CAPITULO 1: PEQUEÑA CHINCHILLA

1078 Words
—soy Jace— dijo presentándose como si toda la universidad no lo conociera.  Lo miré como en cara de ¿es en serio? Él sonrió con cara de niño bueno, sentí como mi corazón palpitaba fuertemente, le sonreí de vuelta, aunque en realidad fue un intento de sonrisa, estaba muy nerviosa.  — lo sé, yo he… lo sé— dije tartamudeando me palmeé la frente e internamente, ¡había dicho dos veces lo sé! Tenía que calmarme, lo mire esperando que digiera algo más, no sabía que necesitaba, y eso me ponía un más nervioso.  — sabes tenemos que ir por un helado, ya sabes algún día—  dijo con una encantadora sonrisa, me paralice. — cuando quiera, digo pss si claro, o sea no claro…— dije antes de saber a correr nerviosa. ¡Dios! La había cagado en grande, podía sentir los gritos de Jace a mi espalda, cuando estuve lo suficientemente lejos me di una cacheta, ¡mierda! ¡¿Cómo podía ser tan tonta! Era una bruta solo era un chico, un chico muy guapo, pero ese no era el caso, no debí salir corriendo, mire a los lados, no había nadie; perfecto, lance un grito de frustración.  Había arruinado mi oportunidad de salir con Jace, mire mis uñas con pesar, rendida, minutos después me fui a casa con la curiosidad de porque Jace se había acercado y es que vamos nunca lo había hecho, y además, si tenía que ser sincera no entendía por qué él se acercaría a una chica como yo, y es que vamos, en realidad no era fea de hecho me consideraba bastante guapa. Era una chica de 1.60 con un hermoso cabello caramelo, mis ojos eral cafés, pero muy claros y mi piel pálida y llena de pecas, que en vez de opacarme me hacían tener un  encanto más, era canónicamente linda… a lo que en realidad era a mi personalidad, en la universidad era conocida por ser la chica tímida y torpe, y… aburrida, los chicos que me perseguían siempre se terminaban aburriendo de mí por mi personalidad, que según yo era encantadora, pero al parecer no era lo que ellos buscaban.  Por otro lado Jace, según yo y media población tenía una actitud encantadora, era divertido, un poco pícaro y muy sociable, además de que era alguien bastante confiable; en conclusión nada compatible.  Al llegar a casa me prepare un burrito y subí a mi cuarto a terminar mi tarea, en cuento me senté escuche llegar un mensaje a mi celular, mire inmediatamente, era de esas personas que siempre estaba muy al pendiente de sus mensajes. Número desconocido: ¿te parece bien el sábado a las 2? Jane: ¿quién eres? Mire aterrada mi celular, no sabía como esa persona había conseguido mi número, pero seguro era un acosador; estaba a puto de bloquear el contacto cuando llego un nuevo mensaje, mire por curiosidad.  Numeró desconocido: soy Jace. Mire el celular una y otra vez, esperando que no fuera mi imaginación. Pero no, no lo era, emocionada agregué su número, después de eso comencé a pensar como constarle, cuando caí en cuenta ¿cómo había conseguido mi número? Jane: ¿cómo has conseguido  mi número? Jace: lo he robado, ya sabes de la dirección. Jane: vale…  Me tiré a la cama asombrada, ¿cómo es que había pasado todo esto? Como es que ahora de un momento a otro tenía el número de Jace; y lo más importante su atención, suspire, fuera por lo que fuera  me gustaba tener su atención, sabía que Jace nunca le prestaba atención a las demás chicas y que me lo prestara me alegraba.  — Jane he traído pizza— escuché la voz de mama. Baje inmediatamente, tenía que decírselo, mama y yo teníamos una buena relación, siempre me aconsejaba.  —Jace me ha invitado por un helado-  Mama me miro y formo con su boca una gran O, y negó, asentí y este grito de alegría, sin embargo segundos después me miro seria.  —desde cuando te hablas con Jace— me encogí de hombros. —en realidad no lo hacemos, hoy solo llego y me invito por un helado— mama me miro y coloco sus brazos en forma de jarra. — hija sé que él te gusta, pero ¿no se te hace extraño?—  la mire y negué. — umm no solo, ¿tal vez se dio cuenta de que era guapa y me quiso invitar a salir?— dije encogiéndome de hombros. —tienes razón… eres guapa, ¿ya le dijiste que si?— negué  y esta me miro con una mirada de ¿y qué esperas? Asentí y saque mi celular, nerviosa, busque su contacto, abrí la barra de mensajes. Jane: sí.  Jade: ¡pues perfecto! ¿Te recojo en tu casa? Me lo pensé unos segundos, me gustaba Jace, pero, aunque fuera su acosadora número 1, no podía dar por sentado que Jace nunca me haría nada malo, me alegraba que él se acercara mi, esto solo podría darme la oportunidad de conocerlo mejor; tal vez si lo conocía mejor sabría que en realidad Jace era para mí, de hecho nunca me había acercado a Jace por dos razones aunque me gustara, la primera era supertímida y siempre me dio pena y la segunda siempre tuve miedo de darme cuenta de que tal vez Jace no era como yo lo pensaba… tenía miedo de decepcionarme, pero ahora que él se acercaba a mí quería intentarlo.  Jane: no te molestes ¿ te parece si nos vemos en el mall? Jace: ¿segura? Jane: ¡claro! Jace: pues en ese caso esta bien, nos vemos el sabado.  Le sonreí a mi mamá y le alcé el dedo pulgar en signo de afirmación ¡tenía una cita con Jace! Comencé a comer pizza, un una muy deliciosa por cierto, y segundos después antes de acabarla me di cuenta de algo ¡no había quedado como estúpida esta vez! Orgullosa de mi misma comencé a comer pizza, ¡por primera vez no había sido tan tímida! Estaba por decirle al mundo que había vencido mi timidez, cosa que posiblemente era mentira, pero me gustaba autoengañarme, pero recordé el episodio de esta mañana y se me paso, en ese momento quise esconderme debajo de mis cobijas. Jane: lo siento, ya sabes por lo de hoy  Jace: no te precucupes, esta olvidado, pequeña chinchilla..  ¿Qué era una chinchilla?
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