Me disponía a ir hacia la cocina a prepararme un coctel, cuando vi la puerta de la entrada principal de la casa abrirse lentamente. Al ver que Alessia no venía sola terminé de bajar las escaleras, le sonreí al pasar a su lado y pasé directo a la cocina. —Mami, ¿Viste los arreglos tan bellos que te enviaron? —Me pregunta caminando detrás de mí. —Sí amor —Le contesto mientras abro la nevera y de ella saco un envase que contiene unos trozos de piña, así como hielo—, sí los vi. —¿Te gustaron? —Pregunta animada. —Están bonitos —Contesto reconociendo el buen gusto de la florista. —Buenas tardes —Escucho el tono de voz grave de Alejandro detrás de nosotras. No contesté. No quiero iniciar ningún tipo de conversación con él. Me concentré en preparar el coctel que había planificado hacerme y l

