PROLOGO: EL COMIENZO DE TODO

1162 Words
Narra Jane Todo en la vida tiene una razón de ser, o al menos eso es lo que he pensado todo mi vida, y siguiendo esa lógica había una razón, demasiado buena para justificar él porque estaba enamorada de Jace, bueno en realidad era buena para mí, pero eso no es lo importante, lo importante era que la razón por la cual estaba enamorada de Jace, era porque me había ayudado cuando todos los chicos del aula se estaban burlando de mí porque el profesor me había confundido con un chico, si un con chico, al entrar en la universidad está totalmente rapada, mi sobrina de cinco años me había pegado los piojos… algo bastante vergonzoso para una chica de mi edad. El caso es que él se había convertido en mi salvador, y desde entonces no pude dejar de observarlo, si tenía que ser sincera, solo nos habíamos cruzado un par de veces, y esas veces no podía evitar ponerme nerviosa, decir tonterías e irme corriendo, era tonto de mi parte ser tan tímida ¡se supone que estaba estudiando periodismo! En fin, algún día, tal vez con suerte podría dejar de ser tan tímida. Algo que podía decir con seguridad era que era una excelente acosadora, esto no sonaba muy lindo, pero era la verdad, durante los dos años que llevaba observando, había aprendido muchas cosas no solo sobre mí, sino sobre Jace, sabía que este era un excelente jugador de futbol americano, y que por lo general alejaba a las chicas de sí, aún no sabía por qué, pero estaba en proceso de descubrirlo, también había descubierto que de verdad era muy amigo de todos los integrantes del equipo de futbol, lo que me llevaba a mi siguiente descubrimiento, Jace amaba apostar con su equipo de futbol, aunque por lo general eran apuestas tontas y sin sentido, y los premios casi nunca valían la pena, o por lo menos no me parecía que 100 dólares valieran la pena cuando te expulsaban de la escuela por tres días, también me había dado cuenta de que era un chico muy inteligente, tenía que confesar que cuando daba un aporte en clase me derretía, sabía manejar muy bien sus palabras, en fin si describiera cada una de las cosas que se dé Jace no terminaría de decirlas todas. En estos momentos me encontraba haciendo la tarea en las gradas del campo de futbol, mientras observaba como entrenaban, por lo general estas siempre duraban 1 hora, siempre me quedaba a ver como entrenaban. Cuando termino la práctica me quede unos minutos más, estaba demasiado concentrada en mi tarea, tenía que terminarla hoy, si no el señor Smith, me regañaría, y odiaba que él lo hiciera, levante un minuto mi mirada y vi a un chico del equipo de futbol señalarme ¡dios se había dado cuenta de que todos los días venía a espirarlos¡bueno a ellos no, pero eso serian lo primero que pensarían! Recogí mis cosas rápidamente, tenía que salir rápido de aquí, estaba a punto de irme, cuando escuché una voz que hizo que mi corazón palpitara. —hey tú, la chica de gafas, espera un momento— dijo Jace haciendo que mi corazón palpitara rápidamente. Me volteé a mirarlo encogida de hombres, de alguna manera me sentí feliz, pero triste, éramos compañeros ¿aún no se sabía mi nombre? —¿sí?— dije con voz baja y nerviosa. Una cosa que entendería más adelante, era que ese día no debí estar allí, ni mucho menos atender al llamado de Jace… Narra Jace Era un día normal como cualquier otro, aburrido, miré al profesor con aburrimiento, realmente el periodismo no era lo mío, solo estudiaba aquí por dos razones, la primera por mis padres y la segunda por su equipo de futbol, desde pequeño había querido ser el mariscal de campo de unos de los mejores equipos NY, este sueño había surgido desde que vi a los Linos jugar, cuando era niño era un poco enfermizo, y verlos a ellos tan rebosantes de energía, me había dado una esperanza. El reloj marcó la una de tarde y la campana sonó, inmediatamente salí de clase, para ir al entrenamiento, mi parte favorita del día, al llegar a la cancha vi a ¿jade? No lo sé, ella siempre estaba sentada en las canchas haciendo la tardea, no entendía por qué no iba a la biblioteca, pero bueno no era mi asunto. En cuento estuvimos todos, el entrenamiento comenzó, y como siempre, di lo mejor de mí mismo, esto era lo único que me hacía sentir realmente vivo, siempre que entraba a la cancha recordaba que ya no era aquel niño débil, tumbado en la cama de un hospital. Pasaron las horas y la práctica termino, con los del equipo fuimos a cambiarnos, mientras lo hacíamos hablábamos de tonterías. —¿saben? Hoy viendo a Jane, se me ha ocurrido una excelente idea.— dijo Adriel mi mejor amigo. ¿Quién diablos era Jane? ¿Y cuál era su idea? Todos los del equipo lo miramos con interrogación. —¿Quién es Jane? —¿es en serio? Jace— asentí esperando a que me contestara— ¡por dios! La chica que siempre viene a hacer su tarea— esperen ¿su nombre no era jade? — si Jace su nombre es Jade- — ya, lo siento no soy bueno con los nombres… mejor ya dime cuál es tu idea.- — hace tanto que no hacemos una apuesta— nos miró con cara de ángel, todos negamos sabiendo lo que vendría— ¿Quién cree que es capaz de enamorarla? Esta vez subiera la apuesta, que les parece mi auto— dijo con una mirada que todos sabíamos que no iba a descansar hasta que dijéramos que sí. De pronto todos los chicos fueron pasando, nadie quería hacerle eso Jane, todos sabíamos lo buena que era ella, no queríamos meternos con alguien tan dulce no nos parecía correcto, además algunos ya teníamos novia. —¿y tu Jace? Africa no está aquí- — sabes que nunca haría eso, no seas idiota— Adriel suspiro, y nos miró mal, segundos después su cara de aluminio — ¿qué te parece si te doy mi auto… y te presento al mariscal de campo de los Linos?, mi padre se reunirá con él dentro de 4 meses, si logras salir con ella, demostrar que ella esta completamente enamorada de ti y le rompes el corazón en ese tiempo ese será tu premio- Mi corazón palpitó rápidamente, ese había sido mi sueño desde siempre, no podía negarme, y sabía que estaba mal, ¿pero ¿qué tan malo podrá ser? Sería fácil, y seguramente ¿jade? Me olvidaría en un mes o dos, estreche la mano con Adriel, en ese momento me sentí mal, pero todo estaba hecho, los chicos del equipo negaron, sin embargo minutos después todos salimos en busca de jade.
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