La noche anterior Melissa había enviado veinticinco mensajes a la castaña invitándola a ir el día siguiente al lugar donde vivían, para Alissa no le ha quedado de otra más que aceptar. Aunque ella no era el tipo de persona que recibe esa clase de ofrecimiento, pero sabía que si no lo hacía tanto la bruja como su propio hermano no pararían nunca, dado que ambos se juntaron para conseguir que ella accediera. Es por esa razón de que Alissa estuviera de pie en ese momento frente al espejo por tercera vez en menos dos minutos, detallando el conjunto que se había decidido a colocar; un pantalón n***o ajustado, junto a una camisa roja de tirantes, un par de botines corte alto con un pequeño tacón y una chaqueta negra de cuero. Perfectamente equilibrado para la aficionada del rojo. «Ya te

