No te alejes... no de nuevo

CAPITULO 2: LA CITA

Ya sabia que era una chinchilla, según Google, que era una gran fuente de conocimientos, era un tierno roedor, en cuanto me entere pasaron dos cosas, la primera me sentí alagada, ¿Por qué? Fácil era un animalito superlindo, tierno y esponjoso, y la segunda había estado avergonzada por varios minutos, la chinchilla se caracterizaba por ser muy tímida y escurridiza, ¡él aún recordaba que había salido corriendo y por eso le recordaba a una chinchilla!  

En estos momentos me encontraba en camino a la universidad, hoy sería un día nuevo y un día menos para el sábado, exactamente faltaban 2 días.

—hey Jace— escuche la voz de Jace a mis espaldas, voltee a mirarlo ¡dios estaba tan guapo!

Mire a los lados, pensado que había otra Jane sin embargo cuando este se me acerco y beso mi mejilla confirme que era a mí a quien buscaba, y tenía que admitir que de paso había aprovechado para olerlo,  ¿ser una acosadora? Puff para nada, simplemente era una captadora de aromas profesional.

—¿Qué necesitas?— Jace me miro y sonreía, juro que me sentí derretir.

— por supuesto que a ti— lo mire sonrojada, ¿Cómo podía decir eso con tanta naturaleza?

Me quede en silencio sin saber que responder, era claro que él me estaba coqueteando, pero para mi mala suerte yo era pésima coqueteando, ¡estaba viviendo el sueño de media universidad y no sabía qué hacer!

—Okay…— dije mirando a un lado.

Jace soltó una risa por mi respuesta, acaricio mi cabeza, sentí una sensación cálida, genial, estaba en la universidad, pero me comportaba como una chica de secundaria.

—¿no eres muy buena interactuando con la demás verdad?—  asentí avergonzada— bueno, por suerte yo puedo hablar por los dos— solté una risa, era verdad Jace era bastante, yo lo era, pero cuando entraba en confianza— ¿Qué te aparece si vamos juntos a clase?—  asentí.

— está bien— dije con una sonrisa.

Mientras íbamos a clase no pudimos evitar hablar de algunas cosas, aunque yo respondía palabras cortas, la verdad es que no pude evitar pensar lo bueno que era este momento, Jace era una buena persona y me hacía sentir cómoda, en clase se sentó junto a mí, durante toda la clase nos pasamos pasándonos papelitos, nunca me había divertido tanto en clase.

En el almuerzo fue con sus amigos y al finalizar el día, nos despedimos con un beso en la mejilla, y así pasaron los dos días hasta que por fin fue sábado, me sentía más cómoda, había podido conocer mejor a Jace estos dos días,  había descubierto nuevas cosas de Jace, como que en realidad el periodismo no era lo suyo, pero era la carrera que menos que le desagradaba, incluso el viernes, mientras me acompañaba a almorzar me había contado de su amor por el futbol, lo entendía yo también tenía una razón por la cual estudiaba periodismo.

En estos momentos me encontraba alistándome para mi cita con Jace, estaba pensando en que ponerme, mi color favorito era el n***o, así que la mayoría de ropa era negra, también amaba las faldas así que tenía demasiadas.

Dure, sin mentir media hora eligiendo mi ropa, al final había decidido colocarme una falda negra corta, una camisa corta, unas medias hasta las rodillas y unas botas, si, hoy me veía completamente diferente a como solía ir a la universidad, por lo general, ósea siempre, no me alcanzaba el tiempo para arreglarme “bien” así que me iba con la primera ropa que tomaba entre dormida.

—vas a llegar tarde Jane— grito mi madre desde la planta de abajo.

Me apresure a bajar, mire al reloj, y dios era verdad iba a llegar, siempre tendía a llegar tarde, era una persona un poco impuntual, ¡juro que estaba intentando cambiar eso¡

Después de una hora, llegue al lugar donde nos íbamos a encontrar con Jace, por suerte no había llegado tarde.

Jane: he llegado ¿Dónde estás?

Jace: mire detrás de ti.

Volteé y en efecto allí estaba Jace, por cierto, estaba muy guapo, le sonreí y me acerca, este me tomo de la cintura y beso mi mejilla, comenzamos a caminar la heladería, en cuanto llegamos nos sentamos y un chico tomo nuestros pedidos.

—Jane, hoy estás muy guapa— le sonreí sonrojada, disimuladamente me pellizqué debajo de la mesa.

Aún no creía que esto fuera verdad, se sentía como un sueño ¿Qué procacidades había de que el chico que te gustaba te invitara a una cita, exacto pocas.

—tú… También te ves  guapo— le dije con una sonrisa— Jace ¿te puedo hacer una pregunta— Jace asintió serio-¿Por qué tu repentino interés?— Jace miro a un lado.

Nerviosa esperé su respuesta, pasaron los segundos y me sentí aún más nerviosa ¿estuvo bien preguntar?, segundos después suspiro.

—Jane ¿hay alguna razón por la cual no lo haría? Eres guapa y aunque solo hemos hablado poco, pareces ser una chica sumamente interesante— dijo serio mirándome a los ojos.

Lo miré nerviosa, era guapa ¿pero por qué hasta ahora? Éramos compañeros desde hace dos años.

—¿Estás seguro? Jace somos compañeros desde hace dos años, y nunca has mostrado ninguna señal— dije con voz nerviosa.

¡Dios que estaba haciendo! Lo iba a arruinar… no espera soy una “adulta” no podía simplemente ir confiando ¿o sí?, Jace soltó una risa nerviosa.

—la verdad es que siempre me había dado pena acercarme a ti,  de hecho, aquel día me anime porque mis amigos me animaron— dijo para después tomar.

Le sonreí más tranquila, ahora entendía por qué su amigo me había señalado… tal vez ese día no debía haber creído ciegamente en Jace, pero su sonrisa tranquila me había ganado por completo.