Todos pensaron que nuestro amor no iba a durar. Que no era más que un capricho, o el fruto del deseo y la pasión. Sin embargo, los que nos unió a Jim y a mí, fue amor. Amor verdadero. Los meseros y decoradores, se mueven de un lugar a otro, afinando los últimos detalles para engalanar el enorme patio que rodea la casa y donde se llevará a cabo la gran fiesta. Kathy, nuestra hija menor; y a quien hemos llamado así en honor a su querida tía, Katherine, es la encargada de dirigir todo. La chica rubia; de ojos color avellana y heredera de la belleza de su padre, y que a sus 19 años ya ha incursionado en la carrera de actuación; se mueve de un lugar a otro, dando órdenes e indicándole a cada persona, cómo desea que se coloque cada mesa, cada silla, cada flor… Es perfeccionista a más n

