¿Mujer lobo?

Capitulo 2

Termino el instituto y vuelvo a casa junto con Camille, la mate de mi hermano Ángel. Vamos hablando todo el camino de los idiotas de los hijos de Neo, es decir Ryan y su hermana Dakota, de lo molestos que son. Mi amiga Camille es la única, externa a mi familia, que sabe que yo soy la próxima Alfa de White Blood Moon, bueno ella es la única a parte de mi familia que sabe mi verdadera naturaleza y ella lo sabe porque es mi beta.

Llegamos a mi casa y comemos lo que mi nana nos ha preparado a los seis más el hijo de Zafiro, Kailand, quien también es de nuestra edad y mi amigo, él sabe que soy la Alfa porque él, Zafiro y su padre viven con nosotros y es un tanto complicado ocultar le a alguien que vive bajo tu mismo techo que eres la Alfa desde los catorce y más si tus propios instintos se manifiestas de vez en cuando en su presencia.

Al rato los chicos se van a entrenar al cuartel, que es lugar donde se lucha cuerpo a cuerpo o lobo contra lobo o solo con los sacos, nosotras en cambio nos quedamos cambiándonos por la ropa de deporte. Camille se pone un top azul deportivo con unos pantalones cortos negros con una linea azul, en cambio yo llevo un conjunto deportivo militar gris , que consiste en un top corto y unos pantalones cortos. Salimos de mi casa y nos dirigimos al cuartel para pelear, para Camille no es la primera vez pero para mi si, normalmente entreno con mi padre pero este dijo que cuando cumpliera los diecisiete tendría que entrenar como cualquier otro lobo.

Vamos por las calles de mi manada cuando veo que unos lobos adolescentes se están metiendo con una cachorra de no más de diez años.

-Hey, niños , ¿Qué hacéis?- pregunto al ver la escena.

-Es una loba débil, sus padres son omegas.- dice un de ellos, es una escusa inútil para meterse con la pequeña cachorra.

-¿ Y qué pasa con eso? Un omega es tan valioso como lo es un beta,como lo es un delta. El rango no define quien eres y quiero recordaros que da igual quienes sean tus padres, lo que vale es lo que seras.- están comenzando a enfadarme los estúpidos niños.

-Mi hermana dice que tú no puedes darnos ordenes porque todavía no has pasado por la transformación.- aghh, debo decirlo cuanto antes.

-Da igual, sigo siendo la hija de vuestro Alfa y una princesa demonio.Y mi posición es lo que menos importa, espero, de verdad que lo espero, que cuando llegue el día de vuestra transformación seáis betas porque sino veo que os va a costar mucho.

Dejo a los niños allí y sigo mi camino junto a Camille. Llegamos al cuartel y todos nos miran. Y no es por presumir pero Camille y yo somo guapas, Camille es castaña y de ojos azules, en cambio yo soy rubia de ojos verdes, y ambas bajitas. Mi hermano al oler a su mate sale de donde estaba y les gruñe a todos avisando que ella es su suya y que nadie tiene permitido mirarla más de la cuenta. Para mi desgracia yo soy la única que todavía no lo ha encontrado, pero para protegerme ya tengo a Anton, él es igual a mamá, pero desgraciadamente mi madre fue asesinada cuando yo tenía diez años.

-Alina que sea la ultima vez que vienes así.- me dice Caleb, el beta de mi padre, parecer estar molesto pero yo lo estoy más.

-¿ Por qué?- le desafío cruzándome de brazos.

-Porque lo digo yo.- me reta con la mirada.

-Pues si todas las demás lobas pueden llevar lo que les de la gana yo también puedo hacerlo. Camille, tu hija, va exactamente igual que yo y no le has dicho nada.- escupo.

-Alina, soy tu superior – si tu supieras.- y harás lo que yo te diga.- sentencia.

-NO.- le grito y es entonces cuando mi padre aparece.