Se suponía que después de la segunda vez, no tendría más fuerza. Pero Alex me mira a los ojos, y me ayuda a salir despacio. Se quita el condón usado, y se pone otro. Me recuesta en la cama, y sigo confundida. -pensé que después de la segunda no iba a funcionar más- le pregunto… intentando añadir conocimiento a mi experiencia. -Se podría decir que soy el perfecto protagonista de novela erótica entonces- me dice mientras, con toda la suavidad del mundo, se hunde en mi interior. Todavía me duele un poco, pero él se queda quieto mientras me acostumbro del todo a su forma. Y luego de unos minutos en los que acarició mi cabello y besó mi frente, comienza a moverse lentamente. El calor me engulle. Envuelvo mis piernas a su cadera, él sostiene mi cabeza con una mano, con su ante brazo sobre

