Capítulo 5

2265 Words
Narra Sara Ha sido un largo día de trabajo y ahora volvemos al infierno del departamento de mi ex. Abro la puerta de un empujón y me recibe la luz ambiental del televisor que parpadea en el rostro de Chris. Está hundido en el sofá, presionando con los pulgares el control del juego como si fuera su salvavidas. La habitación está llena de libros de texto de ciencias políticas, con los lomos agrietados y las páginas dobladas, símbolos de un futuro que él persigue, un futuro que alguna vez pensé que también sería el mío. Mi corazón se encoge, lamentando mis sueños postergados de la escuela de posgrado. Me digo que entraré el año que viene. Aún hay tiempo... …siempre y cuando no me quede atrapada en mi trabajo de asistente. —Oye —digo, pero él no levanta la mirada, perdido en su mundo virtual. Doy un paso más cerca y verlo allí, tan absorto, tan distante, me toca la fibra sensible. Un recuerdo aparece de repente, sin que nadie lo haya pedido: nosotros, entrelazados, explorando con nuestras manos el terreno de nuestros respectivos cuerpos. Siento una punzada de algo parecido al asco, y me pregunto cómo pude haber ansiado alguna vez su contacto. ¿Cómo pude convencerme de que esto era lo que quería? ¿Y por qué no puedo sacarme a su hermano mayor de la cabeza? Me sacudo los pensamientos, necesito algo que me ayude a relajarme. Camino detrás del sofá, mi presencia apenas se registra en su conciencia.Siempre ha sido capaz de desconectarse del mundo cuando juega. Solía ​​ser entrañable. Ahora, es solo otro recordatorio de lo diferentes que somos, de lo diferentes que se han vuelto nuestros caminos. La cocina parece un refugio seguro en comparación con la sala de estar. El refrigerador zumba suavemente cuando abro la puerta y tomo una limonada fuerte; la botella fría es un pequeño consuelo en mi mano. Abro la tapa; el sonido es agudo en el deartamento silencioso, pero ni siquiera eso logra captar su atención—.No importa —murmuro en voz baja, sin saber si su indiferencia me alivia o me irrita. Supongo que ignorarme es mejor que gritarme. Bebo un largo trago, dejando que el sabor ácido me pique la lengua, y luego decido que ya he tenido suficiente de compartir espacio con fantasmas de mi pasado. Sin mirar atrás a Chris, entro en la habitación de invitados y cierro la puerta suavemente detrás de mí. Me quito los zapatos de una patada y los hago rodar por el suelo de madera con más fuerza de la necesaria. Golpean la pared con un ruido sordo y me estremezco al oírlo, pero ya es demasiado tarde para arrepentimientos. Me dejo caer en el futón y el cojín me acoge en un suave abrazo por el que estoy agradecida. Con el teléfono en la mano, desbloqueo la pantalla y empiezo a navegar por las r************* ; el brillo ilumina mi rostro en la habitación oscura. Es una actividad que no requiere pensar y que, por lo general, me ayuda a relajarme después de un largo día en el que siento que apenas estoy a flote, pero hoy, después de un primer día de trabajo decepcionante, siento que todo lo que estoy haciendo es pasar de largo las actualizaciones de vida que gritan que todos los demás están avanzando mientras yo me siento estancada en el mismo lugar. Entonces, en medio del desorden de caras felices y vidas filtradas, hago una pausa. Allí está, mi mejor amiga Nadia, cubierta de tierra, sonriendo de oreja a oreja junto a un artefacto a medio excavar. El verde exuberante de Irlanda se extiende detrás de ella y el título dice: ¡ Viviendo el sueño ! Una punzada de nostalgia me golpea en el pecho. Nadia está viviendo su pasión, haciendo lo que ama. Y aquí estoy yo, tan lejos de donde esperaba estar. No puedo evitar envidiar su libertad, la forma en que ha abrazado su camino sin mirar atrás. Chris me deprimió tanto que dejé que mis notas bajaran... y luego me perdí la fecha límite para enviar la solicitud. Recuerdo que el invierno pasado estaba muy enojada conmigo porque había perdido la oportunidad de ir a Irlanda con ella. Habíamos tenido tantos planes y dejé que Chris me convenciera de que no era lo suficientemente buena. Liam tenía razón hace todos esos años. Chris fue malo para mí. ¡Parece que te lo estás pasando genial! Estoy muy orgullosa de ti. Escribo rápidamente, tocando la pantalla con los pulgares. Mi comentario no es solo una obviedad; lo digo en serio. A pesar de la punzada de celos, me encanta ver a mi amiga triunfar. Es realmente difícil no comparar sus momentos más destacados con mi detrás de escena. Toda esta situación me duele el corazón. Es como si el mundo girara sobre su eje, lanzando a todos hacia su futuro, y yo sigo aquí, anclada a una vida que nunca quise. Ser asistente personal de un multimillonario no es lo que imaginé para mí. El dinero es bueno, claro, pero el dinero no puede comprar el tiempo perdido ni los sueños postergados. Y Liam.Dios, hoy fue un completo imbécil. Todo era formal, nada de cortesías, su voz era tan aguda que cortaba el acero.Ni siquiera me ve, en realidad no. Soy solo otro engranaje de la máquina que es su imperio.Pero luego está ese recuerdo, que se niega a ser encasillado: un beso que no debería haber sucedido pero sucedió. Un beso que duró más de lo que tenía derecho. Incluso ahora, con su comportamiento idiota fresco en mi mente, no puedo quitarme de la cabeza la sensación de sus labios contra los míos. Es exasperante. He pensado en él con demasiada frecuencia desde aquel único encuentro hace dos años. Y odio recordar cada detalle: la forma en que sus ojos se oscurecieron, cómo se me aceleró el corazón, el calor entre nosotros en contraste con la nieve que caía. Incluso tuve un sueño con Liam la misma noche después de que Chris y yo nos separamos, después de llorar hasta quedarme dormida en el sofá de Nadia. Liam había estado entre mis piernas, esos ojos oscuros mirándome desde la unión de mis muslos, mis manos enredadas en sus espesos rizos, su lengua... El estridente timbre de mi teléfono atraviesa la neblina de mis ensoñaciones y me devuelve a la realidad. La pantalla muestra el nombre de Nadia y un enjambre de mariposas emprende el vuelo en mi estómago. Dudo un momento, entre el deseo de escuchar una voz amiga y el temor a la inevitable comparación de nuestras vidas—.Hola—respondo después del tercer timbre; mi voz no delata nada de la agitación interior. —¡Hola! ¿Cómo estás? –Sobreviviendo— respondo con una risita desganada—¿Cómo te trata Dublín? —¡Ah, es increíble estar aquí! La ciudad, la historia... Me siento como si hubiera entrado en otro mundo–la emoción de Nadia es palpable incluso a través del teléfono y una sonrisa genuina se dibuja en mis labios. –Parece que te estás adaptando muy bien entonces. —Por supuesto. Pero basta de hablar de mí. ¡Cuéntame sobre tu nuevo trabajo! —pregunta, y hay un dejo de entusiasmo en su voz que me dice que se moría de ganas de preguntar. —El nuevo trabajo es... interesante —respondo, no del todo preparada para entrar en detalles sobre trabajar para Liam, el hermano mayor de mi ex, la fuente de mi frustración y el hombre que me besó hasta dejarme sin sentido hace dos años. –Interesante bueno, o interesante ¿Estas planeando tu escape?— Nadia me conoce muy bien. —El jurado aún no ha decidido— admito—.Sólo intento mantener la cabeza fría por ahora —Vamos, Sara. Suéltalo. Sé que hay algo que no estás diciendo—la voz de Nadia es cálida pero insistente, como si pudiera ver a través de la línea telefónica. Suspiro y recorro el borde del futón con los dedos distraídamente. —Es... bueno, es buen dinero– empiezo a decir, aunque las palabras me pesan en la lengua—.Nunca me he visto como asistente personal de alguien, pero me ayudará a pagar las cuentas. Se produce una pausa y prácticamente puedo oír cómo Nadia levanta las cejas con sospecha. —Sara Sanders, ¿desde cuándo te conformas con que eso te permita pagar las cuentas? Eres la persona más ambiciosa que conozco. —Las cosas cambian, Nadia —digo, intentando que la amargura no se filtre en mi voz—. No podemos andar todos por el mundo viviendo nuestros sueños. —Sara.. —su tono se suaviza y ahora está llena de preocupación—¿Qué está pasando? ¿Es Chris? La pregunta se cierne sobre nosotros y siento el peso del secreto que he estado guardando. Respiro profundamente, mi corazón se acelera a pesar de mi determinación de permanecer distante. —Mi jefe es el hermano mayor de Chris, Liam —confieso, y el nombre parece una traición al pasar por mis labios. —Espera, ¿Liam? El que… —su voz se corta al darse cuenta. —Sí, ese Liam. El incidente del Día de Acción de Gracias, Liam —confirmo, mientras se me hace un nudo en el estómago. —Vaya. Eso es... vaya—la sorpresa de Nadia es evidente y, por un momento, el silencio se prolonga de forma incómoda. —Sí, 'wow' es una forma de decirlo— murmuro, dejándome caer en el futón y mirando al techo. —¿Pasó algo entre ustedes dos? ¿Quedó algo de chispa entre ustedes? —la voz de Nadia está cargada de curiosidad, pero también de algo más: tal vez la esperanza de conocer algunos detalles jugosos que puedan aliviar mi actual sufrimiento—¿Chispas?–la palabra parece una broma cuando sale de mi boca. Dejé escapar un bufido de incredulidad. —Si por chispas te refieres a que es un completo idiota, entonces seguro —me incorporo, de repente demasiado agitada para quedarme quieta, caminando de un lado a otro por el pequeño espacio de la habitación de invitados—. Me avisó de inmediato, dijo que necesita ver si tenemos compatibilidad laboral. —¿En serio? ¡Qué idiota! —hay indignación en la voz de Nadia y se lo agradezco. —Sí, en serio —respondo, y la ira da paso al agotamiento—. Hasta ahí llegan las bromas en el trabajo, ¿no? Es como si se hubiera olvidado de ese beso. O tal vez no, y ese es precisamente el problema. —Sara—dice con tono serio—. Eres mejor que ese tipo. No dejes que te afecte. —Es fácil para ti decirlo. No eres tú quien tiene que lidiar con él todos los días—dejo de caminar de un lado a otro y respiro profundamente, tratando de calmar mis nervios. —Escúchame —dice Nadia con voz firme, casi autoritaria—. Mantente fuerte, ¿vale? Es solo un año. Puedes manejarlo, Sara. Y luego, cuando termine, podrás volver a estudiar un posgrado. Sal de ese lugar. Estoy segura de que entrarás al programa y entonces podremos vivir juntas nuestros sueños de Dublín–me permití sonreír–.Vas a superar esto. Sólo ten paciencia. —Gracias, Nadia. Espero que tengas razón —mi voz es apenas un susurro, ahogada por la emoción que ha estado amenazando con desbordarse todo el día. —Por supuesto que tengo razón —dice Nadia riéndose, pero su risa no logra disimular la preocupación que impregna sus palabras—. Y no te atrevas a olvidarlo. Con un pequeño suspiro respondo: —No lo haré. —Bien. Ahora ve a descansar o algo. Parece que necesitas relajarte. —Lo haré. ¿Hablamos pronto? —Absolutamente. Te quiero, Sara. —Yo también te quiero, Nadia—termino la llamada y dejo caer mi teléfono en el futón a mi lado, mirando al techo. Nadia cree en mí más de lo que yo creo en mí misma. El pensamiento me atraviesa, agudo e inesperado. Siempre he sido la que se desvanece en el fondo, la amiga que me apoya, nunca la estrella de mi propia vida. ¿Y ahora se supone que debo levantarme, enfrentarme al mundo y perseguir sueños que parecen tan distantes como las estrellas? De repente, la habitación parece demasiado pequeña y las paredes se cierran sobre mí. Todos los demás avanzan, viviendo sus sueños, mientras yo me siento anclada en ese lugar, agobiada por mis propias dudas y miedos. ¿Realmente puedo hacer esto durante un año? ¿Puedo soportar trabajar para Liam después de lo que dijo y lo que hizo? Pero entonces, aparece ese destello: un beso de hace dos años que no he podido quitarme de encima, un momento de pasión que prometía mucho más. ¿Y si...? No. Aparto ese pensamiento de mi cabeza. No es esa la razón por la que me quedo. Me quedo porque tengo que hacerlo. Porque necesito el dinero para comprarme un departamento nuevo y librarme del yugo de Chris. Con el corazón apesadumbrado, me acurruco en el futón y acerco las rodillas. Nadia tiene fe en mí. Tal vez algún día encuentre la suficiente fe en mí misma para creer que realmente puedo perseguir esos sueños, sin importar lo lejanos que parezcan. Por ahora, sólo necesito sobrevivir el día de mañana.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD