La noche llega, y con ella llega Kath con su carácter tan dicharachero, que le alegra la vida a cualquiera. Tanto ella, como yo, hemos quedado fascinadas con la mansión de Jim. ¡Es espectacular! Enorme y lujosa. Creo que, solo su habitación, es más grande que nuestro departamento. Qué digo la habitación, el enorme baño con el jacuzzi, que, al verlo, me ha traído a la mente muchas fantasías, que espero cumplir junto a Jim. Pasamos una noche increíble en su casa. Cenamos, de la mano de un chef privado que llegó a la mansión, mientras Kath nos cuenta sus experiencias durante las giras, vemos películas en el cine privado que tiene en su casa y nos divertimos a más no poder, antes de los duros días que pasaremos en la corte. ……………… Media hora antes, de la hora indicada, la limusin

