—Qué vienes a hablar tú de jefe estricto, si tus subordinados te temen. Ayer vi que estabas regañando a una chica joven. El rostro de Samir cambió, un brillo extraño apareciendo en sus ojos verdes. Su ritmo en la caminadora vaciló por un segundo. —Ah sí, es que... es algo rara. —¿Rara? —Sí. El primer día vino con el cabello mojado y suelto y eso no se puede, no está permitido, dijo la excusa más loca que he escuchado en toda mi vida. Flashback hace dos días... Samir había llegado a su oficina a las 7:30 AM, como siempre. Pasó por el área de abogados junior esperando ver los escritorios vacíos a esa hora temprana. Pero uno estaba ocupado. Amal Khouri estaba sentada frente a su computadora, con el cabello castaño completamente mojado cayendo en ondas sobre sus hombros, empapando su b

