Con las piernas temblando veo como se lleva mi pene a la boca, cierro los ojos tirando la cabeza hacia atrás al sentir como su lengua entra en el juego y succiona la punta queriendo sacarme el alma parece, debo tirarme en el colchón cuando ya no puedo ni sostenerme ni menos mirarla, hasta llevo mis manos a la boca mordiéndome unos dedos porque de verdad que es otro nivel, no es que lo hace del todo bien pero es mi mujer, la mujer que amo, la que me tiene a sus pies, la que si me quiere alimentar como un animal encantado comería, esa mujer tiene mi pene en su boca esforzándose mucho para darme placer. Miro hacia abajo cuando siento que se mueve, se va moviendo de lado cosa que aprovecho para guiar su intimidad a mi boca, y la cosa se pone pareja, porque por mis lamidas en su preciosa v****a

