Capítulo 10 | Ángeles y Demonios

2899 Words
Hace varios meses el grupo de William se estableció en las afueras del bosque, tienen un campamento, construyeron cabañas de madera y pusieron barreras con alambre para rodear el perímetro. Han recogido a varias personas que se encuentran en el camino, salen por provisiones cada semana, al ser más personas se necesita más comida. William, Noah, Alan y Nico están en una misión buscando medicinas, algunas personas han enfermado y si no consiguen medicamentos morirán. Entran a una farmacia, han matado 5 podridos hasta el momento, de pronto escuchan gritos y corren a ver de donde provienen, miran a una mujer la cual no puede moverse, tiene dolor en el tobillo, un caminante intenta morderla, William dispara una flecha con su ballesta y lo mata, se acerca a la mujer, tiene la ropa sucia y el cabello alborotado, cuando William está a centímetros de ella, la mujer lo mira y sonríe al verlo, William la mira atónito, no puede creer que ella este ahí — ¡William! – dice la mujer y lo abraza fuertemente —Rebeca – dice William sorprendido de verla, ella aun lo tiene sujetada a su cuerpo —William me encontraste, pensé que jamás volvería a verte – dice Rebeca mirándolo intensamente, trata de besarlo, pero él se aleja —Tenemos que irnos, no deben tardar en llegar más podridos – dice Noah, William ayuda a Rebeca a reincorporarse y la lleva hasta la camioneta, la sube y arranca el motor. Sabe que no le va a gustar a Elizabeth ver a Rebeca, pero no puede dejarla abandonada. Llegan al campamento, William se baja y ayuda a Rebeca bajar, su tobillo está lastimado y no se puede sostener, Elizabeth sale de la bodega y mira la escena atónita, William la mira, pero no dice nada, lleva a Rebeca a una de las cabañas y la deja, le da instrucciones a Gina, la esposa de Alan, para que cure a Rebeca y después va con Elizabeth —Esa es Rebeca – dice Elizabeth mirando a William con irritación —Sí, un podrido la estaba atacando y – dice William, pero Elizabeth no lo deja terminar — ¿Se va a quedar aquí? – dice Elizabeth irritada, William la mira sin decir nada —No puedo creerlo – dice Elizabeth indignada — ¿Y qué quieres que haga?, no la puedo echar, tiene el tobillo lastimado y – dice William, pero Elizabeth lo vuelve a interrumpir — ¿Es eso William, o es que estás feliz de que ella este aquí? – dice Elizabeth con ironía, William la mira molesto por su insinuación —No puedo creer que sigas sintiendo celos de ella, hace mucho que quedó claro que te amo a ti, estoy contigo – dice William, pero Elizabeth sigue sintiendo una inmensa furia, sabe que esa mujer siempre ha estado interesa en William y no se confía de ella —Sí, pero es Rebeca, según ella tu mejor amante – dice Elizabeth recordando como ella se lo echó en cara aquella vez. —Elizabeth por favor, no puedo echarla, está mal – dice William tratando de acercarse a Elizabeth, pero ella retrocede —Ya lo sé, ya lo dijiste, pero no me gusta que esté aquí, no es muy agradable ver a tu ex amante cerca de ti. – dice Elizabeth enojada, William la mira irritado, sabe que tendrá problemas con Rebeca cerca, conoce bien a la mujer y todas sus artimañas para seducirlo, pero jamás haría nada para perderá Elizabeth. *** Han pasado varias semanas desde que Rebeca llegó al campamento, su tobillo ha sanado, pero ella sigue fingiendo que le duele, William trata de no acercarse a ella, pero Rebeca no pierde oportunidad para coquearle. —Elizabeth enojándote con William no vas a soluciona nada, solo lo acercas más a Rebeca, si yo fuera tú, dejaría que William me hiciera cosas ilegales – dice Lara con picardía, Teresa se sonroja por los comentarios de Lara y Elizabeth le rueda los ojos —Conozco a Rebeca y sé que no se va a dar por vencida – dice Elizabeth molesta —Yo creo que, Lara tiene razón – dice Teresa tímidamente, Elizabeth y Lara la miran boquiabiertas, Teresa es muy tímida, y que ella diga eso es muy extraño. —Debes de acercarte más a él, ser más cariñosa – dice Teresa y todas ríen, de pronto se acerca Gina con evidente preocupación — ¿Pasa algo? – pregunta Elizabeth, Gina la mira inquieta — ¿Puedo hablar contigo? – dice Gina, Elizabeth asiente y ambas se alejan de los demás — ¿Qué pasa? – pregunta Elizabeth mirando el nerviosismo de Gina —Elizabeth yo, estoy embarazada – dice Gina y Elizabeth la mira atónita —Alan ya lo sabe, no sabemos cómo decírselo a William – dice Gina con nerviosismo —Ya sé que traer un bebé en un lugar así no es lo mejor, pero yo lo quiero, es mi bebé – dice Gina, Elizabeth se acerca a ella y la toma de la mano —No te preocupes, sé que William va a entender – dice Elizabeth y Gina sonríe aliviada, un bebé siempre sería una bendición, o eso es lo que Elizabeth pensaba. Entra a la bodega y mira a William limpiando su arco y armas —Hola – dice Elizabeth, William la mira con cariño y sonríe —Hola nena – dice William y le da un suave beso en los labios —Vamos a ir mañana a buscar provisiones, necesito tener todo listo – dice William, Elizabeth asiente y miran a Alan entrar a la bodega — ¿Me necesitas? – pregunta Alan y William asiente —Sí, mañana salimos a primera hora a buscar agua y comida, ve con Noah para que los organice – dice William y Alan asiente —William ¿puedo hablar contigo? – dice Alan, William lo mira sereno —Claro, ¿qué pasa? – pregunta William, Alan lo mira nerviosamente —Yo me voy – dice Elizabeth, pero Alan la detiene —No es necesario – dice Alan, Elizabeth se queda sabiendo lo que Alan tiene para decir — ¿Qué pasa Alan? – pregunta William confuso mirando el nerviosismo de Alan —Gina, está esperando un bebé – Dice Alan y William lo mira aturdido —Yo sé que no es un buen momento, pero, queremos tenerlo, sé que es arriesgado y otra boca más que alimentar, pero es mi bebé – dice Alan, William aún no dice nada, mira a Elizabeth y ella lo mira con cariño —Un bebé siempre es una bendición, no te preocupes, no vamos a dejar que nada malo le pase– dice William y Alan sonríe aliviado —Gracias William – dice el hombre con agradecimiento, William asiente, Alan sale y Elizabeth se acerca a él — ¿De verdad crees que un bebé es una bendición? – pregunta Elizabeth, William se concentra en limpiar su arma —Sí, pero no aquí – dice William secamente, Elizabeth lo mira confundida —Pero acabas de decir que es una bendición – dice Elizabeth confusa — ¿Y qué querías que le dijera?, vamos a tratar de que ese bebé nazca sano, pero en este mundo de porquería ni loco tendría un hijo – dice William fríamente, Elizabeth siente un dolor en el pecho, esas palabras le duelen en el alma. *** William y los demás buscan suministros, de pronto siente mucho frio, camina hacia dentro del lugar y mira a una mujer vestida de n***o parada al fondo, se acerca, ella sigue mirándolo fijamente — ¿Estás bien? – pregunta William y la mujer sonríe coquetamente —Mejor que nunca – dice y sus ojos se vuelven negros completamente, toma a William por el cuello, él trata de zafarse, pero la mujer es más fuerte —Eres mucho más guapo de lo que me dijeron – dice la mujer con coquetería — ¿Que eres? – dice William a duras penas, la mujer sonríe maliciosamente, de pronto una luz brillante ilumina el cuarto, William cierra los ojos por la luz cegadora y cuando los abre mira a un hombre joven, de traje elegante parado frente a ellos —Suéltalo – dice el hombre con frialdad mirando a la mujer, William está desorientado, la mujer suelta a William haciéndolo caer al piso, este se toca el cuello y tose al sentir el aire entrar a sus pulmones El hombre alza la mano y la mujer comienza a sacar humo n***o por la boca, hasta desmayarse, el hombre se acerca a William y él saca su cuchillo, pero el hombre hace un movimiento con la mano y el cuchillo sale disparado — ¿Que eres?, ¿que era ella? – pregunta William aturdido, el hombre se pone de cuclillas hasta quedar cerca de William —Soy Manakel, un ángel del señor, y eso era un demonio – dice Manakel, William lo mira aturdido sin comprender —Es una broma, ¿qué rayos? – dice William, el ángel le toca la frente y en un segundo, William y el hombre están en la camioneta teletransportándose — ¿Qué demonios está pasando?, ¿que eres? –dice William alterado y apuntando a Manakel con su arma —Ya te lo dije, soy un ángel del señor – dice Manakel mientras William sigue aturdido —Ok, ángel del señor, ¿qué haces aquí y por qué esa mujer o demonio o lo que sea quiso matarme? – dice William sin comprender, el ángel lo mira fijamente —Son muchas preguntas, supongo que todo esto es demasiado raro para ti, primero que nada, esa pistola no va a hacerme nada, así que puedes bajarla – dice el ángel, William lo mira irritado, baja el arma y mira al ángel con enojo —Esa mujer me quiere matar, por cierto, tenía los ojos negros completamente y después te apareces tú y dices que eres un ángel, yo creo que sí, es más de la dosis diaria de locura – dice William alterado, el ángel lo mira con tranquilidad —Está bien William, te voy a explicar, yo soy un ángel, para ser más preciso, tu ángel de la guarda, esa cosa que maté, era un demonio, quería matarte porque ellos creen que eres un peligro y yo vine a salvarte – dice el ángel tranquilamente, William lo mira atónito — ¿Es una broma?, ¿mi ángel de la guarda? – dice William y el ángel suspira —Así es – dice con naturalidad, William no puede dejar de mirarlo — ¿Qué rayos está pasando?, no entiendo nada – dice William y se baja de la camioneta, el ángel lo sigue — ¿Y por qué dices que ese demonio cree que soy peligroso? –pregunta William con desesperación — ¿Por qué crees que hay tantos muertos caminando entre los vivos? –dice el ángel, William lo mira fijamente —Es el Apocalipsis, es la primera fase, los muertos resucitan, es un virus creado por Lucifer – dice el ángel, William lo miro sorprendido —Lucifer, quieres decir, ¿el diablo? – dice William no creyendo lo que acaba de escuchar —Así es, Lucifer fue liberado, por eso se desató el virus y por eso los muertos se comen a los vivos, Lucifer quiere acabar con los humanos para poder reinar la tierra – dice el ángel mientras William lo mira aturdido — Todo esto que estás diciendo, ¿es verdad?, ¿tú eres un ángel y los demonios existen y Lucifer existe? – pregunta William y el ángel asiente —Creo que me voy a desmayar – dice William, él ángel se preocupa —Tal vez es la impresión, no veo tus pupilas dilatadas, no creo que te desmayes – dice el ángel y William lo mira con irritación —Es sarcasmo – dice William, el ángel lo mira sin comprender —No importa, lo que no entiendo es ¿por qué ellos piensan que soy un peligro? –dice William, el ángel lo mira dudoso — ¿Qué pasa?, dime ¿Manakel cierto?, Manakel eres mi ángel de la guarda según tú, así que tienes que decirme todo – dice William, el ángel lo mira dudoso —Está bien, te lo voy a decir, es muy pronto, pero entre más rápido lo sepas mejor, sabes que Lucifer es un demonio, y Miguel es el ángel que lo metió a la jaula -dice Manakel y William asiente —Sí, leí la biblia, sáltate eso, dime ¿por qué creen que soy un peligro? – dice William irritado —Tus eres el recipiente de Lucifer y al mismo tiempo el de Miguel –dice el ángel y William lo mira sin entender — ¿De qué hablas? – dice William confuso —Para que un ángel pueda entrar al cuerpo de un humano, tiene que tener el permiso del humano, en este caso el recipiente de Lucifer y de Miguel debe ser especial, se tiene en la sangre, es tu sangre, solo tú puedes dejar entrar a Miguel o a Lucifer y una vez que Lucifer este dentro de su recipiente, será invencible – dice el ángel, William lo mira sin decir nada —Esto es una pesadilla, no puede ser verdad – dice William aturdido —Es verdad, no puedes dejar que Lucifer te tome, él va a destruir el mundo – dice el ángel y William lo mira fijamente —Amigo, el mundo ya se destruyó, solo mira a tu alrededor, solo podridos tratando de matarnos – dice William y el ángel lo mira con desilusión —Lo sé, pero, puede ser peor, Lucifer quiere acabar con toda la tierra y si tú le das el sí, nadie lo detendrá –dice el ángel —Me tengo que ir –dice Manakel de pronto — ¿A dónde? – pregunta William intrigado —Al cielo, hay una guerra, me necesitan, pero volveré a verte –dice el ángel y en un momento desaparece, William se queda parado pensando que solo es una alucinación, los demás llegan y miran la perturbación de William — ¿Estás bien?, te buscamos, pero unos podridos se nos aparecieron – dice Noah, William aún sigue desorientado —Hey, hermano ¿estás bien? –dice Noah y William lo mira aturdido —Sí, estoy bien – dice William desorientado Llegan al campamento, William entra a la cabaña, Elizabeth entra detrás de él, lo mira y se acerca — ¿Qué te pasa? – pregunta Elizabeth preocupada —Elizabeth no vas a creer – dice William y le cuenta lo ocurrido, ella lo mira confusa —Amor, yo sé que algunas veces puedes soñar cosas y – dice Elizabeth, pero William la interrumpe —No lo soñé, ¡es verdad! – dice William, aunque no estaba muy seguro. Han pasado varios días desde que William vio a Manakel, él ángel no se ha vuelto a aparecer y William está empezando a creer que solo fue su imaginación —William está es la lista de la despensa, tenemos para una semana más – dice Elizabeth entrando a la bodega —Ok, vamos a ir pasado mañana al sur, tal vez haya alguna tienda sin saquear –dice William y de pronto mira a Manakel parado frente a él —¡Manakel! – dice William sorprendido, Elizabeth voltea y mira al ángel parado tras ella —Te dije que nos volveríamos a ver – dice Manakel y sonríe, Elizabeth lo mira confundida —Hola soy Manakel, tú debes ser Elizabeth, es un gusto conocerte – dice Manakel mientras Elizabeth lo mira atónita —Ves, te lo dije, no lo soñé – dice William, Elizabeth sigue abrumada — ¿Y tú como sabes que ella es Elizabeth? – pregunta William intrigado —William, soy tu ángel de la guarda, se todo de ti, por supuesto sé que Elizabeth es la mujer que amas – dice el ángel, William lo mira y rueda los ojos —Espera, ¿es verdad?, ¿eres un ángel? –pregunta Elizabeth aturdida y Manakel asiente —Así es, soy el ángel de la guarda de William – dice Manakel con una sonrisa —Oye no repitas eso, se escucha infantil – dice William y el ángel deja de sonreír —Lo siento – dice Manakel con tristeza —No lo puedo creer – dice Elizabeth asombrada —Toma – dice el ángel y les entrega a William y a Elizabeth unas pequeñas bolsas negras — ¿Qué es esto? – pregunta William mirando las bolsas —Son hechizos para que los demonios no te encuentren, también es necesario que pongan sal y estos símbolos en puertas y ventanas, es para que no puedan entrar – dice el ángel dándole un papel con símbolos enoquianos escritos —Espera ¿Por qué están buscando a William? – pregunta Elizabeth preocupada —Creen que soy peligroso, según Manakel soy el recipiente de Miguel y de Lucifer – dice William y Elizabeth lo mira confusa —Así es – dice Manakel con naturalidad William hace lo que Manakel le indica, pone sal en todo el perímetro del campamento y las puertas y ventanas tienen símbolos escritos y aunque todo es muy raro, es la única explicación lógica dé porque el mundo se fue al carajo.
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