Madrastra para mis hijos

2017 ¿Qué más puede pedir un hombre en la vida cuando ya lo tiene todo? Una hermosa esposa, hijos maravillosos y una empresa sólida. Así es la vida de Francisco Villareal quien está casado con Angélica Espinal y tiene cuatro hijos a los que ama. Esmeralda, de dieciséis años, Fabiola de doce, Fernando de ocho y la pequeña Sofía de seis. El día de hoy Francisco se ha despertado reflexionando en lo afortunado que es. Tiene una bella esposa y cuatro maravillosos hijos por los cuales haría lo que fuera para verles felices, en verdad siente que lo tiene todo y que no puede pedirle nada mejor a la vida. Voltea hacía un lado y observa a su bella esposa la cual aún duerme. Después de mirarle por algunos minutos se levanto lo más sigilosamente posible y me dirijo hacia el baño a tomar una ducha para iniciar su día. Al salir de tomar su refrescante baño, observo que su bella durmiente ya está abriendo sus hermosos ojos azules. —¡Buenos días mi bella durmiente! ¿Cómo amaneció la esposa más maravillosa del mundo? —¡Buenos días amor! ¿Por qué no me despertaste? —le dijo su esposa Angélica mientras se levantaba y le daba un tierno abrazo—. —Te veías tan profundamente dormida que no quise interrumpir tu sueño. —Eres un amor ¡Muchas gracias mi príncipe! Bueno me iré a bañar para luego ir a despertar a nuestros hijos, ya que tienen que alistarse para ir al colegio. —No te preocupes cariño, tu alístate tranquila yo iré a despertar a nuestros hijos. Así lo hice mientras ella fue al baño a tomar una ducha, Fernando se dirigió hacia las habitaciones de sus hijos a despertarles y ordenarles que se comiencen a alistar para ir a su colegio. Primero se dirigió a la habitación de sus dos hijas menores Fabiola y Sofía. Toc, toc (Fernando abre la puerta lentamente) —¡Buenos días princesas hora de levantarse! —Cinco minutos más papi —le dice la pequeña Sofía a Francisco. —Lo siento, ya es tarde y deben ir al colegio. Mientras tanto Esmeralda la hija mayor de Francisco y Angélica ya se encontraba lista. —Así es —dijo Esmeralda su hija mayor mientras le daba un beso en la mejía y ayudaba a levantar a sus hermanas. Cuando Francisco ya se había asegurado de que sus hijas se encontraban alistándose para ir al colegio se dirigió hacia la habitación de su hijo Fernando. Toc, toc (toco la puerta mientras la abría lentamente) —¡Buenos días mi campeón dormilón! —¡Buenos días papá! —Ya es hora de levantarse y alistarse para ir a la escuela hijo. —Ya voy papá Cuando ya se había cerciorado de que todos sus hijos ya se estaban alistando para ir al colegio regreso a la habitación con su bella esposa Angélica. Cuando él ingreso a la habitación ella ya se encontraba lista para bajar al comedor y asegurarse personalmente de que estuviera listo el desayuno. —¡Que hermosa mi amor! —Tú con tus palabras haces que cada día me enamore más y más de ti mi amado príncipe azul. —Mi misión en esta vida es enamorarte y amarte hasta que seamos viejitos mi esposa hermosa. Luego de haber pronunciado esas palabras ella le silencio a él con un tierno beso en los labios. —¡Vamos! Ya se está haciendo tarde amor mío. —le dijo Angélica a Francisco. Bajaron juntos hacia la cocina ahí ya se encontraba Casandra la cocinera de la mansión se encontraba terminando de preparar el desayuno. —¡Buenos días señores! En unos minutos más estará listo su desayuno. Por el momento puedo darles una taza con café si así lo desean. —A mí solo me regalas un café con cremora y frutas ya se me está haciendo tarde para llegar a la oficina —le dijo Francisco. —En este mismo instante se lo sirvo señor. —Casandra no te preocupes tu termina de preparar el desayuno para los niños yo me encargo de atender al señor. —le dijo Angélica. —Como usted ordene señora. Francisco cada vez que ve lo servicial que es su esposa piensa que no pudo haber elegido mejor esposa y madre para sus hijos. Angélica es una mujer dulce, noble, entregada a su familia, una excelente madre y esposa. —Amor la próxima semana debo ir a otra ciudad con mi hermana Carolina a comprar su vestido de novia, nos iremos el fin de semana completo, ya sabes esas cosas llevan su tiempo —le dice Angélica a Francisco mientras le sirve el café. —Claro que lo recuerdo amor. Tu tardaste un mes completo en encontrar el vestido perfecto para ti. Así que sé que será todo un reto para ustedes lograrlo en un solo fin de semana, pero no te preocupes yo me quedaré en casa con los niños. —Ya que me iré el próximo fin de semana con mi hermana que te parece si este fin salimos con los niños, vamos al zoológico y luego a comer fuera. —sugiere Angélica. —Me parece una maravillosa idea —sentencio Francisco accediendo a la salida familiar para el fin de semana que se aproxima. Mientras en la mansión Villareal todo es felicidad, a la vida de Sara se le suman nuevas tragedias. Luego de una larga lucha contra el cáncer su madre perdió la vida hace una semana, se quedó sin empleo y sin un lugar donde vivir. —Amiga no sé qué hacer, el dueño del departamento me dio hasta hoy para desocuparlo y aun no tengo a donde ir —le dice Sara a Mariana su mejor amiga desde los diez años entre lágrimas. —Ven a vivir conmigo. —Pero seré una carga para ti, sabes que me acabo de quedar sin empleo y mis ahorros se fueron en el funeral de mi madre —le dice Sara con lágrimas en los ojos. —Yo mejor que nadie conozco por lo que estás pasando y lo único que quiero es apoyarte por el dinero no te preocupes, además tu eres la mejor psicóloga que conozco sé que pronto encontraras trabajo y me podrás ayudar con los gastos, lo digo ya que sé que si te sientes una carga para mi estarás estresada. —Eres la mejor —le dice Sara a Mariana mientras le da un fuerte abrazo. Mientras sus padres se encontraban platicando lo del plan para el fin de semana que se aproxima todos ingresaron a la cocina. —¡Buenos días papá, mamá y Casandra! —dijeron todos al mismo tiempo. —¡Buenos días niños! —les respondió Casandra—. Lávense las manos y tomen asiento que ya está listo su desayuno. Así fue ellos fueron corriendo a lavarse las manos y se sentaron en la mesa junto a sus padres. —Mis princesas y príncipe ya saben a portarse bien y sacar buenas calificaciones —les dijo su madre. —Su mamá y yo les tenemos una sorpresa. —les dice Francisco. —¿De qué se trata papá? —pregunto Esmeralda. Una, dos, tres. —¡¡¡El fin de semana iremos al zoológico en familia!!! —gritaron con mucha emoción Angélica y Francisco a sus hijos. —¡¡Eeeeeeeeeee!! —gritaron los todos con aun más emoción. —Hace mucho que no tenemos una salida familiar. —Así es hija y ya que su madre se ausentará la próxima semana, queremos disfrutar el tiempo con ustedes esta semana. —Mami, me puedes llevar contigo —preguntó la pequeña Sofía. —No cariño, tú debes quedarte aquí con tu papá y tus hermanos. Te prometo comprarte un regalo muy especial. —¡Muchas gracias mami! —Casandra dígale a Roberto que preparé el vehículo. —le ordena Francisco mientras se pone de pie. —En este momento señor. —Hijos pórtense bien, presten atención en sus clases. —Lo haremos papá. —Hasta más tarde amor —le dijo a su esposa mientras se daban un tierno beso de despedida en la entrada de la casa. Mientras tanto Sara ya instalada en casa de Mariana se encuentra buscando alguna vacante a la cual ella pueda aplicar. En su búsqueda encuentra una vacante en la empacadora Villalta la cual estaba buscando un profesional en psicología para el departamento de recursos humanos. —Mariana ven aquí mira ¿sabes dónde se encuentra esta empresa? —Si amiga justo queda a la par del edificio donde yo trabajo. —¿Me podrías llevar? Quiero ir a dejar mi hoja de vida. —Cuenta con eso amiga, ya verás que con tu experiencia seguro te contrataran. —Espero que así sea amiga. Así fue como Sara va decidida a las oficinas de la empacadora Villareal a conseguir el trabajo que tanto está deseando. —¡Buenos días señorita! ¿en qué le puedo ayudar? —¡Buenos días! Vengo a dejar mi hoja de vida para el puesto que se encuentra vacante en el área de recursos humanos. La jefa de recursos humanos lee la hoja de vida de Sara la cual es impresionante. —Pase adelante le quiero hacer unas breves preguntas. Así fue la jefa de recursos humanos entrevisto a Sara, quedo totalmente convencida que ella es la persona que la empresa necesita así que la contrato en ese mismo momento. Sara se encuentra feliz por haber conseguido quedar en la empresa. Sara se encontraba saliendo de la empresa cuando choco con Fabricio él es el jefe del departamento de diseño e imagen. —¡Disculpe! —le dice Sara a Fabricio realmente apenada. —Tranquila bella dama no es nada ¿Usted es nueva? No recuerdo haberla visto antes por aquí. —Justo hoy me acaban de contratar, inicio el lunes. —Me da mucho gusto escuchar eso. Espero que podamos ser buenos amigos. —¡Muchas gracias! Lo mismo digo, no le quito más su valioso tiempo, que tenga un buen día, con su permiso —le dijo Sara mientras se apresuraba a la puerta de salida. Después de una semana muy ocupada para todos, por fin se llegó el día domingo, el día de hoy Angélica y Francisco llevaran a sus hijos al zoológico. —¡Buenos días amor! —le dijo la bella Angélica mientras se ponía de pie—Es hora de levantarnos, hay que aprovechar lo máximo posible este día junto a nuestros hijos. —¡Buenos días mi amor! Tienes toda la razón, mientras tú te alistas iré a despertar a nuestros hijos. Luego de decir eso a Angélica, Francisco sale de su habitación y se dirige hacia las habitaciones de sus hijos, al llegar a la habitación de sus hijas Fabiola y Sofía se dio cuenta de que ya se estaban terminando de alistar. Su hija mayor Esmeralda estaba peinando a la pequeña Sofía. —Esto sí que es algo realmente sorprendente, mis hijos se encuentran levantados muy temprano y ya se están alistando sin necesidad de que su madre o yo tuviéramos que intervenir. —Comprenda, se trata de una salida no de ir al colegio —le dijo su hija mayor mientras le sonreía. —Así es papá y tu deberías de hacer lo mismo que se nos hace tarde —le dijo su hija Fabiola. —Muy bien, solo iré a asegurarme de que su hermano Fernando también se encuentre despierto y luego de eso me iré a alistar yo. —Date prisa papi —le dice la pequeña Sofía. Cuando Francisco llega a la habitación de su hijo Fernando se encuentra con la misma situación su hijo ya se está terminando de alistar. —¡Buenos días hijo! —¡Buenos días papá! —Veo que ya solo te hace falta ponerte los zapatos. —Si papá ya estoy casi listo, en verdad quiero que podamos ver tranquilamente todos los animales. —Ya verás que así será hijo. Ya habiéndose asegurado que todos sus hijos se encontraban listos se dirigió hacia su habitación, al entrar encontró a su esposa Angélica maquillándose lo cual significaba que en pocos minutos ella también ya se encontraría lista para partir. —Mi amor ¿ya se despertaron nuestros hijos? —le pregunta Angélica a Francisco al verle entrar a su habitación. —Así es mi amor, hasta ya se están terminando de alistar. Esmeralda hasta me dijo que se trataba de ir de fin de semana no al colegio que eso cambiaba la situación. Cuando deberían de actuar así siempre. —Comprende mi amor, son solo niños ellos en este momento de su vida solo piensan en divertirse. —En eso si tienes razón, pero también deberían pensar en prepararse para su futuro. —Nuestros hijos serán muy exitosos en lo que sea que decidan ser ya lo veras mi amor. —Eso espero. Bueno me iré a bañar. Luego de esa platica con su bella esposa se dirigió hacia el baño, tomo una ducha y luego se dirigió hacia el vestidor donde su esposa Angélica ya le tenía lista la ropa que debía utilizar el día de hoy. Día con día ella le demuestra que no se equivocó al haberla elegido con su esposa y la madre de sus hijos. Luego de unos minutos salió, su esposa Angélica ya se encontraba lista. —¿Listo? —Si mi amor. En casa de Mariana. —¡Buenos días amiga! —¡Buenos días! —Ya que el día de mañana empiezas a trabajar, quiero proponerte que disfrutemos este fin de semana y vayamos al zoológico. —Me encantaría ir contigo, pero sabes que me encuentro un poco ajustada de dinero. —Te estoy invitando y no acepto un no por respuesta, así que por favor ve a alistarte. —Está bien, pero cuando reciba mi primer sueldo saldremos y esa salida la pagare yo. —Para que te quedes tranquila, está bien acepto, pero corre al baño. Sara así lo hizo salió hacia el baño a alistarse muy emocionada ya que hace mucho tiempo que no va de visita al zoológico. En la mansión Villareal —Papi, papi ¡Vamos! Apúrate —dice la pequeña Sofía a su padre. —Muy bien estando todos listos, así que vámonos. Así fue como toda la familia Villareal salió hacia el zoológico. Todos muy felices por el paseo tan increíble que les espera por delante. En casa de Mariana —Sara ¿lista? —Si amiga —Siendo así entonces vámonos. En el zoológico Cuando llegaron al zoológico la fila en la taquilla se encontraba un poco larga, así que les toco esperar alrededor de unos veinte minutos para poder pagar su entrada. —En verdad que emoción hace mucho tiempo que no venía al zoológico —le dice Sara a Mariana mientras mira a todos lados como una niña pequeña. —Quiero que disfrutemos este día al máximo, así que vamos a comenzar el recorrido. Así fue como Sara y Mariana comenzaron su recorrido por el zoológico, en primer lugar, fueron a ver a los imponentes elefantes. Seguidamente se dirigieron hacia donde se encontraban los leones y después fueron a ver a los divertidos monos; mientras se encontraban observando a los monos Sara pudo ver una hermosa familia que también los veían muy felizmente y pensó en cuanto esperaba pronto poder tener una familia así. Mariana se percató que la cabeza de su amiga estaba en otra parte y la cuestiono. —¿En qué piensas? —Solo pensaba en que espero algún día poder tener una familia así, llena de amor e hijos. —Ya verás que pronto llegara a tu vida el hombre indicado que logre hacer tu sueño realidad. —Espero que realmente sea pronto ya tengo treinta y dos años, así que como dirían en el pueblo de mi padre; ya me está dejando el tren. —En verdad que hay momentos en los que no comprendo cómo pudiste estudiar psicología y tener tales pensamientos. —Recuerda lo que siempre te digo, el hecho de que yo sea psicóloga no me deja exenta de tener mis propios problemas, los cuales debo ir trabajando. —En eso si tienes razón, nadie es perfecto. Mientras tanto la familia Villareal se encontraban muy felices disfrutando como los monos se balancean de un lado a otro. —Mira papi que lindo ese monito, esta pequeño igual que yo —le dijo la bella Sofía a su padre con mucha emoción. —Así es un mono muy pequeño y juguetón, así como tú eres pequeña y juguetona. —¿Qué otros animales les gustarían ver? —pregunto Angélica a sus hijos. —Yo quiero ver las culebras —respondió Esmeralda. —A mí me dan miedo —dijo la pequeña Sofía abrazando fuertemente a su padre. —Haremos lo siguiente yo iré con Esmeralda a observar las serpientes, mientras ustedes tres se dirigen con su madre a ver los pingüinos y ahí nos esperan hasta que lleguemos nosotros, ¿les parece bien? —dijo Francisco a su esposa e hijos. —Por nosotros está bien —dijo Fabiola. —Siendo así, vámonos. Así hicieron mientras Francisco y Esmeralda fueron a observar las culebras, Angélica, Fabiola, Fernando y Sofía se fueron al área donde se encuentran los pingüinos; ahí se encontraban también Sara y Mariana ya que Sara les tiene miedo a las serpientes decidieron no verles a pesar de que a Mariana le parecían algo fascinante. Al finalizar el recorrido por el zoológico Sara y Mariana decidieron ir a comer. —Amiga cerca de aquí hay un restaurante muy bueno, vamos a comer ahí. —No quiero que gastes mucho, vámonos ya para la casa y ahí cocinamos algo. —Ya te dije que tú no te preocupes por eso, en la próxima salida pagas tú para que te quedes tranquila. —Bueno… está bien, vamos. Sara y Mariana se dirigen al restaurante Los Olivos el cual era un restaurante muy reconocido de la ciudad. Cuando ellas llegaron les dieron una mesa cerca de la mesa donde se encontraba la familia que Sara había visto anteriormente en el zoológico, si antes ella había deseado una familia como esa ahora mucho más luego de escuchar cómo se trataba la pareja de esposos y sus hijos se veía que eran un encanto. —Sara llamada a tierra —le dijo Mariana. —¡Disculpa! me distraje por un momento —le dijo Sara a su amiga. —Me imagino que estás pensando otra vez en la familia que deseas formar. —Así es amiga, espero que pronto llegue mi príncipe azul. —Ya verás que así será —le dijo Mariana a su amiga. Mientras Sara y Mariana se encontraba platicando sobre la familia que ella desea tener en un futuro, la pequeña Sofía pasa corriendo al lado de su mesa y se cae, Sara se apresura en ayudarle a levantarse. —¡Muchas gracias! Señorita, es usted muy amable. —No hay de que señorita, y tú eres una señorita muy bien educada. Desde su mesa Sara quedo viendo hacia la mesa de los Villareal, observo como la pequeña Sofía llego y con qué amor sus padres le abrazaron. En ese momento quedo flechada por la pequeña Sofía y pensaba que le encantaría tener una hija como ella. Al cabo de unos veinte minutos la familia Villareal se puso de pie y se dirigió hacia la salida, disimuladamente Sara veía partir a la pequeña Sofía, en eso su amiga Mariana la interrumpió. —Amiga, ¿en que piensas? —En nada, ya es tarde y quiero preparar mis cosas para mañana, deberíamos irnos ya. —Tienes razón amiga, siendo tu primer día debes de llegar puntual. Así fue, pagaron la cuenta y se dirigieron a su casa ya que al día siguiente Sara tendrá su primer día de trabajo y no puede comenzar llegando tarde. A la mañana siguiente Sara se levantó muy temprano para alistarse, cuando tuvo todo listo se dirigió hacia la empacadora Villareal, al llegar ahí se encontró con Fabricio. —¡Buenos días! ¿Se acuerda de mí? —¡Buenos días! Si, ni cómo olvidar nuestro encuentro, aún estoy muy apenada por lo sucedido. —No tiene por qué estarlo un pequeño accidente le ocurre a cualquiera. Que le parece si comenzamos de nuevo y olvidamos ese pequeño percance. —Me parece una excelente idea. —Siendo así me presento. Mi nombre es Fabricio Galván, trabajo como contador interno. Un gusto conocerle. —Mi nombre es Sara Beltrán, y hoy es mi primer día en esta empresa para el área de recursos humanos. —¡Bienvenida a la empresa! Así es como inicio una hermosa amistad entre Fabricio y Sara. La semana paso demasiado rápido. Ya era fin de semana, este día Angélica y Carolina deben ir a otra ciudad en busca del vestido de novias de Carolina. En la mansión —Mami te vamos a extrañar —le dijo la pequeña Sofía a su madre. —Yo echare de menos a cada uno de ustedes mis niños. Por favor se me portan bien, hacen sus deberes. Pronto estaré de regreso con ustedes. —Ve sin pendientes amor. Yo me haré cargo de los niños durante todo el fin de semana. Luego de muchos abrazos y besos de despedida. Angélica subió al vehículo junto a su hermana carolina. Todos se quedaron parados en la entrada de la mansión hasta que el vehículo ya no se podía ver. En casa de Mariana —Amiga que te parece si hoy salimos a dar una vuelta al parque. —No creo poder, estoy muy ocupada. Tengo algunos documentos que debo de revisar y sabes apenas voy iniciando en la empresa y no quiero quedar mal. —¡Comprendo amiga tranquila sigue trabajando! Durante el sábado, Sara estuvo revisando los expedientes que se le habían entregado para las nuevas contrataciones, así como también los expedientes de trabajadores con alguna amonestación. Mientras tanto en la mansión Francisco se encontraba realizando diversas actividades para entretenerse con sus hijos. —Mis guerreros se llegó la hora de cumplir con sus obligaciones. —Papá, juguemos otro ratito —dijo la pequeña Sofía haciéndole ojitos a su Francisco. —Primero sus tareas y luego continuamos jugando. ¡Vamos! Yo les voy a ayudar con sus tareas. Así fue Francisco se dirigió junto con los niños al cuarto de estudio. Mientras se encontraban realizando los deberes Francisco recibió una llamada de su hermosa esposa Angélica. En la cual le avisaba que habían llegado con bien y que los extrañaba le dijo que le diera muchos besos de su parte a sus hijos y luego de eso colgó la llamada para que él continuara ayudando a los pequeños. Al día siguiente Sara y Mariana decidieron salir al cine. Sara se encuentra muy emocionada ya que hace mucho tiempo ella no asiste. Por su parte la familia Villareal se encuentra pasando un domingo en casa. Francisco junto a sus dos hijos mayores prepararon el desayuno. El día transcurrió entre muchas risas y diversión hasta que Francisco recibió una llamada que hizo que todo su mundo de viniera abajo. —¡Buenas tardes! Con el señor Francisco Villareal. —¡Buenas tardes! Si así es. —Le estamos llamando del hospital La paz, para informarle que tenemos internada a su cuñada y esposa las cuales sufrieron un fuerte accidente automovilístico. Francisco se quedó en shock al escuchar esas palabras. Luego de un largo silencio reacciono, llamo al chofer y salió con rumbo hacia el hospital. Al llegar al hospital bajo del auto a toda prisa, llego a recepción donde le indicaron que su esposa se encontraba en cuidados intensivos. Corrió hacia ahí pero no le permitieron ingresar una hora después salió un doctor a hablar con él. —¡Buenas noches señor Villareal! —¡Buenas noches! ¿Cómo se encuentra mi esposa? —No le voy a mentir su estado de salud es muy delicado, acaba de despertar y pide verlo, se lo voy a permitir ya que no creo que pase esta noche. Con todo el dolor de su alma Francisco se dirigió a ponerse la ropa para poder ingresar a ver a Angélica al área de cuidados intensivos, al entrar a la habitación sintió como se le partía el corazón al verla conectada a todos esos aparatos. —Amor que bueno que estas aquí —le dijo Angélica con una voz suave. —Amor sabes que siempre estaré para ti, pero no hables en estos momentos te encuentras muy débil y debes de ponerte bien. Nuestros hijos están esperando por ti en nuestra casa. —Amor yo no me siento bien y pedí hablar contigo porque quiero despedirme de ti. También quiero que me ayudes para grabar un mensaje de despedida para nuestros hijos. Quiero darte las gracias por todo el tiempo que hemos pasado juntos, así como también por los maravillosos hijos que me regalaste. Sé que mi partida será muy dura para todos ustedes, pero quiero que sean fuertes y siempre me recuerden con mucho amor —todo eso lo dijo haciendo un gran esfuerzo para hablar ya que se encuentra muy débil. —No digas eso. Tu saldrás del hospital y le dirás a nuestros hijos cuanto los amas en persona. —Amor no lo haré, ayúdame en lo que te pido por favor —le dijo con una mirada triste y suplicante. Con todo el dolor en su corazón Francisco no tuvo de otra más que ayudar a su esposa Angélica a realizar lo que ella le pedía. Después de haber finalizado la grabación Francisco le dio un tierno beso en la frente a su esposa y ella le indico que quería que todo lo que ella había dicho él lo escribiera y se lo diera a sus hijos por medio de cartas. Francisco estaba a punto de protestar cuando de pronto las maquinas comenzaron a sonar, Angélica perdía el conocimiento. Francisco salió corriendo de la habitación desesperado pidiendo ayuda. Un grupo de médicos y enfermeras ingresaron a la habitación donde se encontraba Angélica, a Francisco le prohibieron la entrada. Diez minutos después salió el médico para darle a Francisco la peor noticia de todas. —Señor Villareal, lamento tener que informarle que su esposa ha fallecido. Se escuchó un gran grito de negación en el pasillo, Francisco corre hacia la habitación, donde ya se encuentra Angélica sin vida. Y lloro, lloro amargamente…