A las 17:30 me estaban ayudando a escoger un vestido. Escogieron un vestido de tul hasta el piso color celeste bebé que tiene dos pequeños moñitos blancos en la cintura. Tiene un escote en v profundo que se disimula con más tul por debajo, mangas con volumen hasta mis codos, y lo que más destaca es que el tul está bordado con miles de perlitas blancas. Es tan inocente que no creo que vaya conmigo, pero no tengo elección en este tema. Nunca lo hice. Soy como su muñeca de práctica para vestirme y maquillarme a su antojo. Los cumpleaños de Anna son como cenas de negocios. Todos se visten de gala, y según Julia, “no puedo dejar pasar la oportunidad de usar un vestido como este”. -Vas a ver que rompes unos cuantos corazones con esto- dice Julia mientras acomoda mi cabello en un recogid

