se despidió de mí y rápidamente salió del vestidor, yo tomé una toalla de mi casillero y fui a la ducha, puse mi ropa colgando de la puerta de la ducha y me comencé a duchar ,varios minutos después, escuché risas, lo cual me pareció raro porque se supone que ya todas salieron, volteé y al buscar mi ropa ya no estaba, me fije por encima de la puerta de la ducha y vi a Tiffany agacharse a recoger mi blusa que se le había caído al intentar correr, luego simplemente desapareció de mi vista.
Si quiere guerra, guerra tendrá.