CAPITULO 3

1079 Words
Salgo del baño en busca de mis documentos, esto no me va a derrumbar, Lucas debe de tener alguna explicación, por ahora tengo que concentrarme en el caso. Llego al tribunal y me siento en silencio, estoy atenta a todo lo que hablan, el juez da su veredicto y lo declara inocente, otro caso ganado. Llegamos todos a una sala, donde compartimos lo que aprendimos y el porqué del veredicto del juez, esta vez no participo mucho, estoy un poco perdida en mis pensamientos cuando mis colegas están saliendo. - Quédate un momento Bella, necesito hablar contigo - siempre me llama así mi profesor, él es un abogado excelente, del cual he aprendido mucho y le tengo mucho respeto. - Sí, señor Wood - Sebastián Wood es el nombre de mi profesor, un hombre apuesto, con cabello n***o, mirada penetrante, mandíbula cuadrada y excelente sentido del gusto para vestir. Alguna vez cuando empecé mi carrera creí que estaba enamorada de él, pero cuando el tiempo pasó, y no recibí ese tipo de atención. Deje que ese sentimiento se quedara así. Simplemente, aprendí a aceptar y respetar que yo no le gustaba, además, todo cambió de rumbo. Cuando Lucas me dio un beso, allí descubrí mis sentimientos. El profesor nunca me dio indicios de que yo le gustara, ni yo tampoco se lo dije. - ¿Qué pasó hoy, porque llegaste tarde? ¡Es primera vez que lo haces, además no participaste en el debate! Bajo mi mirada un poco apenada, mi profesor hace que mis hormonas se alboroten. - Lo siento, profesor, he tenido problemas personales, no va a volver a suceder. - Me levanto del asiento con la intención de irme. - Espera, Bella - se acerca y toma mi mano. — Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites, verdad —me mira directamente a los ojos y creo que estoy sonrojada. - Gracias... - Bajo la mirada un poco avergonzada, me quedo mirando cómo toma mi mano y lo extraño que estaba siendo este acercamiento de parte de él, cuando siento que su mano va a mi barbilla. Miro directamente a sus ojos y creo que el tiempo se detiene. Me da un beso, un beso que me toma desprevenida, no lo alejo, ya que una que otra vez tuve una pequeña fantasía donde me besaba justo aquí. El beso va tomando forma, me carga y me sienta sobre el escritorio, se aleja de mí, para hablarme, ¿qué me pasa, que no puedo moverme? - Bella, besarte ha sido el mayor de los placeres, eres una mujer exquisita y ahora que estás por terminar tu carrera, quiero que sepas que estoy rendido a lo que puedas ofrecerme. Me gustas mucho —¿cómo que a lo que pueda ofrecerle? - ¡No me esperaba esto!! - No sé qué más pueda decir, el beso estuvo bien, pero qué puedo hacer, ¡no sé si sienta aún algo por él! - - No me atrevía a decirte nada, eres mi estudiante, pero ahora que vas a terminar tu carrera, las cosas cambian. Esta vez vuelve a besarme con más intensidad, se siente bien ese beso, es como si tuviera mucha sed, abro mi boca para él y cierro los ojos, quizás creo que estoy equivocada respecto a Lucas. Abre más mis piernas y mi falda sube un poco, baja sus labios por mi cuello y jadeo por la sensación. Escuchamos que tocan la puerta y nos separamos al instante. Bajo del escritorio mientras él se acomoda su erección. - Lo siento, tengo que irme -Le digo a Sebastián, no puedo quedarme, no sé qué es esto que siento, estoy confundida- Sebastián hace el amago de hablar, pero no dice nada, abro la puerta y salgo. El decano está afuera, trato de no parecer nerviosa, mientras lo saludo, y me voy. Como puede estar mis labios después de ese beso, que vergüenza que haya notado algo. De camino a la universidad recibí una llamada, es mi mejor amiga. - Lucia, estaba extrañándote. - Yo también Ana, ¿dónde estás? - Voy de camino a la universidad, estaba en el juzgado. - Ok, mi chica acá te espero. Llego buscando a mi mejor amiga, necesito una conversación urgente, creo que encontrar a Lucas teniendo sexo con una mujer paso a segundo plano, tengo que hablar de la declaración de mi profesor. - Amiga -encuentro a mi chica hablando con una de sus conquistas- - Amiga -me mira con su ceño fruncido- Tomo la mano de Lucía para apartarnos de todas las personas, necesito contarle esto. - Lucia, el profesor se me declaro, me dijo que yo le gustaba, nos besamos en la oficina de disputas, sobre el escritorio, se sintió bien, delicioso diría, si no hubiera llegado el decano no sé qué hubiera pasado. - ¿Espera, qué? ¿Cuál profesor? ¿Cómo vienes y me cuentas esa bomba como si no fuera nada? - El profesor Sebastián. Estaba por explotar... - Tomo mi cabeza. - ¿Y besa bien? -me mira levantando su ceja- - Muy bien amiga. -las dos nos reímos a carcajadas- - Ok, y ¿qué pasa con Lucas? - Lucas, ese es otro problema, ¡lo encontré teniendo sexo con una de las porristas!! - ¡Hablas de tu Lucas, el santo Lucas! - Si Lucí, el no santo Lucas, ese por el que me moría. - ¿Como que morias, ya no? - No lo sé, ese es el problema, ¡no sé qué siento, ese beso de Sebastián me ha confundido, sabes que era mi Crush! - Ay amiga, no quiero estar en tus zapatos. - No sé qué hacer. Solo fue un beso, pero removió lo que yo creía muerto. Sabes que nunca me dio entrada, siempre estaba muy serio y nunca se acercaba para algo que no fue de algún trabajo o proyecto. -Es un profesor... ¿Sabes qué pasaría si alguien se llega a enterar de esto?—susurra - ¿Qué más te dijo?—me quedo en silencio recordando las palabras de Sebastián. —Que estaba dispuesto a aceptar todo lo que yo le ofreciera - toco mis labios por impulso. - Diablos... - ¿Cómo, diablos?, frunzo mi ceño. - Pueda que le gustes al profesor desde hace mucho y no quería decirte para no comprometer su carrera ni la tuya. —¡¡¡¡Diablos!!!! - ¿Entonces qué voy a hacer?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD