SOFIA Este encierro estaba volviéndome loca, nuevamente el tipo que vive un piso arriba de mi departamento tiene una reunión bastante ruidosa, decidí salir de compras al super, todas las noches sufro de ganas de ir al refrigerador y acabar con la comida que se encuentre allí adentro. Elegí muchísimas cosas: helado, galletas, dulces, frituras y un sinfín de cosas nada saludables, este embarazo me tiene con el estómago revuelto. Leonor dijo claramente que no debo sujetar nada pesado, me he excedido con muchas bolsas; afortunadamente siempre hay alguien en la recepción de esta hermosa torre departamental. - ¡Muchas gracias! – Le dije al chico que me ayudó obsequiándole una buena propina. - ¿Le puedo ayudar en algo más? – Me preguntó. - Es todo, yo me encargo de a

