ZERO (IX)

1600 Words
{JOHNNY} Sigo corriendo. Ya no puedo hacer nada. Nada por Jesús. Solo puedo salvarme. Y eso haré. Llego a la puerta de entrada al motel. Aporreo la puerta. - ¡Abridme!- grito mientras las balas vuelan a mi alrededor. - ¡Estoy en ello!- grita Patricia. Termina de desbloquear la puerta y la abre. Cuando estoy entrando una bala roza mi pierna derecha y hace que me doble en dos. - ¡¿Estás bien?!- me pregunta Patricia, preocupada. Me toco la herida, tengo algo de sangre pero no es preocupante, la bala solo me ha rozado. - Sí- le digo quitándole importancia, levantándome del suelo mientras Patricia bloquea la puerta de nuevo. Unas balas chocan contra la puerta pero como es de metal no la atraviesa. - ¡Vamos arriba! ¡Tenemos que impedir que esos hombres lleguen hasta aquí!- le digo a Patricia y esta asiente. En el piso de arriba, Marge dispara a diestro y siniestro, sin apuntar, escondida bajo la ventana, con lágrimas en el rostro. - ¡Ayuda aquí!- pide Marge y me acerco a otra ventana para disparar. Un puñado de tiradores han salido de un edificio que hay enfrente y disparan hacia las ventanas. - ¡No podemos permitir que den un paso más!- le digo a las dos mujeres y ambas asienten con la cabeza, furiosas. Como yo. Me asomo un momento, apunto rápido, aprieto el gatillo, me escuendo de nuevo. Parece que eran cinco. Ahora solo quedan tres. Me asomo y vuelvo a disparar. Uno menos. Patricia se encarga de otro. Queda solo uno. No. Hay más en el interior del edificio. Están saliendo. - ¡Alto!- grita un hombre, parece ser el líder de esa banda-. ¡No salgáis, volved dentro! Me asomo y apunto. Justo cuando aprieto el gatillo, ya han desaparecido. - ¡¿Qué hacemos ahora?!- pregunta Marge con los ojos muy abiertos. - ¡Corred, tenemos que alejarnos de este sitio, esos tipos volverán! {TONY} Alguien me mueve por los hombros. Empiezo a despertarme. - ¿Qué está pasando...?- murmuro entrecerrando los ojos. Marge es la que me ha despertado. - ¡Levántate, tenemos que irnos!- me grita, parece asustada por algo. - ¿Qué me he perdido?- le pregunto bostezando y alzando los brazos, estirándome. - ¡Os lo dije, ya vienen!- grita Johnny desde fuera de la habitación. - ¿Qué está pasando?- le pregunto a Marge. - ¡No hay tiempo!- dice esta y sale corriendo. Salgo enseguida de la habitación y recuerdo todo. Patricia golpeándome y dejándome inconsciente. Tenía razón, me metí con la chica que no debía. - ¡Vamos!- me grita Johnny y veo por las ventanas dos coches saliendo de un garage, con unas cuantas personas en cada uno. - ¿Quiénes son?- les pregunto mientras corremos hacia la salida trasera del motel, por donde llegamos. - Asesinos- murmura Marge con los puños apretados. Patricia, que va primera, se gira hacia mí y me dirige una mirada de odio. Luego vuelve a mirar al frente y abre la puerta que da a la escalera de incendios. Ya no hay zombies, se habrán marchado a otro lugar en busca de comida, pero aún está los restos devorados de Daniel. Marge aparta la mirada al verlo y Johnny se gira hacia ella. - Marge, tienes que ser fuerte, no te dejas llevar por las emociones, no hasta que estemos a salvo- le dice Johnny y la psicóloga asiente, aguantándose las lágrimas. - ¡AH! Un grito, procedente de abajo. Patricia ya ha bajado. Todos miramos hacia el suelo. Patricia cae con un rastrillo cruzándole la cabeza de una punta a otra. - ¡NOO!- grita Johnny y sin pensárselo dispara al hombre que la ha matado varias veces hasta hacerlo un colador. Luego salta hacia el contenedor de basura que hay debajo y llega al suelo. Yo y Marge lo seguimos. - ¡No me mates! ¡Ten piedad! ¡Tengo hijos, una familia que me espera...!- dice otro hombre con las manos alzadas. - ¿Por qué ha matado tu amigo a la chica?- le pregunto al hombre. Johnny no deja de apuntarle. - Cre... creíamos que estábais con ellos...- tartamudea el hombre-. So... solo queríamos escapar... - ¿Ellos?- le pregunto-. ¿Quiénes cojones son ellos? Pero no llega a responder porque Johnny le mete una bala entre ceja y ceja. - ¡Iba a responderme!- le grito a Johnny-. ¡No te podías esperar, no! Ahora nunca sabré quiénes son ellos. Johnny me echa una mirada asesina. - Por tu bien, más vale que cierras la boca. Ellos son asesinos, no me hacía falta saber más, y están cerca. Se oye un motor de un coche. - Cierto, tenemos que escondernos- digo y Johnny nos indica a Marge y a mí que lo sigamos. Dejamos atrás el c*****r de Patricia y los dos hombres. Creí que Johnny quería a Patricia pero no he visto que haya derramado una lágrima por ella, solo un mísero grito. Tal vez todo lo que decía sobre tratar bien a una mujer no era lo que verdaderamente pensaba... {MARGE} Johnny se deshace de un par de zombies que nos encontramos en el camino con un cuchillo, en silencio. Caminamos sin hacer ruido por un callejón estrecho que hay entre dos casas. Escuchamos a los coches dar vueltas por el perímetro, en nuestra búsqueda. Seguro que ya han registrado el motel y han visto que no estamos. Me está costando mucho no llorar, me contengo a duras penas. - ¡Están aquí!- grita alguien detrás nuestra y Johnny se da la vuelta enseguida. Dispara, no una sino cuatro veces. Cuatro tiros certeros que acaban con las cuatro personas que estaban en un coche. - ¡Hemos escuchado disparos!- grita alguien desde lejos, seguramente los del otro coche. - Allí podemos escondernos- señalo una puerta se un supermercado cercano, en las afueras de Monterrey. Johnny asiente con la cabeza y atravesamos una calle tras asegurarnos de que no hay nadie a la vista. Nos quedamos unos segundos en silencio, asimilando todo. - Vale- dice Johnny interrumpiendo mis pensamientos-. Se me ha ocurrido algo para escapar de esos tipos. Mirad. Johnny nos enseña un libro en cuyo título pone: "Guía para fabricar bombas caseras". - Tío, yo he hecho esa mierda y no es que sirva de mucho- le dice Tony. - No, aquí hay muchos tipos de bombas y algunas pueden llegar a ser muy destructivas- dice Johnny. - ¿Dónde has conseguido eso?- le pregunto. - En el motel, el día que llegamos, estaba en mi habitación. Necesito que me ayudéis a encontrar unos ingredientes. Pero antes, tomad. Johnny saca unas botellas de agua de su mochila y nos la da. Bebo desesperada, sedienta, hasta dejar la pequeña botella por la mitad. - También traíamos comida pero se quedó con Jesús...- dice Johnnu cabizbajo y suspira. Nos pasa una lista con cosas para hacer la bomba y tenderles una trampa a esos malnacidos. En el supermercado parece haber de todo, menos comida y agua, ya han arrasado con esa parte. Encuentro un termo de acero para bebidas calientes y una batería de litio. Tony encuentra un desodorante en spray y Johnny se encarga del resto de ingredientes. Dejo que el chico se encarge de preparar la bomba. Mientras tanto, me paseo por el supermercado, pensativa. Se me salen algunas lágrimas al recordar a Jesús. Era un buen hombre, un soldado excelente. Y un amigo. Lo echaré de menos. No merecía morir así, sin luchar, en una emboscada, es muy injusto. - Esos malnacidos pagarán por lo que han hecho. Les atacaremos de la misma forma que ellos a nosotros- murmura Johnny diciendo lo mismo que yo pensaba-. Vale, acabado. Vamos. Salimos del supermercado. Giramos una calle y Johnny nos para y coloca la bomba. De un lado a otro de la pared del callejón, con un hilo transparente que apenas se ve. - Espero que funcione- dice Tony. - Ahora hay que atraerlos hasta aquí. El motor del coche se escucha cerca- dice Johnny y se gira hacia nosotros-. Ustedes no tenéis por qué salir malheridos. Yo seré el cebo. - ¡Pero...!- empiezo pero Johnny me para. - ¡Pero nada! ¡Ya lo he decidido! No tengo nada que perder de todas formas. Quiero hacer esto, ahora, marchaos por si todo sale mal- nos pide. - ¡Podemos irnos sin hacer ruido y salir de este sitio sin que nadie muera!- le digo. - ¡No lo hagas! ¡Que se ponga Marge!- dice Tony y lo miro mal. - ¡Fuera!- nos grita Johnny y nos apunta con su rifle-. Tengo que hacer esto... Suspiro y salgo corriendo junto a Tony. Pero no me alejo demasiado. {JOHNNY} Disparo. Al suelo. Para hacer ruido. Si todo sale bien, saldré volando por los aires y no sé cómo acabaré pero es un riesgo que estoy dispuesto a asumir para acabar con los asesinos de Patricia y Jesús. No saben con quién se han metido. Con la persona más vengativa del mundo. - ¡Disparos!- grita alguien-. ¡A la derecha! Me preparo. Apunto hacia el frente con el rifle. El coche aparece por el callejón y el conductor sonríe al verme. Va directo hacia mí. Quiere atropellarme. No va solo, le acompaña tres hombres más que sacan sus cabezas y sus armas hacia mí. Disparo hacia uno de esos hombres. Luego hacia el conductor y rompo el parabrisas. Está a punto de tocar el hilo. Va a explotar. De un momento a otro. Un empujón. Una explosión. Me levanto, aturdido, asimilando lo que acaba de pasar. Solo veo el humo de la explosión que se eleva por el estrecho callejón. Y a Tony mirando boquiabierto la escena. Me acerco a él. Observo cómo ha quedado el callejón. Hay un cúmulo de escombros amontonados, de rocas de las paredes del callejón y del coche. El conductor del coche, que ahora es un zombie, se encuentra encima de los escombros. Una vara metálica le atraviesa el pecho. Debajo de todos los escombros se extiende un charco de sangre. - ¿Y... y Marge...?- le pregunto a Tony. - La... la vi volando... Te empujó y salió volando... Cayó al suelo y todo eso la aplastó...- dice el pálido chico. Me quedo boquiabierto al comprender que el charco de sangre es de Marge. - ¿Por... por qué...? Debería haber sido yo...- murmuro mordiéndome fuerte el labio hasta el punto se sangrar. - Da igual, ya no podemos volver atrás, tenemos que irnos. No eran los únicos, hay más asesinos- me dice Tony. Muy a mi pesar, salimos corriendo, dejando otra muerte atrás. Muerte tras muerte. Ya no pueden quedar muchas más. Solo quedamos dos.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD